sábado, 6 de junio de 2009

MELILLA


Iniciamos hoy una nueva andadura, dedicada íntegramente a nuestra Melilla. Es una colección de breves poemas sin títulos. Todos ellos están encabezados por la palabra MELILLA, acompañada por un ordinal romano. Pretendemos, con ello, evitar la presencia de otras palabras que puedan robarle interés, atención o protagonismo. Son menudos aldabonazos, pequeños juegos, tintineos de viejo campano, desvaríos poéticos, añoranzas de una querida tierra; nacidos sin grandes pretensiones literarias, sólo, con el deseo de expresar el sentir interior y profundo producido por las ausencias, por el vacío, por el desgajo de una querida tierra, donde nacimos y libamos los néctares de unas inolvidables infancia y juventud.



MELILLA (I)

Me despertaron los aires
que jugaban en tu suelo,
trayéndome mil frescores,
caricias, viejos recuerdos,
cruzaron mares y tierras,
vestidos de mensajeros,
palomas de buenas horas,
para mis sentidos, fueron,
para mi alma, caricias,
bálsamo, para mi cuerpo.

Me despertaron las olas,
de la mar que llevo dentro,
que una noche te robé,
mientras estabas durmiendo,
olas de un Mediterráneo,
africano y europeo,
que compuso para mí,
en salino testamento,
trovas, coplas, cantinelas,
del más bello cancionero.

Me despertaron gaviotas,
con sus albos aleteos,
para traerme, en sus alas,
los reflejos de tu cielo,
tu imaginada presencia,
hija de un ansiado sueño,
mil añoranzas nacidas
en el correr de los tiempos,
y unas luces de esperanza,
en soñado reencuentro.

Me despertaste, Melilla,
de éste, mi largo destierro,
con tus olas, con tus aires,
con el azul de tu cielo,
con tu sal, con tus caricias,
con tus sagrados recuerdos,
con tus horas, con tus días,
grato pan, caro alimento.


miércoles, 3 de junio de 2009

Hemos nacido en la Red


Pronto veréis nuestras creaciones ...