lunes, 30 de abril de 2012

Retrato

Pepe (joven) Un "Hermano" mayor.
Lápiz sobre papel.

Versos de los hombres


HOMBRES CONTRA HOMBRES


El hombre sueña ser hombre
sobre utópicos tejados,
cercanos a sublime cielo,
por los hombres, inventado.
El hombre olvida a los hombres
pobres y necesitados,
presenta sus credenciales
de hombre desmemoriado.

Los hombres sueñan y olvidan
en el ocio y en el trabajo.
El hombre juega a ser hombre
olvidando, ser honrado
con el resto de los hombres
en paisanaje hermanados.
El hombre juzga a los hombres,
sean ángeles o diablos,
blandiendo grande poder
de otros hombres, heredado.
Los hombres juegan y juzgan
en los tajos y en el paro.

El hombre roba a los hombres,
dejándolos arruinados,
esquilma alma y cuerpo de hombre
con ardid de desalmado.
El hombre mata a los hombres,
en creer justificado,
por capricho, por locura,
a otros hombres, imitando.
Los hombres roban y matan
en el curro y en el descanso.

El hombre, lobo del hombre,
fabricante bien dotado
de errores y de terrores,
con ínfulas y descaros,
despierta cada mañana
abriendo libro macabro
de acres páginas escritas
con sangre de ser humano.
El hombre, animal selecto,
en su poder, amparado,
itera, siempre que quiere,
desmanes desorbitados,
empírico caminar
de holocausto abominado,
ejecutor implacable
del pobre género humano.

Y yo, átomo de pobre hombre,
avestruz amaestrado,
me escondo en hondos lamentos,
roto y descorazonado
y reniego, a mi pesar,
de mi condición de humano,
escribiendo toscos versos
de un poema titulado:
Los hombres contra los hombres”,
como inservible reclamo,
para acallar mi conciencia
       de vil hombre afortunado.


sábado, 28 de abril de 2012

Plumilla

Puerta (Córdoba)
Tinta china sepia sobre papel.

Versos de verbos


LOS VERBOS MAL CONJUGADOS

El hombre conjuga verbos
de mil maneras extrañas,
moldeando su conciencia
como le ha venido en gana.

El DAR es ajena cosa
en las personas tacañas.
El RECIBIR, siempre es bueno
en esta gente malsana.
El VENDER es necesario,
aunque se venda el alma
para ciertas clases de hombres
con mugres en sus entrañas.

El COMPRAR es obligado,
aunque sepan que lo engañan
y que el objeto comprado
no le sirva para nada.
ROBAR, no es malo, ni bueno,
según persona robada.
Si se roba a humano pobre,
es terrible canallada;
si, por contra, es a un rico,
hay que tañer las campanas.

         MARGINAR es cosa de otros,
de gente incivilizada.
Pero que nadie nos mezcle
con seres de otra calaña.
El gitano a su chavola,
el payo, tranquilo en casa.
Las pateras migratorias
para ser televisadas.
Se sigue sin aceptar
       a homosexual y lesbiana,
se sigue sin proteger
a mujeres maltratadas,
por mucho que se derrame
palabrería gastada.

El MATAR se justifica
con ideales que espantan,
con banderías concretas
de la terca especie humana.

En este mal conjugar
y perdida la esperanza,
necesitamos maestros,
entregados en cuerpo y alma,
que enseñen a conjugar
de una manera bien clara
los verbos del bien hacer,
lejos de las zarandajas,
de las conciencias podridas
de los tiempos y las guasas.


viernes, 27 de abril de 2012

Cartel

Cartel recordatorio del año 2000, ante nuestras cercanas Fiestas de la Santa Cruz de 2012.
Témpera sobre papel montado en bastidor.

Versos al tiempo

         Hoy, sobrado de tiempo, publicamos un romance a él, dedicado.

         EL TIEMPO


El TIEMPO, amo de lo eterno,
dueño de un vivir escaso,
se entretiene día y noche,
sin rubor y con descaro,
en marcar hondas rodadas,
huellas de su firme paso,
sobre las frágiles pieles,
sobre los sentidos flacos,
sobre las mentes, las almas,
de los débiles humanos.

