viernes, 8 de julio de 2011

Dibujos




Clemen, Diego y Ángel, el mismo día y a la misma hora, ya hace algunos lustros.
Punta fina sobre papel.
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Versos de la mar querida

MAR

Duerme el marino en su lecho,
son tiempos de locos tiempos,
ha emigrado la gaviota,
busca preciado sustento,
la barquilla está varada,
en el viejo varadero,
el mar ha sido invadido,
son tiempos de locos tiempos,
los peces claman venganza,
la pleamar duerme sueños,
la espuma salina llora,
son tiempo de locos tiempos
y en una esquina del mar
llora la brisa en silencio,
murmullo de rotas horas,
son tiempos de locos tiempos.

jueves, 7 de julio de 2011

Dibujos muy apreciados



Matías y Ángel, dos buenos "peloteros".
Punta fina sobre papel.
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Versos íntimos

DUELO

Al pie de una plúmbea espera,
la razón se vuelve esquiva,
navega en el pesimismo,
como barco a la deriva
y la tozuda esperanza,
trozos de gloria perfila,
despertando desvaríos
que, en silente comitiva,
se pasean, negras sombras,
sobre las horas heridas,
antesala de un instante,
prólogo de una partida.

Cuando los miedos se quiebran,
la razón, vuelve a la vida
y la esperanza y la gloria,
entre inquietudes, se olvidan.

miércoles, 6 de julio de 2011

Mascota


Mascota del gremio de "los pasotas".
Lápiz de color y punta fina.
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Versos de añoranza

EL VIEJO LIBRO

Tomé el libro entre mis manos,
para sorber sus encantos,
bebí los ocultos néctares,
en sus rellanos, guardados,
sumarios de voz silente,
que actuaron como bálsamos
en mi mente, en mis ojos,
en mi corazón cansado.

La pátina de sus hojas,
el polvo coleccionado,
hiciéronse fina niebla
sobre el sutil decorado,
y un par de furtivas lágrimas,
hijas de un sueño varado,
rodaron por mis mejillas,
danzando un baile olvidado.

martes, 5 de julio de 2011

Retrato


Clemente (joven)
Sanguina sobre papel.
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Versos de un ayer lejano

Perdido está, en mi memoria,
el enigma de un recuerdo,
cuando por primera vez,
me descubrí en un espejo.
asombrado me miré,
asustado, algo perplejo,
extrañado, desconfiado,
sin comprender que era aquello,
aquel clon desconocido,
imitador de mis gestos,
que repetía, monótono,
mis íntimos movimientos.
Era un igual, otro yo,
un repetido muñeco,
arcano sin desvelar,
tras el plateado pliego
que, todo mi alrededor,
lo guardaba en sus adentros.
Era una proscrita estancia,
algo que me daba miedo,
una pared transparente
una ventana a lo nuevo.
Era asomo inexistente,
un incomprendido juego,
y para mí, pobre crío,
el mayor de los misterios.

lunes, 4 de julio de 2011

Témpera


Viejo. Témpera sobre cartulina negra.
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Versos salinos

A los domingueros de la playa, héroes nacionales, y a Marina y Antonino, "Balleneros de pro", afortunados disfrutadores de los muchos encantos de "La Ballena".

Viernes, tarde, anochecer,
ábranse puertas al mar,
que el flujo de domingueros,
acaba de comenzar.

Las carreteras soportan,
con resignación fatal,
gran marea de vehículos
que buscan el orillar,
de unos mares ya ahítos
de tanta hueste imperial,
bañistas de pocas horas,
que no les falta de “na”.
Las rodadas de los coches,
calientan el alquitrán
de un asfalto empobrecido,
por los que vienen y van,
marineros de agua dulce,
dispuestos a disfrutar,
sobre la salina arena,
en la orillita del mar.

Hay sol para todo el mundo,
a nadie le ha de faltar,
ni a los fijos residentes,
ni al que acaba de llegar,
hay calores para todos
y agua, para reventar,
sólo encuéntrase una pega,
en el tiempo de acampar,
espacio donde poner,
la sombrilla familiar,
las sillas y las neveras,
y el resto de material,
toallas, cubos, paletas,
sandía monumental,
las tortillas, los filetes
acabados de empanar,
que la jornadita es larga,
aunque pase en un “plis plas”.

Y a la vuelta, caravana,
¡Malayo sea el regresar!
Harto de arena y de playa,
pipón de tanto tragar,
y el coche, ¡Para qué para!
¿Cuándo vamos a llegar?
Y la semana que viene,
a repetir el serial,
con los mismos personajes
y… esta historia de verdad.

viernes, 1 de julio de 2011

Témpera


¿Cuántos Quijotes necesitaremos para cambiar a esta España nuestra, que tan poco nos gusta?
Témpera sobre cartulina negra.
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Versos de indignado

ELECCIONES… ¿PARA QUÉ?

Elecciones… ¿Para qué?
Me pregunta mi intelecto,
ABURRIDO de esperar,
de soñar mejores tiempos,
de pensar en los chanchullos
del político rastrero,
de mirar oscuridades,
de vivir en río revuelto,
de, tú dices y yo digo,
obsoletos argumentos,
de que el “trinque”, aún exista,
y el “pelotazo” certero,
en las horas y los días
del político gangreno,
de que los parados crezcan,
como gotas de aguacero,
sin que nadie abra paraguas,
en este crecer siniestro,
de los cantos de sirenas,
de las mentiras y cuentos,
de los carteles que anuncian,
donde se pierde el dinero,
de la maléfica sombra
del político fullero,
de los bancos dominados
por el fatuo don dinero,
en manos del poderoso,
de los males, siempre ajeno,
de la tele abducida,
de la prensa de los cuentos,
de las radios partidistas,
de un intenet que da miedo,
del aborto programado,
de los grandes desconciertos,
de no saber lo que soy,
en estos turbios momentos,
un ser vivo, un ser humano
o un “lechuguino” del tiempo,
de las duras hipotecas,
de las familias sin sueldos,
de los muchos “sin papeles”,
olvidados de los pueblos,
de los mudos sindicatos,
como en los pasados tiempos,
y de tantos desatinos,
y de otros crueles ejemplos.

Elecciones… ¿Para qué?
Me pregunta mi intelecto.
La respuesta, Dios dirá,
ante el silencio del pueblo,
que se resiste a cambiar,
los males de estos momentos,
y de mandar al carajo,
por los siglos de los tiempos,
al corrupto aprovechado,
al político rastrero
y a los muchos vividores,
que ocupan muy altos puestos,
incapaces de arreglar
esta orgía de sufrimientos.

Elecciones… ¿Para qué?
Mientras se nos muere el pueblo.