miércoles, 30 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 20

EL ARTE DE COMPRAR VOTOS

      En esta España que nos alumbra (que no deslumbra de ninguna de las maneras) hay demasiadas clases de partidos políticos. Unos nacieron para nacer y morir; otros, para nacer y permanecer; otros, como el Guadiana, para nacer, desaparecer y aparecer de nuevo; otros, para defender lo suyo y que le den por saco a los demás; otros para subyugar a los pueblos y otros muchos, para nada.

      Todos, sin excluir a ninguno, tienen su propia ideología, cambiante según bajen, agitadas o mansas, las aguas del poder en manos de la diosa fortuna. Todos, sin dejar atrás a ninguno, utilizan tácticas y triquiñuelas para conseguir el VOTO de los ciudadanos, en las periódicas elecciones populares.

      Estos VOTOS se pueden conseguir lícita o ilícitamente. Hoy, en esta España (que no sabemos si es nuestra o no) se supone (mal supuesto) que los métodos utilizados para conseguir el VOTO son los lícitos. ¡Craso error! Quizás nos encontremos, en la actualidad, entre los primeros del ranking de países occidentales que, por mor de un pasado a olvidar, gozan y utilizan técnicas no muy aplaudidas, ni aceptadas y, en ocasiones, inmorales.

     Creemos que los caciques y el caciquismo de otros tiempos son cosas pasadas (no olvidadas) que desaparecieron “per sécula seculorum”. ¡Pobre de nosotros, ingenuos votantes! Hoy, estos señores, amigos de lo caciquil, siguen merodeando por nuestro rededor político y dándonos muestras sibilinas de su apego a tales maniobras antidemocráticas, de comprar o imponer VOTOS.

     Hoy, aquí, se cuecen habas de todas clases y tamaños. Son muchos los inventores de maneras de comprar VOTOS y muchos más, los que aplican estos modos en beneficio propio y de sus allegados. Los partidos políticos, poco a poco, han ido perdiendo sus pieles de honradez, quedándose en mercaderes de VOTOS a costa de todo, legal, ilegal, lícito e ilícito, sin tener en cuenta, el precio a pagar y los resultados de sus despreciables actuaciones. De forma sibilina se inventan subsidios, ayudas, prebendas, socorros, asistencias para embaucar a los vulnerables, a los desfavorecidos, a los marginados, a los sin casi nada. Se suben migajas, calderillas a los peores pagados, mientras, con nocturnidad y alevosía, los compradores de VOTOS se sobrepasan en sus oscura y gruesas subidas de sueldo.

     La mentira, el engaño, las falsas promesas, las pervertidas palabras sirven, de forma clandestina y perversa, para comprar VOTOS y más VOTOS. Los caciques actuales, con pieles de mansos corderos, artistas de las artimañas y las triquiñuelas, se pavonean, sin escrúpulos, al contemplar sus sacos llenos de VOTOS.

     En la historia de los pueblos siempre aparecen “líderes” acompañados de domesticados jefecillos y una tropa de voceros, dogmáticos todos ellos, dispuestos a comprar VOTOS de izquierda, de centro, de derecha, de levante, de poniente, de ricos, de pobres, de buena o de mala gente, de ilustrados, de ignorantes, de comprados, de vendidos, de rojos y de azules, de santos y demonios y de todo aquel que esté dispuesto a comulgar con ruedas de molino.

     No nos haría falta ningún ejercicio publicitario (en política, propaganda) para comprar o vender VOTOS. Basta con saber emplear ASTUCIA, PROMESA, ENGAÑO y MENTIRA. Y cuánto más de estos, más se llenarán las alforjas de los despreciables COMPRADORES DE VOTOS.

     ¡Hay pena, penita apena de los moradores de esta tierra sin par, España!



En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 19

CONTAR MUERTOS

     No es para tomarlo a chanza, es algo bastante serio, quizás lo más serio que nos ha regalado la covid-19. Las incontables muertes de seres humanos, con nombres y apellidos, con apesadumbrados familiares y pesarosos amigos, con derecho a digno reconocimiento y a ser acompañados por los suyos en momento tan trágico, han sido cercenados por todos aquellos que los consideraron número de una fría y falsa estadística.

     El dolor se volvió escarnio al comprobar que los “contadores gubernamentales”, con intención o sin ella, mostraron una y otras muchas veces, su incapacidad, su ineptitud para contar los fallecidos. Misterio inconcebible, inaceptable y reiterado en el tiempo, que nos produce dolor, malestar y máximo cabreo, por lo que supone de trampa y por considerarnos tontos a todos los españoles (exceptuando a los suyos, a los del poder, a los que tratan de tapar equivocaciones y errores cometidos a lo largo y ancho de esta pandemia asesina)

     Mi malestar, acompañante del malestar de muchos paisanos españoles, crece, se agiganta cuando, con torpezas y descaros, los responsables del contar pierden fallecidos, cambian los datos, resucitan muertos, en nefastas ruedas de prensa, en inentendibles comunicados informativos, ausentes de reconocimientos de haber cometido errores y del obligado pedir perdón a los ofendidos, muertos, familiares, amigos y resto de la ciudadanía.

     Y Lo peor de todo es que, este macabro atropello, pasará, si los españoles no lo remediamos, al libro del cruel olvido y los responsables de tal felonía se irán de rositas o seguirán en su tarea de personajes salvadores, sin dimisiones y sin renunciar a su gansa pasta.

     Termino con el mayor de los respetos a los que se fueron para siempre, con el sincero pésame a los familiares, con el mayor de los dolores y con la repulsa y condena de los “artistas” del mentir, para mantener su puesto, aunque sigan demostrando ineptitud e incapacidad.

      Los “maestros” del buen contar. ¡Dios nos libre de sus cuentas!   

martes, 29 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 18

TE COGIERON CON LA VOZ EN LA MENTIRA 

     Si, no fue con las manos en la masa, fue, tía, con la voz en la mentira, Sra. Montero.

     Conocíamos sus manejos, su parla y sus salidas en los asuntos políticos propios y ajenos. Sabíamos de su desparpajo, algo callejero, para salir de perversas situaciones planteadas por sus enemigos fachas. Estábamos al tanto de su talento en mudanza y de saber proteger muy bien sus espacios vitales de Galapagar.  Estamos al corriente de sus estupendos “emolumentos” por defender la igualdad. Pero no sabíamos nada, tía, de su ingenuidad. No quiero pensar que fue intencionado el espectáculo montado en la tele vasca y dado a conocer por Iglesia.