El TIEMPO, volátil ser,
a correr acostumbrado,
sin locas prisas, sin pausas,
silente nos va robando
retazos de breve vida
ya inscritos en el pasado,
vistiéndolos de recuerdos
en un limbo acomodado,
mientras, con sutil destreza,
nuestras vidas va esquilmando.

¡Quién pudiera detener
o tomar entre las manos,
un instante, un segundo,
un momento, sólo un rato
a este miserable TIEMPO,
mezquino, ladrón, avaro,
nacido para escribir
páginas en libro amargo!

El TIEMPO, falaz criatura,
andante de firmes pasos,
con sibilinas maneras
nos tiende tupidos lazos,
urdidas telas de araña,
ardides, para atraparnos.
Segundos, minutos, horas,
y particiones del año,
hacen que el astuto TIEMPO
nos convierta en sus esclavos.

El TIEMPO, costra inmutable
y procaz maratoniano,
prorratea sus esencias
entre los torpes humanos,
creándonos dependencia
de sus efímeros pasos,
envueltos en un presente
huidizo y desvergonzado,
en futuro inalcanzable
y en consumido pasado.

¡Quién tuviera libertad,
lejos de cuentos baratos,
para olvidar terco TIEMPO,
para anular su reinado,
para romper los grilletes
que nos tienen maniatados,
desorientados, perdidos,
subvertidos, subyugados!
El TIEMPO, humo pasajero,
ente muy desmemoriado,
esconde con hedonismo
oropeles y fracasos,
grandezas y nimiedades,
éxitos, galas y harapos.
Convirtiendo humana vida
en destellos, en relámpagos,
en fallidas luminarias,
en infinitos amagos.

El TIEMPO, cruel invención,
por el hombre, incontrolado,
domina con su poder
los haceres cotidianos
de poderosos y débiles,
de reyes y soberanos,
de ricos, dueños de todo,
de humildes asalariados.
Todos ellos bien inscritos
en su nómina de engaños.

¡Quién tuviera la ocasión
de esquivar TIEMPO marcado,
de romper gruesas cadenas,
de dejar de ser esclavos
de este imparable tic tac
que nos tiene domeñado,
y así poder componer,
         sones nuevos, canto humano!


jueves, 26 de abril de 2012

Retrato

Juan Pablo II. Lápiz de color sobre papel.

Versos de la vida


TIEMPO, ¡NO CORRAS TANTO!


¡Qué pronto los días pasan!
¡Cómo se agotan los años!
Y en un suspiro del tiempo
la vida hemos agotado.

La niñez cruza senderos
en correr de veloz galgo,
la juventud se marchita
sobre lomo de Pegaso,
la madurez rompe record
de generosos guepardos
y cuando la vida alcanza
tiempo de parcos retazos,
al correr, toma conciencia
de efímero breve rayo.

¡Qué pronto pasan los días!
¡Cómo se agotan los años!
Y en un corto ser y estar
la vida hemos gastado.

El hombre, pobre criatura,
celebra sus cumpleaños,
al principio, bien alegre,
al final, con desencanto.
Y cuando alguien nos pregunta,
en curioso formulario,
qué ¿Cuántos años tenemos?
la respuesta siempre erran
pues el cumplir no es tener,
aunque fácil confundamos.
Cumplir año, es doce meses,
tener, no sabemos cuantos,
pues de los ya cumplidos
no nos queda ni un retazo,
se nos fueron para siempre
a un suburbio del pasado,
y los que en verdad tenemos,
en el futuro guardado,
es imposible saberlo,
aunque de mago vistamos.
Los años ya consumidos
sirven para recordarlos,
los años que aún nos quedan
hay que saber disfrutarlo
      no vaya a ser que el destino,
en ocasiones tacaño,
nulo migajón de vida
nos tenga aquí reservado.

      ¡Qué pronto los días pasan!
¡Cómo se agotan los años!
Y, sin casi darnos cuenta,
triste final alcanzamos.


miércoles, 25 de abril de 2012

EL LAZARILLO DE TORMES

Lázaro y el ciego. Óleo sobre lienzo.

