Versos egoístas

EGOÍSMO

No quisiera verme yo,
en la piel de los corderos,
que balan desesperanzas,
que viven fuera de juego,
encerrados en estancias,
donde todo, se ve negro,
donde todo, es casi nada
y, esa nada, es el pan nuestro,
mendrugo de malas horas,
con migajones de miedos.

No quisiera verme yo,
listado en el desempleo,
mendigando cabizbajo,
la negrura de un derecho,
olvidada recompensa,
del trabajo, en otros tiempos,
derecho que vive ausencia,
olvido, omisión, desprecio,
por los varones sagrados,
custodios del sacro empleo.

No quisiera verme yo,
en el reseco pellejo,
de los hombres exprimidos,
de los castigados pueblos,
por los viejos señoríos
de este maloliente imperio,
donde, casi todo, vale,
donde, casi todo, es rezo,
para alcanzar el milagro,
de salir de los infiernos.

Retrato

Una amiguita austriaca de mi nieta Alejandra. Emilia, "la que habla mucho español", según ella.
Lápiz de color sobre papel.
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Versos marineros

AL MAR DE LA BALLENA

Ayer, el loco febrero,
me permitió visitarte.
Un día de dócil brisa,
de luz y de sol radiante,
preludio de primavera,
volví, de nuevo a encontrarte,
y sentí, como aturdido,
sones de viejos cantares,
el sonoro ronroneo
de tu bravío oleaje
y bebí, de un solo trago,
como vehemente amante,
los suspiros y el aliento
de tus salíferos aires,
y me sentí un hombre nuevo,
dispuesto a glorificarte
con un racimo de versos,
marineros de tus mares.

Ayer, al loco febrero,
yo no sé como pagarle,
me regaló la fortuna,
de verte, de contemplarte,
y mis ojos, entregados,
como ricos ventanales,
absorbieron, complacidos,
el flamear de tus bailes,
tus colores y tus brillos,
tu superficie cambiante,
tu romperte en la orilla
después de largo viaje.

Ayer, al loco febrero,
quise yo, recompensarle,
con este humilde poema,
dádiva de un viejo vate
enamorado del mar
y de su esencia insondable.

Versos íntimos

MI CASA

Mi casa, ese punto enano,
ese átomo de universo,
donde mis horas transitan,
gastando mi breve tiempo,
donde blanquean mis sienes,
donde envejece mi cuerpo,
es solar de mil historias,
es espacio que venero,
es capilla, tabernáculo,
es almacén de recuerdos.

Mi casa, ese abrigo amado,
ese trocito de pueblo,
donde el aire huele a vida,
donde mis hijos crecieron,
donde aprendí a caminar,
como el mayor de los ciegos,
es castillo, es albergue,
es plazoleta de juegos,
es acogedor recinto,
memoria de nuestros tiempos.

Mi casa, ese sacro sitial,
ese íntimo parlamento,
donde se cuecen mis habas,
donde mueren mis lamentos,
donde las paredes saben
mis mas ocultos secretos,
es paraíso, nirvana,
es pesebre, abrevadero,
es jaula de miles usos,
la barca, donde navego.

Plumilla Prima

Plumilla "casi venerada" con la que iniciamos nuestro blog hace algún tiempo, en poder de unos familiares muy queridos.
Tinta china sepia sobre papel.
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Versos de versos

A LO PEOR…

A lo peor, versos míos,
hoy no encontramos lectores,
con ojos y mente abierta,
para libar los sabores,
para descubrir, rendidos,
vuestros calidos amores,
vuestra callada existencia,
vuestras ardientes pasiones,
los arcanos retenidos
en vuestros recios arcones,
la música de los sueños,
los silencios interiores.

A lo peor, versos míos,
hoy seguimos en prisiones,
prisioneros, olvidados,
despreciados por el hombre,
sin encontrar redención,
como el mayor de los pobres,
sin miradas de acogidas,
sin nadie que os arrope,
que os lea, que os sienta,
que con la lectura, goce.

A lo peor, verso míos,
hoy no encontramos lectores.

Versos íntimos

MI LUNA

Tu luna de azogue blanco,
africana y europea,
después de verse en tus aguas,
después de rielar en ellas,
después de sorber tu brisa,
como experta marinera,
emprende largo periplo
buscando española tierra
y a orillas de un viejo alcor,
orgullosa, se pasea,
impregnándose de cal,
de azahar y hierbabuena,
de tomillo, de romero
y del color de sus tejas.