     Ni de los vascos, ni de los periodistas, ni de nadie se puede fiar una, en estos tiempos que corren, aunque siempre, al final, la culpa es del PP o del pobre Rajoy. Los informes son conocidos antes que los autores de ellos, los secretos, en un plis plas, dejan de serlo, los móviles ocultos disparan a hurtadillas con una eficacia envidiable y no digamos nada de los “buitres” que viven de destapar asuntillos, de revelar secretos, de desclasificar, de mercadear con los chismes políticos, etc. etc.

     Tendríamos que decir que por la boca o por la confianza muere el pez, en este caso, la pescadilla. Sabrosas fueron y son las manifestaciones pescadas, despachadas con naturalidad y desprecio a los videntes. Ya sabíamos que el 8 de marzo algunos, algunas o muchas se quedaron en casa por miedo a coger la covid-19 como zampaste en tu pillada. Luego, ya sabías, pillina, los riesgos de contagios existentes y te callaste como una “pluma” y, para más inri, se te escapó que ello no se lo ibas a contar a nadie. ¡Que graciosa y que honrada, tía! Además, no te importó contagiarte y que muchas de tus compañeras de viaje, terminaran “enganchada” como tú (o “sease”, como ejemplo, la mujer de tu jefe y alguna que otra ministra) Los muertos por el 8 m. no cuentan para tus amigos Illa y Simón.

     Me pregunto ¿Quién te vendió y quién te compró? Y me contesto. Te vendiste tu solita y te compraron los que están hasta los mismos de aguantar tus monadas, exabruptos y desplantes.

     Ahora, después de tus gracias, búscate abogados para repartir denuncias, porque largarte, no te vas a largar, aunque se lo pidamos, a diario, a Santa Rita patrona de los imposibles.

     Con el debido respeto a su cargo y a su persona, termino con el firme deseo de que, más pronto que tarde, se esfume, bien acompañada, de nuestras vidas.    


En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 17

¡VA DE “TOCA”! AHORA, LA GUARDIA CIVIL.

     ¡Ole sus bajos “pinreles”, sr. Marlasca, el muy querido ministro del interior español! No tenía nada mejor que hacer que fulminar, porque le “tocaba”, a uno de los mandos más destacado de la Benemérita, apellidado Pérez de los Cobos. Y se quedó tan tranquilo el “gachó”, por fuera, ya que, por dentro, iba la procesión de dimitidos, cesados y nombrados, y lo que te contaré “Manué”, que no es poco y bastante malo.

      No le sirvió al cesado, su buen currículum personal, ni su respetada y respetable hoja de servicios, ni su intervención en el problemón de los golpistas catalanes, ni su uniforme, ni su negarse a cometer una ilegalidad, ni algún que otro mérito personal. El gran jefe iba a por él, por toca, y se acabaron las dudas, los miedos y las buenas o malas consecuencias derivadas del cese, pese a quien le pese.

      Y mientras, el mayor jefe de este jefecillo, grande y respetado juez en otros tiempos, andaba desaparecido, por recomendación de la élite global que lo llevó a la Casa Blanca (Aquí, llamada Moncloa)

      ¡Bravo sr. Marlasca, una y mil veces bravo, por sus “coj…  o sus ov…! Los motivos y las excusas dadas no convencen a casi nadie, ni a sus compañeros de viaje hacia ninguna buena parte.

    Pequeñas pinceladas a este macabro cuadro de tonos grises y negros.

      Honor al que DIMITIÓ.

      Respeto y reconocimiento a los cesados.

      ¡Que “chusco” chantajear con mejoras salariales a la Guardia Civil y a la Policía Nacional! Como tapadera de una actuación más que CHUNGA y DESPRECIABLE.

      ¿Por dónde anda o dónde se mete la Sra. “Directora” de la Guardia Civil? Cuyo nombre no quiero recordar.

      ¿Conoceremos el final de esta interminable historia?






 

lunes, 28 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 16

LAS COLAS DEL HAMBRE                                                                              

     Aquellos, nunca olvidados, tiempos de la posguerra, desgraciadamente, se repiten en esta España nuestra de hoy, de modernidades y de inclementes atrasos, con claros paralelismos y profundas colisiones.

     Pocos supervivientes nos quedan de aquella fratricida y maldita guerra. Bastante somos los hijos de la posguerra que todavía pululamos, bullimos o trajinamos por el “suelo patrio” (nominación no muy aceptada por tirios y troyanos españoles) con la tarea, sobre los hombros curvados de longevos habitantes, de no repetir semejante barbarie.

     La torpeza, la estupidez, la vanagloria y otros muchos perversos caminos transitados y puestos a punto por el hombre, de aquí o de allá, son siempre atributos deleznables de los hombres que carecen de humanidad, que dejan de ser hombres para convertirse en tristes sucedáneos de desmadejados individuos.

     Nunca pensé, nunca imaginé que, en estos tiempos de sobrados adelantos tecnológicos, de derroches, de despilfarros, de abyecto consumismo, de toneladas de basuras y desperdicios y de otros muchos “adelantos” de la modernidad, pudiéramos volver, en este España nuestra, al triste coleccionable de las estampas de LAS COLAS DEL HAMBRE. ¡Chocante situación! ¡Castigo merecido por no elegir bien a nuestros gobernantes! ¡Escarmiento justo por olvidarnos de hacer los deberes de educación, salud y trabajo! ¡Correctivo al pasotismo deshumanizado! ¡Premio al narcisismo, a los absurdos egos, a los malvados odios y a la maligna envidia! Pecados todos de casi todos nosotros, crecidos hasta altísimas cotas de perniciosos individualismos, en un mundo “globalizado”.

     Pobres, aquellos que se ven obligados a buscar en las COLAS DEL HAMBRE y pobre de nosotros, causantes de tamaña humillación, vergüenza y degradación.

     Al final de esta pandemia, seguirán gobernando los mismos, con los mismos modos y maneras, con la misma desfachatez, con las mismas mentiras, con la misma ineptitud y con las mismas, o más, COLAS DEL HAMBRE, y seguiremos aceptando sumisos, silentes y desvergonzados estos siniestros “paseos”, sumergiendo en los infiernos nuestras miserias de hombres del siglo XXI.