Versos del hombre


CUERDO Y LOCO


El hombre incrustado vive
en burdas grietas profundas
de locuras inventadas
en horas inoportunas.
¿Quién en este insano mundo
se libra de la locura?

El hombre guardando vive
en rendijas y ranuras
gotas de cuerdas maneras
y normas de composturas.
¿Qué sensato ser humano
reniega de la cordura?

La locura sueña trono
de falaces desventuras,
de absurdos, de disparates
y de necedad profunda.
La cordura sienta plaza
de albas serenas venturas,
de bien hacer, de bondades
y de verdades rotundas.
Los locos juegan a cuerdos,
los cuerdos hacen locuras.
Y entre la tierra y los cielos,
donde bueno y malo abundan,
los cuerdos juegan a locos,
los locos buscan corduras.
Los beodos y los locos,
hechos de frágiles brumas,
derrochan sabias verdades
a socaire de las burlas.
Mientras sabios y letrados,
mimados por regias plumas,
esconden sucias verdades
por temor a la cordura.

Cuerdos y locos conviven,
locos y cuerdos rebuznan.
Corduras y disparates
duermen en la misma cuna,
se cubren con blancas sábanas
y edredones de negruras.
Hermanados en la vida,
hermanados en la tumba,
todos los que aquí moramos
gozamos con la cordura
y, sin poderlo evitar,
padecemos de locura.
Y quienes así no entiendan
afirmación tan segura,
que padezcan, al pagar,
locas y cuerdas facturas.

martes, 24 de abril de 2012

TELA, BARRO, CRISTAL Y PAN

Temple sobre papel (Trabajo de procedimiento de la Escuela de Bellas Artes "Santa Isabel de Hungría" de Sevilla. Ya hace algunos lustros)

LAS ESTACIONES DEL HOMBRE (Continuación)


       EPÍLOGO



         Culminada la tarea,
en retahíla de versos,
definitoria de vida,
descubrí en mis adentros:
mil cicatrices y heridas,
de albos felices momentos,
ilusiones compartidas
en millonarios encuentros
las terribles soledades
y los muchos desencuentros,
las alegres compañías,
los estertores del miedo,
las honrosas valentías.
Y entre tanto devaneo,
de cien idas y venidas,
un sagrado pensamiento
grabose con firme tinta
en mi corazón ya viejo,
con sangre y fina ceniza,
con sinsabores y enredos,
con ganadas alegrías
repartidas en el tiempo:
Que en la vida no hay misterios,
ni buenos, ni malos vientos,
ni sombras desconocidas,
ni sombras de sentimientos,
sólo hay luces enredadas
en la vida, que es un sueño,
en primaveras, veranos,
en otoños y en inviernos".


lunes, 23 de abril de 2012

Plumilla antigua de Sevilla

LAS ESTACIONES DEL HOMBRE (Continuación)


EL INVIERNO DEL HOMBRE

Invierno de cercanías,
de los últimos paseos,
de despedidas silentes,
de temidos desencuentros,
de un ineludible viaje
hacia paradero incierto,
con billete sin retorno
a lomos del frío invierno.

Con triste aroma de muerte
      que rasga los pensamientos,
doblan campanas de bronce,
sudarios de parcos tiempos.
Jinetes luengos de ayeres,
entonan póstumos versos,
distraídos celebrantes
de las honras del invierno.

Caducos escaparates
de votos y juramentos,
ornados con los retazos
de una vida con mil sueños.
Estampas difuminadas
con pátina de ocre alvero,
impresas al caminar
por las sendas del invierno.

Cuchillos de piel en plata
cortan hilos de frío hielo,
cordones umbilicales
      de cuerpos vivos y muertos,
desgajando con suspiros,
racimos de tiempos viejos,
imposibles de esconder
en las arcas del invierno.