Tu luna de blanca escarcha,
sueña en ser tu mensajera,
gaviota de altos vuelos,
poetiza marinera,
para contarme bajito,
tus alegrías, tus penas,
tus sueños de enamorada,
tus noches de sal y arena.

Melilla, barca varada,
anclada en lejana tierra,
deja libre a tu lunita,
deja que a mi lado venga,
para contarme al oído,
miles de cositas buenas,
cosas que nunca sabría,
si no me las contara ella.
Y, al tiempo, yo le daría,
para ti, un nuevo poema,
nacido en un viejo alcor,
a la luz de las estrellas,
inspirado por las musas
de tu luna marinera,
luna, lunita de plata,
de nuestro amor, mensajera.

Versos blancos y negros

POBRES Y RICOS

En el mundo de los ricos,
el dinero es pan sagrado,
la riqueza, don divino,
y lo demás es borrajo.
En el mundo de lo pobres,
el dinero en pan escaso,
la riqueza, fantasía,
y lo demás, puro engaño.

El rico tiene de todo,
a su lado, bien guardado,
el pobre tiene la nada,
a su lado, jadeando.
Al rico nada le falta,
siempre camina sobrado,
al pobre nada le sobra,
siempre camina descalzo.
El rico, en su pedestal,
nunca mira para abajo,
el pobre mira los suelos,
por ver si localiza algo.
El rico se ríe del mundo,
con risas que dan espanto,
el pobre llora su mundo,
sin poder calmar su llanto.
El pobre y el rico son
personajes inventados,
por un voluble destino,
caprichoso e inhumano,
que a los ricos, todo dio,
y a los pobres, ni un retazo.

En el mundo de los ricos,
estos versos son pecados,
en el mundo de los pobres,
son palabras del diablo.

Versos al silencio

SILENCIO

El silencio está aburrido,
ante tanto desparpajo,
ante la vana palabra
del tedioso mamarracho,
ante el molesto decir
del parlanchín endiosado,
inventores de un lenguaje
barriobajero y barato.

El silencio está dolido,
ante tanto ruido insano,
ante el retumbe y los truenos,
de unos nuevos aparatos,
instalados en los coches,
para crear sobresaltos,
despreciando a los oyentes
que transitan por su lado.

El silencio busca amigos,
que hablen en tono bajo,
que utilicen el sonido,
como algo apacible y grato,
y que, alguna vez, lo escuchen,
para pasar un buen rato,
para saber de su esencia,
para descubrir su encanto.

El silencio encuentra paz,
en los picos elevados,
en los vacíos desiertos,
en los sitios despoblados,
por eso huye del hombre,
del hormigón, del asfalto,
de los ruidosos motores,
del vivir alborotado.

El silencio es don divino,
el silencio es bien sagrado,
el silencio es pura dádiva,
el silencio en un regalo,
aprendamos a quererlo,
aprendamos a gozarlo,
aprendamos a mecerlo,
en nuestras calladas manos.

Retrato

Juan Pablo II (Encargo de una Hermandad visueña)
Lápiz de color sobre papel.
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Versos íntimos para compartir

AL OTRO LADO

Cuando se asomen los miedos,
que me (nos) coja al otro lado,
junto a la luz, siempre viva,
del valor y del cuidado,
junto al amigo del alma,
al amparo del hermano,
junto a los seres queridos,
tesoros nunca olvidados.

Cuando aparezcan las guerras,
que me (nos) coja al otro lado,
junto a la luz, siempre viva,
del pacifista sensato,
junto a la blanca paloma,
el símbolo inmaculado,
junto al firme pensamiento,
que la vida es don sagrado.

Cuando se acabe el amor,
que me (nos) coja al otro lado,
junto a la luz, siempre viva,
de un único enamorado,
junto a los sutiles vuelos,
de una avecilla del campo,
junto a los versos ocultos
en los mares encantados.

Cuando se acerque la muerte,
que me (nos) coja al otro lado,
junto a la luz siempre viva
del humano esperanzado,
junto al ángel protector,
en los sueños, inventado,
junto al que guarda las llaves
del paraíso soñado.

Una reliquia

Una de las plumillas más antiguas, realizada por los años 60 y encontrada en un recorte de periódico de aquellos lejanos tiempos.
Melilla la Vieja y su faro.
Tinta china negra sobre papel.
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Versos al refranero

PREGUNTAS AL REFRANERO

Si al pan, hay que llamar pan
y al vino, hay que llamar vino,
¿Por qué hoy, en estos tiempos,
somos tan olvidadizos,
de los consejos del sabio,
de los refranes y dichos,
y al pan llamamos, escusa,
y pretexto, al viejo vino?