En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 15   

¡A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES! 

     Los MUERTOS del “coronavirus”, desde el comienzo de esta macabra historia, fueron número de una lúgubre estadística, mantenida por usted, don Pedro Sánchez y sus acólitos, como un entretenimiento diario, como un “pasar el rato”, como un divertimento cotidiano. No está mal, señores del gobierno y bien pagados voceros, la manera de saltarse a la torera el dolor, los dramas personales y tanto y tanto sufrimiento, sin un acto de contrición visible y colectivo de homenaje póstumo a los que, sin señalar culpables, se nos fueron para siempre. Sólo números y huecas palabras lanzasteis por ellos, ni un sencillo símbolo acompañó vuestro siniestro proceder.

       Y es ahora, “MANGAS VERDES”, cuando el corrosivo remordimiento, os arrastra a aliaros con el boato y la suntuosidad, para hacer el póstumo homenaje a los miles de fallecidos. Bastante tarde y con manifiesta desgana, pondréis las banderas a media asta, señalaréis días oficiales, guardaréis minutos de silencio, luciréis prendas de lutos reglamentarios y buscaréis réditos no merecidos.

       Los dolientes, aquellos que no sabemos cómo soportaron la marcha de sus seres queridos y los abrumados espectadores de tamaña tragedia colectiva, con el mayor de los desprecios, os gritamos “A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES”.



En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 14

LA DE VOX 

     Voy a tratar de hacer un ejercicio de extrema objetividad, limitándome a contar lo que vi, en directo, a través de “Intereconomía” (El Toro), única cadena televisiva que retransmitió la manifestación motorizada promovida por VOX en distintas capitales de España.

     A las 11,30 horas, la citada cadena comenzó la retrasmisión de la manifestación, precedida de la presentación de ésta por los presentadores de dicha cadena, a los que sigo ocasionalmente en las largas noches de confinamiento.

      Ya en las primeras conexiones pude comprobar que la movida iba a ser gorda en la capital. Muchos coches, muchas motos y muchas banderas de España. Ruidos de motores, sonar de claxon, idas y venidas de los organizadores y participantes, antes del comienzo de la manifestación.

     Llegada la hora de la partida, la motorizada manifestación se puso en marcha con la consiguiente sonoridad de las bocinas, de los motores de los vehículos y el ondear de las banderas. Marcha lenta con detenciones obligadas. Me resulta difícil señalar la cantidad de coches participantes y más aún el dar un número de motos. Ya, como siempre y según su “catadura política”, habrá quienes engrandezcan o aminoren las cantidades de ambos. Multipliquen los vehículos por 2 ó 3 y nos dará aproximadamente el número de participantes, a los que habría que sumar bastantes viandantes con sus respectivas banderas.

     Abriendo la ruidosa y animada comitiva un autobús de dos plantas, la de arriba descubierta, donde se agrupaban algunos dirigentes del partido organizador y los aparatos necesarios para el sonido de animación. Los dirigentes de VOX alegres y satisfechos por el respaldo popular a su convocatoria. Hasta aquí el sencillo relato de lo que vi, gracias a la retransmisión de “eltorotv”.  

      Ahora es el momento de la “subjetividad personal”. Los siguientes comentarios agridulces me acompañarán a lo largo de esta narración personalísima. Descubrí, con enorme satisfacción, que todavía quedan españoles dispuestos a enarbolar la bandera de España, la nuestra, sin complejos y con la aceptación de ésta como símbolo querido y respetado. Nadie, ni los más “antitodo”, podrán negar que la roja y gualda resultó incontable por su enorme cantidad, superando con creces a los vehículos y participantes. Aparte del colorista y sonoro espectáculo de la manifestación, en muchos momentos, sentí el orgullo de ser español de los que ansían la libertad por encima de todo, como la mayoría de los participantes, en contra de los que tratan de convertirnos en súbditos o vasallos, robándonos la categoría de CIUDADANOS.

     Me sentí empequeñecido y despreciado por el comportamiento de las todas las cadenas de televisión (menos una, Intereconomia) que no dijeron, ni televisaron, en directo, nada de la misma. Las televisiones públicas (costeadas por todos los españoles) ni pío, pío; La 3, la 4, la 5 y la 6, en manos de “Dios sabe quién” (Unos pocos de españoles, si lo sabemos) no perdieron ni un segundo de su programación en mostrarnos, en directo, la exitosa marcha de la “Ultraderecha VOX”; también, me sorprendió que TRECE, pasará olímpicamente, como las “vendidas”, de la primera y exitosa manifestación motorizada. Sin embargo, casi todas ellas, tuvieron tiempo y cuajo para mostrarnos, en los días siguientes, en diferido, imágenes de los pocos y pequeños “incidentes” ocurridos en la misma. La imparcialidad brillo por su ausencia y la parcialidad fue manifiesta. Gracias al proceder de las cadenas televisivas, nuestro “encadenamiento” es peor que el peor de los confinamientos.

      ¡Y para qué contar más!

     Tratar de ser objetivo en el fangal en que nos movemos, es tarea difícil y, aunque el pecado de la subjetividad enturbie algo el relato, quiero gritar, en silencio con sinceras palabras, mi descontento, mi pesadumbre, mi inquietud, mi miedo a seguir en manos de falsos socialistas, de populistas, de comunistas y de vividores de la política.

 

domingo, 27 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 13

 HICIMOS DE BILDU UN SANTUARIO DE BUENA GENTE. ¡CUESTA CREERLO!

      Hay pactos y pactos, hay pactos necesarios y pactos increíbles y por encima de todos, hay pactos repugnantes, sucios, inmundos y asquerosos. Ayer, a deshora, tres representantes, o lo que sean, de tres partidos políticos, o lo que sean, firmaron un documento de derogación íntegra de la reforma laboral. Los firmantes: Lastra (PSOE), Echenique (PODEMOS) y Aizpurua (BILDU) tres “ejemplares políticos”, estaban más contentos que unas pascuas, al ser elegidos, por su jefe Pedro, como “notarios” del repugnante pacto. El impresentable Otegui, adalid de los etarras, derramaría lágrimas de alegría por la ganada batalla y, con seguridad y prontitud, enviaría muestras de gratitud al rey sol, Pedro Sánchez.