Cuerpos añosos y ajados
roturan viejos senderos,
dibujan últimas huellas
de póstumos escarceos,
dejando sin completar
páginas de bellos sueños,
robados sin compasión
por los hados del invierno.




sábado, 21 de abril de 2012

Quijotes






LAS ESTACIONES DEL HOMBRE (Continuación)

EL OTOÑO DEL HOMBRE

En el reloj del destino,
maestro de tiempos parcos,
mil arácnido efímeros,
con atractivos hilados,
tejen en nuestras mentes
telas de seda y esparto,
urdidas en recias ruecas
en las sendas del pasado.

Las blancas canas del alma,
sumario y aval de los años,
esconden las añoranzas
de mil instantes sagrados,
de mil imposibles olvidos,
en blanco y negro, grabados,
aturdidos responsables
de los aires del pasado.

Las roñas y las cicatrices,
rescoldos en todo humano,
infectan almas y cuerpos
de virus acomodados,
que espantan las ilusiones
en corazones dañados,
que roen las esperanzas
de otros tiempos del pasado.
Los mil felices recuerdos,
vividos y no olvidados,
rivalizan fraticidas
con pensamientos hermanos,
que pugnan con saña ser
del olvido rescatados.
Evocadores sublimes
de un rico y fértil pasado.

Cerca del finito invierno,
con nostalgias arropado,
el otoño de los hombres
ya jugó sus viejos dados,
cumplió con su fiel destino,
perdió su tiempo dorado,
ahogando sus caudales
en las aguas del pasado.

(Continuará)

miércoles, 18 de abril de 2012

Plumillas

Tinta china sobre papel.
(Clickear para ver en mayor tamaño)







LAS ESTACIONES DEL HOMBRE (Continuación)

EL VERANO DEL HOMBRE

Verano de verbo joven,
de descarada belleza,
de constantes rebeldías,
de fantásticas promesas.
Recogido en bellas páginas
de un libro de breves cuentas,
escrito con torpes prisas
de una juventud incierta.

Verano, tiempo preñado
de mil sueños de grandeza,
de primeros amoríos,
de sensaciones eternas.
Grabados en ricos árboles,
enraizados con nobleza,
enramados, sin quererlo,
de innecesarias flaquezas.

Verano, sarna con gusto,
de imposibles odiseas,
de quehaceres absurdos,
de incomprendidas rarezas.
reunidos en tibios álbumes
de divertidas escenas,
enjauladas en el orden
de las torpezas ajenas.

Verano de bellos cantos,
de inevitables endechas,
de las amplias avenidas,
de las afiladas sendas.
Abonados a los riesgos,
a favor de recias piernas,
corredoras incansables
en pos de reñidas metas.

Veranos de cuerpos nuevos,
émulos de historias viejas,
de corazones perdidos,
buscando su buena estrella,
que guíe pasos y sueños
por difíciles veredas,
anegadas de injusticias
y de conciencias estrechas.

(Continuará)

martes, 17 de abril de 2012

Mascotas

Tinta china y lápiz de color.
(Clickear para ver en mayor tamaño)







jueves, 12 de abril de 2012

Plumilla antigua

Sevilla. Tinta china negra sobre papel.
(Clickear para ver en mayor tamaño)

Versos del hombre

LAS ESTACIONES DEL HOMBRE

PRÓLOGO

El engreído humano,
dueño y señor de migajas,
cruza las cuatro estaciones
de su vida regalada
sin apenas darse cuenta
de su brevedad flaca,
de sus muchas maravillas
y de sus benditas tramas.

Con frágil y sutil pluma,
montado en otoñal barca,
prendí la vida en mi mente,
jugué con calma a pintarla,
con versos de incertidumbres,
natos en tibia mañana,
azucarados con miel
y cálidas añoranzas.

Como hombre de libre juicio,
curtido en luengas batallas,
tomé a las cuatro estaciones
como paralelas damas,
archivos separadores,
de la vida en cuatro etapas,
compendio, canto y resumen
de toda vida creada.

La primavera es nacer
entre dolor y esperanza,
el verano, juventud,
que en un suspiro se pasa,
el otoño, madurez,
jugador de últimas cartas
y el invierno es el ocaso
de todo, y vuelta a la nada.

(continuará)

miércoles, 11 de abril de 2012

Carboncillos






Versos quejosos

S.O.S.