Si el que a buen árbol se arrima,
buena sombra lo cobija,
¿Por qué talar tantos árboles,
para palos de cerillas,
para palillos de dientes,
para cosas pequeñitas,
que no dan ninguna sombra,
y ni abrigan, ni cobijan?

Si por mucho madrugar,
no amanece más temprano,
¿Por qué hay tantísimas gentes
que al sol tienen cabreado,
por madrugar más que él,
para ir a sus trabajos,
sabiendo que a la misma hora,
cantarán los mismos gallos?

Si aquellos que siembran vientos,
recogerán tempestades,
¿Por qué los que no sembramos,
recogeremos los males
que estos locos sembradores,
labriegos indeseables,
nos regalan, cada día,
a los pacientes mortales?

Si de lo mucho, faltó
Y de lo poco, ha sobrado,
¿Por qué los países ricos,
potentes y adinerados,
no alivian la gran penuria
de los más necesitados,
dándole vuelta al refrán,
que ya suena a anticuado?

A la Casa de Melilla en Sevilla

Nuestra gratitud por valorar nuestro hacer de siempre.
¡Para qué mentir! Nos gustan los homenajes (como a casi todo "quisqui")
Disfrutamos de una más que agradable y entrañable jornada con los nuestros (los enamorados de Melilla, nacidos o no en ella)
Melillear es un verbo de gratitud que, sin darnos cuenta, conjugamos frecuentemente.

Versos mayores

PREGUNTAS DE MAYORES

¿Qué sería de nosotros,
en estos tiempos modernos,
sin un móvil bien cerquita,
como amigo y compañero?

La pregunta tiene guasa,
la pregunta, me da miedo,
no por los fisgones móviles,
servidores de respeto,
sino, porque a mucha gente
nos pilló fuera de juego
y para “inri”, jugamos hoy,
en el tiempo de descuento.

¿Qué sería de nosotros,
jubilosos jubilados,
sin un buen ordenador,
colocado a nuestro lado?

La pregunta me da risa,
la pregunta tiene rabo,
mejor dicho, tiene cola
de usuarios jubilados,
que asomados a Internet,
echamos muy buenos ratos,
con un travieso ratón
y un subliminal teclado,
que nos permiten seguir
escribiendo, investigando,
sorprendiéndonos del mundo,
y, sin alcohol, “chateando”.

¿Qué sería de nosotros,
de los barrios, los mayores,
sin el calor de los nuestros,
sin un espíritu joven?

La pregunta no es de broma,
la pregunta “tie bemoles”,
hay que sacar las castañas,
hay que sembrar girasoles,
hay que darle a nuestra vida,
arcoíris de colores,
y marcar sueños y tiempos,
como los buenos relojes.

Detalles de vieja plumilla

Imágenes de una de las Puertas de la Catedral de Sevilla.
Tinta china sepia sobre papel.

Versos de "jartura"

NO PASA NADA

En este país de sueños,
en este país de paja,
se creen sus moradores
que, en sus vidas, nada pasa,
que están supervacunados,
en las putas malas rachas,
contra las mayores crisis,
contra la desesperanza,
contra los malignos virus,
contra la falta de “pasta”.

En este país de duelos,
en este país de farsa,
todos sus vecinos creen,
que, en sus vidas, nada pasa,
que la crisis es un invento,
que los males pronto acaban,
que las cifras de parados,
tienen su poca de gracia
y que, de algo hay que hablar,
al despuntar la mañana.

En este país de cuentos,
en este país de dramas,
se piensan sus habitantes,
que, en sus vidas, nada pasa,
que seguirán las pateras
con sus cuentas rutinarias,
que los muchos emigrantes,
regresarán a sus casas,
y que, a estas tempestades,
seguirán mil nuevas calmas.

En este país de miedos,
en este país de escarchas,
se piensan sus pobladores,
que, en sus vidas, nada pasa,
que a la corrupción o al robo,
no hay que prestarle importancia,
que son pecaditos de hombre,
que son cositas humanas,
que no hay guapo que se aguante,
“cuando se la ponen calva”.