     Pero, cuando los acuerdos o pactos no son buenos o son peores que malos, salta la primera rectificación de los señores del PSOE. Lo de “íntegra” no vale, hay que seguir estudiando el tema, ¡Europa nos vigila!

     El tiempo corre a galope tendido y temprano, en la mañana, el vice del gobierno de España, Pablo Iglesias, mostrando su poderío, manifiesta que lo firmado es de ley y que va a misa sin quitarle ni una coma, derogación íntegra y caiga quien caiga.

     En este país nuestro, subyugado por socialistas y comunistas de nuevo cuño, las cosas, menos las crisis, duran poco. Pronto nos llegarán nuevas rectificaciones que nos llevarán al caos.

     Y mientras, Bildu, desde su atalaya norteña y su imperdonable proceder en el pasado y en el presente, nos mirará por encima del hombro, despreciándonos y sacándonos “tajadas de bienestar”.

     Al final, si no nos levantamos, si nos callamos, si solo balamos como mansas ovejas o escondemos la cabeza como el incomprendido avestruz, habremos perdido lo más sagrado que poseemos, la LIBERTAD.


  ¡Éste es el acuerdo, no hay otro y se cumple en su integridad! Encima con chulería ¡Pobre Pedro y pobre de todos nosotros!

   

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 12

EPÍSTOLA PARA PEDRO, PABLO Y SUS COMPAÑEROS DEL GOBIERNO

     Querido, por algunos súbditos, (por mí, no) gobierno de ESPAÑA al completo, inventado por el egocéntrico Pedro en connivencia con el populista Pablo, la aquiescencia de su gran dama y la soldadesca gubernativa:

      Doy por hecho que, todos los miembros y “miembras”, a los que va dirigida esta EPÍSTOLA, son conocedores y conocedoras de lo que es una EPÍSTOLA. Por refrescarles sus memorias (algunas veces perdidas en magnas elucubraciones) les suscribo algunos de sus significados: 1. Carta. 2. Composición literaria en prosa o verso en la que el autor (en este caso, un ciudadano libre y orgulloso de ser español) trata de justificar un vicio, instruir o moralizar. 3. Lectura que se hace en la Misa, (Pretendiendo, este modesto escribano, que el contenido de ésta, como verdadera e indiscutible, “vaya a Misa”)

     Entro en materia. En esta feroz pandemia que estamos padeciendo todos, todos somos protagonistas en mayor o menor grado. China nos hizo “el regalito” y lo repartió por el globalizado mundo del hoy. Y ¿Cuál fue nuestro pecado, inocentes sufridores? Creerles a ustedes, a los expertos sanitarios, a Simón y a Illa (puras maravillas en equivocarse) y para que el mal se extendiera, el gran jefe, su mayor acólito y el resto de los gerifaltes gubernamentales, apoyaron y permitieron toda clase de manifestaciones masivas (8 de marzo, partidos de fútbol, mítines políticos, etc. etc.) arcas de contagios y posteriores muertes. Y para más inri, os pasasteis por el “forro” todas las recomendaciones de expertos e instituciones nacionales e internacionales. Y lo que predijisteis y anunciasteis como una pasajera gripe, se convirtió en una máquina infernal de matar.

     Y cuando quisimos entrar al toro, ya era tarde; además, el bicho nos cogió desprovisto del necesario material sanitario. Suma y sigue contando contagiados y fallecidos. Comprasteis mal a no sabemos quién, comprasteis más caro. Los chinos os engañaron como chinos y, cuando esto ocurre, algunas “perras” se pierden en el camino o se quedan en bolsillos ajenos.  Para tranquilizarnos, para calmar nuestra ansiedad y miedo, nos llevasteis a un estado de alarma (cuasi desconocido) y para hacerlo más divertido lo dividisteis en 4 FASES de DESESCALADA (Que al final del malicioso experimento, no sabremos nunca cuantas fases fueron) Inventasteis los “erte” (muchos de ellos no pagados, al día de hoy) anunciasteis sueldos vitales para los más necesitados, que todavía no han llegado. Metisteis en el CNI a uno de los maduros iluminados, para guardar los secretos más secretos del país. Repartisteis, a vuestro antojo y según los colores políticos, las libertades de los súbditos de las CCAA, señalando a Madrid como la garbanza negra de la pandemia, no dejándola salir del “cero patatero”. Fuisteis chuscos, malvados y bastante indignos al negarnos el listado de los componentes del Comité de Expertos, responsable de colocar a cada CA en su fase. El gran jefe, con la complicidad de todos sus ministros (inservibles la mayoría de ellos) nos dio a conocer su gusto y deleite por alargar quincenalmente, una y otra vez, el estado de alarma. Y no contento con ello, ¡Ahí va!  Ahora, en la próxima, por 30 días o… ¿quién sabe si algo más o menos? En estos días os estáis entreteniendo en hacer desaparecer los muchos documentos de avisos de la mala idea con que se nos venía encima el “coronavirus”, mucho antes del fatídico 8 de MARZO. ¡Cómo para confiar en vosotros!

     Nos enseñasteis, señores y señoras de “podemos”, a hacer caceroladas y escraches y os pusisteis “morados” en practicar ambos divertimentos. Ahora os quejáis, con llantos de Magdalena y olvidadizas plañideras, al recibir las inaceptables bromas. ¡Probasteis, sin quererlo, vuestra propia medicina! ¡Los mosqueos del hoy son el premio de vuestros procederes del ayer!

     De risa y de pena la última encuesta de vuestro amigo, el sr. Tezanos que no se la cree ni el mismo y así lo dice cuando nos recomienda, no creerla. ¡Vaya cara la del “paisa”!

    Sres. del gobierno, incluyo al presidente, que mal usáis la que debe ser justa “vara de medir”. Todo “lo vuestro” es libertad de expresión y, por tanto, permitido y aplaudido; lo mismo “de otros” es puro fascismo, es cosa de pijos y ricos aficionados al golf, es antidemocrático, son actuaciones malévolas de recalcitrantes fachas, carcas, antipatriotas o señoritos de la casta.

      No quiero cansarles con algunas que otras cosillas, menudencias de un octogenario algo ido que, de momento, vive y ve el aciago y fatídico pasado, el funesto diario y el incierto futuro que se nos viene encima con no muy buena pinta. Aunque esta epístola da para más, me despido con la ciega esperanza de que, no muy tarde, dejéis de darnos por saco, nos devolváis a la vieja o nueva normalidad y, de paso, pidáis perdón a todos aquellos que dejasteis en la “cuneta”, por su veraz “memoria histórica”.