Las palabras duermen sordas
en tálamos del olvido
cuando los dejados hombres
multiplican sus descuidos
en el coloquial hablar
y al componer un escrito.

Las complacientes palabras,
hijas de humanos caprichos,
padecen mutilaciones,
desgarros y mil castigos,
voceados con descaro
y con claro desatino
por unas legiones de hombres,
ignorantes y cretinos,
primates depredadores
de vocablos bien nacidos,
quemados en nuevas piras
de modas, de sin sentidos,
de mal gusto, de torpezas
y de locos “esnobismos”.

La nueva comunicación
merodea en nuevos limbos
de una crecida Babel
sumida en caduco dicho:
“Todo vale en el hablar
y en el escribir, lo mismo”,
aunque nos cueste entender
lo que nos diga el vecino.

La generación del móvil,
hijastra del consumismo,
maneja rico lenguaje
con usura y nuevos giros,
con desmadrada pobreza
y con chapucero estilo,
rompiendo vetusta norma
enraizada en viejos siglos.

Locutores y famosos
de una tele de bolsillo,
periodistas infiltrados
en un flaco periodismo,
maestros y educadores
en su quehacer, perdidos,
abuelos, padres y proles,
familias y colectivos,
todos padecen amnesia,
todos pecan de lo mismo,
todos parlan como quieren
en aras de su albedrío,
haciendo un flaco favor
al decir de los homínidos.

Y así, se nos va el lenguaje,
en este mundo de grillos;
se nos muere por la boca
como pobre pececillo,
pescado en las turbias redes
de un humano desatino,
y se nos quiebra en las manos
como frágil cristalillo
cuando vagamos ausentes
por las sendas de lo escrito.

lunes, 9 de abril de 2012

Plumillas de Melilla

Adornos Arquitectura Modernista.
Tinta china sepia sobre papel.
(Clickear para ver en mayor tamaño)







Versos de dudas

SEMANA SANTA DEL HOY

¡Semana Santa! Jesús,
dime, si al cerrar sus puertas,
encuentras explicación
a las tamañas afrentas
que hubiste de padecer,
para sembrar en la Tierra
las semillas de tu amor
y aires de tu paz eterna.

Dime Tú, ¿Cuántas Semanas,
de cruz y muerte sangrienta,
habremos de soportar,
en purgar culpas y penas,
por olvidar tu verdad
y hollar infernales sendas?

Agnósticos o creyentes
explicadme sin reservas,
¿Por qué los hombres del hoy,
han dado rango de fiesta,
al dolor de tantas Vírgenes,
a sus quebrantos y penas,
a la pasión de Jesús
y a su expiración sangrienta?
¿Por qué los hombres del hoy,
idearon primavera
de Vírgenes dolorosas
hundidas en la tristeza,
y de Cristos condenados
a las más grandes afrentas,
hasta beberse la muerte
más espantosa y horrenda?

No acabo de comprender,
Semana Santa, tu fiesta,
tus formas de celebrar
la mayor de las tragedias.
Mi cansado corazón,
mi razón tullida, ciega,
ante tus contradicciones,
se confunden, se sublevan,
atado a los sentimientos
que transitan por mis venas.

Los denarios, el boato,
la ostentación, las riquezas,
la burda mercadería
del souvenir y la cera,
las papeletas de sitio,
las rivalidades ciegas
y un listado bien granado
de anquilosadas maneras,
me espantan y me deprimen,
de su caminar, me alejan.

La fe, los llantos sinceros,
los silencios, las promesas,
las imágenes, los pasos,
los aromas, la belleza
la veraz y honda plegaria,
las lágrimas, amor y cera,
me aturden, me sobrecogen,
en mí, desazón, despiertan,
regalándome mil dudas,
que devoran mi conciencia.

No sé camino a tomar,
en sordo y claro dilema,
el del rotundo rechazo,
el de la pronta querencia,
el que me aparta del mundo,
el que en su sombra, me enreda,
el que empobrece mi fe,
el que vive de creencias,
el que evapora la muerte,
el que la muerte celebra.

Dime tú, Semana Santa,
cual es tu suprema senda.