En este país de juegos,
en este país de trampas,
sus residentes se creen,
que, en sus vidas, nada pasa,
que el medrar de los políticos,
es pauta, norma sagrada,
que jamás hay que olvidar
los derechos, que hoy amparan,
al criminal asesino,
al canalla pederasta.

En este país de ruedos,
en este país de parrandas,
se creen todas sus gentes,
que, en sus vidas, nada pasa,
y esperan, con calma chicha,
que alguien le arregle su casa,
que les llegue el “salvador”
y le saques las castañas,
de un fuego que anda crecido,
bien cargado de altas llamas.

(Continuación)

Aquella prima respuesta,
me produjo desconcierto,
mi Memoria manejaba
bien rotundos argumentos,
mas, no quise detenerme,
y continué con el reto,
lanzándole nueva pregunta,
guardé de nuevo silencio.

- “Acertados me parecen
tu respuesta, tu consejo.
¿Mas, cómo poder rescatar,
de las noches de mi tiempo,
mis recuerdos infantiles,
mis primerizos recuerdos,
negado, en el escribir,
y bien corto de talento?”

Mi Memoria respondió
como un espigado viento,
espetándome palabras
que bien venían a cuento.

- “Aquello que te dije antes,
de diarios y cuadernos,
bien sirven para los padres,
para abuelos, bisabuelos
y también, para cualquiera
de nuestro viejos ancestros.
No me vengas tú, ahora,
al colgarme a mí el mochuelo,
de no poder recordar
tus infantiles recuerdos.
Culpa de ello a tus mayores,
si sus deberes no hicieron.”

Las preguntas y respuestas
atestaron este juego,
yo, hurgando en mis olvido,
para hallar viejos recuerdos,
mi Memoria, algo burlona,
riendo y dando consejos,
culpando a mis mayores
y al autor de estos versos,
del no poder revivir
las vivencias de otros tiempos.

El diálogo fue finito,
al despertar de mi sueño,
y una rabia contenida,
se enconó en mis adentros,
y una inservible pregunta,
inició su pobre vuelo,
buscando clara respuesta,
en los confines del cielo,
donde se ocultan y mueren
los olvidados recuerdos.

¿Por que tú, Memoria mía,
me ocultas tantos recuerdos,
por qué esconde mi pasado,
si nada ganas con ello?

Retrato (Primeros pasos y acabado)

Ángel, ¡Sorpresa! Un trozo nuestro en Londres.
Lápiz de color sobre papel.
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Nuevo romance en dos entregas

ROMANCE DE UN DISPARATADO DIÁLOGO CON MI MEMORIA

En un descanso de todo,
a la orilla del silencio,
sin tener nada que hacer,
busqué un entretenimiento,
dialogar con palabras
de mi arcaico pensamiento,
con mi ladina Memoria,
guardiana de mis recuerdos.

Al principio, sus palabras,
rozaban el puro silencio,
mas, en el correr del diálogo,
como fuego, iban creciendo,
hasta que, en su punto álgido,
retumbaron como truenos,
aturdiendo mis sentidos,
avivando luengos miedos,
despertándome a la vida,
rescatándome del sueño.
Las mías, poco curtidas,
en estos diálogos hueros,
comenzaron temblorosas
y con pródigos recelos,
hasta cogerle el tranquillo
a aquel quimérico juego.

Y he aquí lo que charlamos,
después de saludo tierno,
puerta para comenzar
con el peliagudo encuentro:

- “A vos, querida señora,
con el debido respeto,
la saludo complacido,
y yo le demando, sediento,
el saber por donde andan,
mis andanzas, mis desvelos,
la vida ya consumida,
en los estadios del tiempo,
estampas de mi pasado,
de las que nada recuerdo.”

Mi Memoria me miró,
con ojos de claro desprecio,
por atrevido ignorante,
por desmemoriado viejo,
y con un escueto susurro,
tan flaco como su aliento,
me contestó displicente,
con una voz de helado hielo.

- “¿Cómo quieres que yo sepa,
dónde vagan tus recuerdos,
si tú, que siendo su padre,
su fabricante , su dueño,
no sabes dónde lo pusiste,
cuando de tu vida huyeron?
No me vengas con monsergas,
ni torpes requerimientos,
¿Por qué tú, no lo guardaste,
en las hojas de un cuaderno,
en las páginas de un diario
o en cualquier moderno invento?
Y ahora, con seguridad,
tendrías fuente o venero,
para fácil recordar
lo que a ti, te quita el sueño.”

(Continuará)