      El Viso del Alcor, un 18 de mayo de 2020

      Firmado: Un español algo cabreado 













 

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 11     

A LOS FERIANTES, ABANDONADOS DE LAS MANOS DE LOS DIOSES

     ¡Qué vengan los dioses y vean lo que el “covi-19” y sus ineptos compañeros de viaje, han hecho con el gremio de FERIANTES!

      No hay consuelo para el feriante, ni para sus “cacharritos”, ni para los infantes (y algún que otro maduro mozo) ni para la cerveza, el fino y el recién inventado rebujito, ni para los modernos catering, ni para los alumbrados de  ferias, ni para el algodón dulce, ni el tiro pichón, ni para las retahílas publicitarias de las tómbolas y las chocolaterías, ni para el  pobre turón que paciente espera, desde las fiestas navideñas, la llegada de la primera Feria de primavera, (la de nuestros vecinos de Mairena del Alcor) ni para las Casetas, los farolillos, los bailes y los cantes y, sobre todo, en nuestro albero, para LAS CRUCES de la TABLÁ, ni  para EL PREGONERO (sangre de mi sangre) que tendrá que esperar un año para elevar al cielo su canto de exaltación a LA CRUZ VISUEÑA.

      El consuelo, los aplausos y los reconocimientos, no dan para “papear” ni para sobrevivir. Hacen falta ayudas de todo tipo para sacar del profundo “hoyo” en que se ven hundidos tantos y tantos feriantes. Inventemos formulas salvadoras para estos gremios, derrotados y vapuleados por el covid-19. Tratemos, en venideros mejores tiempos, de devolver a los más pequeños el uso y abuso de sus “cacharritos”. Pensemos en cómo construirles una gloriosa calle del infierno. Vivamos con el propósito de agigantar hasta límites insospechados la obligada y necesaria convivencia. No rompamos la cadena de continuidad festiva de fiestas y ferias, antídotos propicios para vencer al “bicho” que hoy nos subyuga con el hálito de triunfador.

     Y para los visueños y visitantes ¿Qué quiero para ellos? ¡Qué los caballitos del sube y baja vuelvan a cabalgar por nuestros pueblos y ciudades! ¡Qué los patitos se dejen coger por nuestros más pequeños infantes! ¡Qué el infierno se vuelva bendita gloria llena de risas y algarabía! ¡Qué el alcohol corra sin complejo y las más exquisitas viandas lo acompañen en su sabio hacer! ¡Qué el sol, sin preocuparnos de la graciosa lluvia, nos acompañe, y la luna se resista a marcharse de nuestras fiestas! ¡Qué los “latigazos”, los “choques locos” y los “escobazos” se vuelvan incruentas travesuras para sus receptores! ¡Qué las casetas y las calles vuelvan a la normalidad, sin necesidad de guardar distancias, ni de usar mascarillas! ¡Qué los cantes y los bailes se conviertan en sacros y envidiados himnos de la más sana tradición! ¡Qué al final no falten los churros, el chocolate, los buñuelos, las tómbolas y demás greguerías de ferias! No es mucho pedir, no fue poco lo que perdimos en el año de los dos 20. El precio pagado al coronavirus ha sido excesivo e irreparable y son los feriantes, junto a otros muchos profesionales, los grandes paganinis del maldito festín del covid-19.



 

sábado, 26 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 10

¿SE PUEDE SER OPTIMISTA EN COMPAÑÍA DEL COVID-19, ALIAS “CORONAVIRUS”?

     Convivir temporalmente con el covid-19, coronavirus, no es apetecible para ningún mortal, de manera especial para aquellos encuadrados en la “ancianidad” (título menos rimbombante y llamativo que el de viejo o vejestorio)

     ¿Se puede ser optimista en una situación como la que estamos padeciendo? Los agoreros, los atrabiliarios, los biliosos, los coléricos y otros tipos de amargados, sin esforzarse, apostarán y defenderán la imposibilidad de ello. El optimismo lo dejarán para los ilusos, los quiméricos, los soñadores y sus legiones de seguidores.

      Personalmente no sé en qué equipo me encuentro. Algunos días me alío con los pesimistas, con los descreídos, con aquellos que vaticinan que el covid-19 es una premonición, un aviso apocalíptico, el inicio de un caminar hacia el fin de todo, una última guerra destructora del género humano. Otros días me agarro con todas mis fuerzas a los optimistas, a aquellos que piensan y ven, en este episodio del coronavirus, una redención, la oportunidad necesaria y creativa de un nuevo hombre, más vivo y humanizado, responsable de salvaguardar la Tierra y sus moradores.

      En esta cruenta lucha del coronavirus, empeñado ferozmente en aumentar el número de contagiados y fallecidos, tareas macabras del insaciable “vicho”, contra la actitud salvadora de los soldados de bata blanca o celeste, empeñados en levantar una barrera que ponga punto y final a este mal sueño, habrá, al final de la contienda, incontables ausentes, viajeros a la nada, no culpables de su marcha a un más allá aborrecible, componentes de inútiles fatídicas estadísticas y de futura carnaza para el olvido o para el entretenimiento de los muchos desmemoriados.

     Pero, si quedarán, entre los supervivientes, mantenedores, contadores, notarios y escribanos de las historias vividas y padecidas por el pueblo, donde no faltaron héroes, mártires y santos que, cumpliendo con su deber, derrochando altruismo, generosidad y solidaridad, se dejaron su vida por salvar otras vidas. Aquí no valen aplausos y reconocimientos, sobran homenajes tardíos, sólo queda el CASTIGO de aquellos que, bien acomodados en sus poltronas, permitieron y propiciaron esta BARBARIE.



En tiempo de PANDEMIA


Entrega 2. Escrito 9

¡ME MUERO DE PENA, DE RABIA Y DE IMPOTENCIA!

    ¡Ay pena, penita, pena! Pena de un vivir sinvivir, pena de padecer confinamiento, encierro inmerecido, pena de haber perdido LIBERTAD, pena de sólo escuchar penas, pena de enterrar a los muertos en soledad, pena de pasear con la negra pena, pena de silente perdedor, pena de ahora para siempre, pena de humano cobarde, pena de inútil desahogo, pena de pena viva que me roe las entrañas y el alma, pena de todo lo que fuimos y nunca más  seremos, pena gorda, insufrible, invencible, pena rota, “quejío” agonizante, pena de ser y no ser, de estar y no estar, pena y  más penas. Y con ella, la pena, muero poco a poco, casi sin darme cuenta, sin protestar, sin una luz, como merecedor de tal castigo.

     La rabia, amiga oscura de la pena, hija de la ira, abducida por el “coronavirus” se incrustó en mi vida, despertando en mis adentros, sentimientos de odio y de repulsa hacia los que, ajenos al dolor, manejaron con torpeza e ineptitud el macabro juego de esta pandemia. Mi rabia creció hasta límites desconocidos por mí. No podía admitir, ni asimilar las cifras de contagiados y fallecidos propiciados por esta “lóbrega chinada”. La rabia, la mía y la de otros muchos dolientes, alcanzó peligrosas cotas de desprecio, de vilipendio, de injuria, de ultraje hacia los responsables de tamaño mal colectivo. Y mi rabia, sumada a la rabia de otros muchos dolientes, no encontrarán perdón, ni olvido, para los culpables.

     La impotencia, señora “que torna inhábil todo lo que toca, me ha envuelto en la niebla del no hacer, del apestado conformismo, trasladándome al rincón de los callados, de los obedientes súbditos. Anulando, al tiempo, mi inservible carné de ciudadano aquí, en el que creíamos patio sagrado de una engañosa democracia.

     Por ello y por ellos, MUERO DE PENA, DE RABIA Y DE IMPOTENCIA.







En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 8    

A VECES NO HAY PÓXIMA VEZ, NI SEGUNDAS OPORTUNIDADES, A VECES ES AHORA O NUNCA

      No sé quién es el autor de esta verdad incuestionable. Buen pensador sería y mejor aún, conocería negativas situaciones límites para cambiar, sin dudas, aquello que consideraba inmoral, injusto, inaceptable, dañino, doloso, falso y demás adjetivos peyorativos aplicables a escenarios humanos no deseados.

    AHORA o NUNCA. En mi condición de pardillo poco ilustrado, desconocedor de los intríngulis políticos para alcanzar el poder y mantenerse en él, me pregunto, cómo el pobre tomate que, tranquilo está en la mata, termina confinado en una lata, si es llegada su hora, ahora, para acabar con esta “maldición”.

     Tomates somos sin proponérnoslo. Tomates de diferentes texturas, tamaños y colores. Tomates de nimia categoría o de suprema calidad. Y para que haya tomates, tienen que haber “tomateros” de buena o de pésima calidad que saben muy bien lo que hacen y lo que no deben hacer. Y cuando estos, consiguen una buena cosecha, aunque, para ello, tuvieran que utilizar toda clase de pesticidas, nada, ni nadie los aparta, los cambia en su manera de proceder, haya infectados o extintos tomates en las tomateras. A no ser que el AHORA, alejado de segundas o terceras oportunidades temporales, se convierta en ÚNICA y SALVADORA encrucijada.

     El quid de la cuestión es el cómo acabar con los actuales “tomateros” sin dañar a los tomates y sin vernos obligados a confinarlos en latas o ataúdes de ninguna clase. Necesitamos, con urgencia manifiesta, encontrar en esta España empobrecida y maltrecha, los mejores “TOMATEROS POLÍTICOS”, capaces de sustituir con eficacia, dignidad, honradez y bastante mala uva a los actuales, maleados por el uso y abuso de nocivos pesticidas, de burdas mentiras, de abundantes secretismos, de perversos sectarismos, de groseras manipulaciones, de engañosas promesas y de otros productos perniciosos para los “tomates hispanos”.

     Es AHORA O NUNCA. Pongámonos, como expertos investigadores, a buscar una vacuna salvadora compuesta de buenas dosis del “saber votar”, de sobradas muestras del “saber elegir a la buena gente”, de los modos y maneras de desechar a “los oportunistas, pancistas, salvadores y demás chiquilicuatres”.

    ¡Es AHORA!  



viernes, 25 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 7

NUEVO DICCIONARIO DEL REAL CORONAVIRUS

      Habrá que tomar a broma o a chanza, por aquí a puro cachondeo, los nuevos vocablos nacidos y crecidos en los tiempos del “coronavirus” o “covid-19”, al margen del trabajo de los sesudos académicos de la RAE, ocupados en cosas lingüísticas más serias e importantes.

      Sin orden, ni concierto, ajeno a cualquier tipo de clasificación, a bote pronto, conforme a como aparecieron en mi camino de caminante usuario del español o castellano (que, para mí, ¡monta tanto, cómo, tanto monta!)

      Para este modesto escribano, cortito en conocimientos pandémicos, “CORONAVIRUS” y “COVID-19”, merecen el honor de aparecer en este “yo qué sé”, como primerizos vocablos, palabras que nos han metido en el cuerpo y en el alma grandes miedos y deseos de no haberlos conocido nunca.

     Vayan a continuación las definiciones “muy sui generi” de éste que suscribe y escribe, sin pretensiones de sabio lingüista, ni de limpiar, fijar y dar esplendor a los nuevos vocablos.

     CORONAVIRUS. Virus coronado, monarca mal intencionado y dañino, procedente del Wuhan chino (sin demostrar su origen y procedencia) experto en confinar, contagiar y matar humanos.

     COVID-19. Significado no explicado del todo, compuesto, como se aprecia, de 5 letras, un guion y 2 números. Podría ser un epítome de “coronavirusdel2019”.

     NUEVA NORMALIDAD. Todos, menos algunos políticos incluidos los presidentes de gobiernos, conocemos y convivimos con la Sra. Normalidad que no deja de ser lo que, por naturaleza, forma o tamaño, ocurre o es como siempre. Por lo que la normalidad no podrá ser ni nueva, ni vieja. Don Pedro, aplíquese el cuento y olvide lo de la NUEVA NORMALIDAD y no sea tan reiterativo, repetitivo y pesado, repitiendo en una de sus animadas ruedas de prensa, más de 50 veces lo de la NUEVA NORMALIDAD.

     DESESCALADA. Según me dicen es una “escalada descendente”, cosa más bien rara y algo extraña ya que escalar o trepar es siempre hacia arriba y de nada sirve, ni convence, aunque le pongamos delante el prefijo “des”.   

     CONFITAMIENTO. Palabra prima hermana de la actual y muy usada CONFINAMIENTO. El cambio de una “ene” por una “te”, dispara el distanciamiento entre ambas palabras. Confinamiento es encierro, normalmente causante de adelgazamiento; Confitamiento es hartura de fabricar y engullir toda clase de confituras y dulces, causante siempre de engorde.

     IFEMA. Invento salvador. Lugar readaptado con éxito para atender a los contagiados del “coronavirus” y, de paso, a los sintecho. Lugar para no olvidar, donde los sanitarios, ángeles y mártires, se dejaron la piel y más, su vida. Ejemplo mágico de rapidez constructiva y mutación de un local de ferias a un gran hospital.

    MASCARILLAS. Máscaras pequeñas de las que todavía no se saben sin son útiles o necesarias, según los ocasionales “científicos” entendidos en la materia. Construidas, artesanal o industrialmente, con cualquier tejido. De usar y tirar, lavables, y de todos los colores. Casi todas ellas terminan por dañar las orejas de los usuarios.

     TEST. Prueba poco vista. Oportuno, necesario e imprescindible material sanitario que dio a los chinos la oportunidad de tomar el pelo a los “sesudos” compradores hispanos del gobierno.

     ERTE. Hermano menor del ERE, inventado por el poder absoluto, para seguir “favoreciendo” a los empresarios de este país nuestro (Al revés para que nos entendamos). Pregunta siniestra: ¿Cuándo los trabajadores apuntados al ERTE volverán al “curro”?

     De aquí a que se nos acabe el estado de alarma, hay tiempo para ampliar este diccionario de usos y abusos, de cuentos y cuentistas, de parlantes y parlanchines y de ponernos serios, con lo que se nos viene encima. ¡Qué nos pille confesados!



En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 6

UN “PUENTAZO” PARA DESMEMORIADOS.

¡QUÉ POCA LECHE LE QUEDA A LA VACA HISPANA, CON TANTOS MAMONES!

 

      Cuando a una hermosa vaca, Hispana o Suiza de muy buena leche, se le acercan una desmadrada manada de “mamones” a chupar y chupar, insaciables, de su teta, ésta, se marchita y se avejenta. ¡Pobre vaca!

     Cuando las grandes fiestas, como el 1 de mayo (Día de San José obrero o día del Trabajo) o el 2 de mayo (Día del levantamiento de los madrileños (españoles) contra el invasor francés en 1808) pasan al plano de lo insignificante, de lo “malquerido”, de lo casi olvidado, entonces se avecinan tiempos no deseados, impuestos por salvadores e iluminados. 

     En días tan señalados, ¿Dónde están los gerifaltes y “gerifaltas” sindicales y sus legiones de “liberados”? Personajes, personajillos y “personajillas”, dueños y señores de las calles, alborotadores profesionales, expertos en piquetes y patrullas callejeras. ¿Dónde os escondisteis para salvaros del “coronavirus”?

    Ahora, todos los días y a todas las horas, nos torpedean con la llegada, más pronto que tarde, de una CRISIS que va a dejar en pañales a la última padecida. Alguien me puede explicar ¿Cómo defienden los sindicalistas de turno, jefes o enchufados, a los trabajadores? Muy bien no deben de hacerlo cuando nos sobran millones de parados. Y encima les damos dineritos constantes y sonantes para sus gastillos. ¡Así, cualquiera!

     El “coronavirus”, sobrado de mala leche, intenta colocar a cada uno de estos personajillos en su sitio. A los jefazos en el mayor de los mutismos; a los liberados en el miedo al contagio y a los ineptos mantenedores de estos, al Gobierno.

     Y mientras tanto, a LA VACA NACIONAL le va quedando en sus ubres menos leche. Son tantos “los mamones” que como nos descuidemos, nos quedamos sin vaca y sin leche. ¡En eso andamos!

     Menos mal que, Europa y los europeos son un poquito tontos y, cuando nos vean con problemas, nos echarán una mano (no sabemos si será al cuello o a los coj…)



       

jueves, 24 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 5

MI PRIMERA SALIDA DESPUÉS DE… 

     El miedo, ese poderoso caballero que se dedica, en sus muchos ratos de ocio, a meternos en el cuerpo y en el alma, toneladas de recelos, dudas, desconfianzas, temores y demás aprensiones, cumplió con nota su macabro trabajo de asustar al personal. El miedo, ese eficaz gentilhombre, invisible señor, nos regaló eso que llamamos, sin saber por qué, “coronavirus”, pandemia que nos tiene acobardado a medio mundo y deprimido, en extremo, al otro medio.

      ¡Vaya panorama! El confinamiento, mandamiento obligado de permanencia, a las buenas o a las malas, en la casa de cada uno, acabó en encierro permanente, en encarcelamiento casero, bajo pena de sanción y multa, su incumplimiento. El confinamiento, por quitar “hierro” al asunto, se alió con el “confitamiento”, agotando las existencias de harina, de azúcar y de levadura, y propiciando el engorde de sus pasivos y pacientes consumidores.

     El miedo, el confinamiento y sus sufridores, recibieron con albricias, las anunciadas SALIDAS al mundo de antes, para muchos, casi desconocido. El miedo, invencible, como de costumbre, se inventó un nuevo miedo, el miedo a salir a la calle. El confinamiento, quemado por su duración, recibió con gratitud no disimulada sus proximidades al “the end”. Y los sufridores, de todas las edades y estados, celebraron alborozados y alborotados las condicionadas SALIDAS. ¡Ojalá, éstas, no propicien un maligno rebrote del “Coronavirus!

      Los primeros en enfrentarse a las desiertas calles fueron los NIÑOS, Los pequeños cumplieron bajo la atenta mirada y vigilancia de alguno (no más de uno) de sus mayores. Las desbandadas del primer día se han ido normalizando. El miedo, no desaparecido del todo, cumple su misión de atemperar y suavizar el comportamiento de los menores.

      Después de ello, llegaron las FASES de la desescalada. Don Pedro, el amigo de Pablo, Trató de explicar, a lo Groucho, sus FASES, perdiéndose irremediablemente en casi todas ellas, en la nominación, en el orden y en el contenido, ¡Qué artista nos ha sido “regalado”! ¡Sus ruedas de prensa siempre terminan convirtiéndose en galimatías pura y dura! ¡Ser tonto y engreído ni te elevan a los altares, ni son virtudes políticas, ni teologales!

      Y porque tenía que llegar, como todo, llegó mi día, el nuestro, el de los ancianos.  Los “dueños” de este país, tan olvidado a veces, España, nos dieron permiso para abandonar nuestras “cárceles” unas horitas. No para correr, ni para tomarnos unos vinos con la familia y los amigos, ni para gozar de la compañía de los nietos. Sólo para pasear un rato.

      Y aquí la historia, vuelve a su punto de partida, al MIEDO, al “desacostumbro”, a los peligros del contagio, al seguir echando de menos a los tuyos. Y el miedo se enseñorea, se envalentona y te quita las ganas de salir y, en último extremo, hasta de vivir así.

      Resumen. No ha sido una grata experiencia, ésta, mi primera SALIDA.



     

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 4

UNA HISTORIA DE TERROR JAMÁS CONTADA

  Antes de entrar en materia, es obligado realizar varias puntualizaciones, para una mayor comprensión de este relato.

     HISTORIA es la narración objetiva de sucesos públicos o políticos de los pueblos. Sencilla y bonita definición de la denostada palabra Historia, ya que ésta, en manos, bocas y haceres de los hombres, se pervierte, se deprava, se degenera, quedando despreciablemente convertida en papel mojado, en puro cuento, en oscura leyenda, en interesado chisme o en dura patraña.

     Por autenticidad y por pragmatismo voy a dejarme de historias y voy a meterme en la HISTORIA que, hoy, ahora, me pide el cuerpo, que me preocupa en estos días de confinamiento y que, con tanta próxima desescalada, nos van a mandar a más de uno al manicomio de los elegidos por el “coronavirus”.

     Argumento nuevo de esta terrorífica HISTORIA. El “coronavirus” no nació por nacer, sin ayuda de nadie, solito con el dicho de “yo me lo guiso, yo me lo como”. Nos cuesta creer, a los ignorantes de la historia del mundo mundial, que de la nada o de casi nada, nazcan millones de millones de bichitos asesinos, dispuestos a menguar en cantidades extraordinarias a los pobladores de nuestro planeta Tierra. Por ello, algunos (cada vez más) defiende la teoría de que el “coronavirus” fue CREADO por el hombre. ¡Vaya tela! Los “wuhaneses chinos” fueron los elegidos para presentarlos en sociedad, aunque, pienso que, la mayoría de ellos, desconocían los pormenores de esta macabra historia.

     El mundo, el nuestro, en el que nos movemos (cada vez menos) está lleno de “casualidades”. Casualidades nimias e insignificantes y casualidades gigantescas, difíciles de desechar. ¿QUÉ HACÍA LA LAMADA “ÉLITE MUNDIAL” (Grupo de influyentes “Personajes” de todo el mundo, con nombres, apellidos y cargos) ESTUDIANDO LOS EFECTOS DE UNA DEVASTADORA PANDEMIA MUNDIAL EN LOS COMIENZO DEL 2019? Me pregunto: ¿Los de la “Élite” son acaso los nuevos profetas de una nueva era y dueños y   señores del mundo? o ¿son quizás los creadores del mortífero virus?

     ¿QUÉ SABEMOS DEL EVENT2O1?

     ¿SON LA SANIDAD Y LA ECONOMÍA LAS GRANDES PREOCUPACIONES DE ESTOS DUEÑOS DEL MUNDO?

     ¿DÓNDE ESTÁN LOS DESCUBRIDORES DE ESTOS SUCIOS MANEJOS?

     ¿EN QUÉ SITUACIÓN Y DE QUE LADO ESTAMOS LOS ESPAÑOLES, CON LOS GOBERNANTES ACTUALES QUE TENEMOS?

     ¿SALDREMOS DE ÉSTA?

     Esta HISTORIA interminable, inacabada y terrorífica, será, por siempre, un feo melón por calar, una aborrecible mentira, una caja de oscuros silencios, un apagado grito de impotencia, una auténtica cochinada, un callejón sin salida, un amplio catálogo de preguntas sin respuestas, un renacer del odio fratricida y entre tanta porquería, la entrega y el dolor de los mártires y santos que dieron todo por los demás.

  

miércoles, 23 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 3

¡Y CUÁNTO “TODO” PASE… ¡

      Y cuanto todo pase… Si seguimos por estos andurriales, ¿Qué pasará?

      ¿Estaremos entre los afortunados que podamos CONTARLO o, dicho con toda crudeza, seremos uno de esos números impersonales, alimento de falsas e interesadas estadísticas gubernamentales?

     ¡Qué difícil y que negro nos están poniendo el futuro, aquellos a los que pagamos religiosamente para que nos cuiden! Sobre todo, a los “ancianos”.

     Si vivo para contarlo, me gustaría tener la suficiente capacidad, claridad y fortaleza para denunciar a los responsables directos de tantos padecimientos y tantas muertes. El “coronavirus”, sin paliativos es el mayor culpable, pero, no olvidaré que han sido muchos sus “colaboradores”, sus cómplices y sus coautores a la hora de escoger víctimas inocentes. Si vivo para contarlo, procuraré tener despierta la memoria, rechazaré los olvidos y señalaré, sin ira y con imparcialidad, a aquellos que con sus errores y maledicencia hicieron crecer el sangrante número de muertos. Si vivo para contarlo, me gustaría, sin odio, ser de los primeros en lanzarme a la calle, con pasos cortos pero firmes, para pedir la marcha de la vida política de este gobierno que nos puso a los pies de los caballos, que no fue capaz de homenajear a sus muertos, que fue incapaz de reconocer los muchos errores y horrores cometidos, que sólo le preocupó mantener impolutas sus poltronas, y  que con un país en bancarrota, dilapidaron los dineros, compraron mal, minimizaron las libertades y  atacan, cuando les conviene, la Constitución, incumplen y quebrantan las promesas al pueblo español. Si vivo para contarlo, gritaré hasta perder la voz, VIVAS A ESPAÑA y a los ESPAÑOLES que, malheridos, contagiados y muertos, dieron su vida y su buen hacer para librarnos de la criminal pandemia del “coronavirus” y del Gobierno que nos tocó padecer.

     Y si no vivo, queridos míos, rezad por mí.

      Os seguiré queriendo, allá donde me encuentre.