martes, 19 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

                            Recuperando espacios perdidos

79 .- UN CONCIERTO EN ALTA MAR

        Las olas vienen cantando
saltando las olas van
melodías de cristal,
aprendidas en la escuela
de la señorita Mar.
Las nota son de alba espuma
acabadas de pescar
por un joven marinero,
desde su barca de sal.
        Los ecos de la canción
saltando las olas van, 
inventándose un repique
para la nueva coral.
Unas pocas de sirenas,
mueven su cola al compás
de unas dulces castañuelas
hechas de fino coral, 
por un afamado orfebre
contratado en ultramar.
        Una banda de gaviotas,
venidas para ensayar,
aletean muy ruidosas, 
quieren hacerse notar.
Neptuno, con voz de trueno,
pronto las hace callar,
meciéndolas sobre una ola,
que va de allí para acá
        Una barquilla de vela
que lejos, anclada está,
baila con su amigo el viento
una danza celestial.
        El niño que esta en la orilla
busca a su joven mamá,
sueña con su caracola,
quiere en la banda tocar.
        Peces de todas las clases,
alumnos del calamar, 
van ocupando su sitio
en aquel coro real,
afinan sus finas voces,
con pompas de celofán,
fabricadas en la China
por un mandarín de allá.
        En la orilla de la playa,
donde se rompe la mar
sobre cien estalactitas,
hechas de espuma y de sal,
los pulpos han colocado,
con maestría sin par,
cien gigantes caracolas
para el que quiera escuchar,
aquel brillante concierto,
que está a punto de empezar.
        Cortinas de aguas marinas
se abren todas a la par,
el programado concierto
ya quiere echarse a volar.
        ¡Qué suenen las caracolas,
los timbales de coral!
¡Qué sus notas nos salpiquen
de espuma y de banca sal!
¡ Qué su magia nos devuelva
la infancia dejada atrás!

                                        Costa Ballena, 18 de Julio de 2022
 





365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
                                Entre el verdor de Galicia y los encantos de la tierra que nos adoptó, El Viso del Alcor

  78.- NADA Y TODO

        Nada, en la muerte, nada es,
todo, en una vida, es todo,
y entre la vida y la muerte
vagamos todos nosotros,
prendidos con alfileres
oxidados y mohosos.

        Cada cual busca su nada,
entre vergeles y lodos,
entre alegrías y llantos,
sembrados muy poco a poco.
        
        Cada cual, al caminar,
encuentra sus grandes todos,
los cuerdos, en las locuras,
en las verdades, los locos.

        La nada y el todo conjugan,
verbos de aires y de polvos,
el aire apaga la vida,
la muerte, lo empolva todo.
        
        En las rectas avenidas,
en los estrechos recodos,
el todo se viste de nada,
la nada se vuelve todo,
la vida y la muerte bailan
agarrados a nosotros.

                                        El Viso del Alcor, 17 de Julio de 2022 

        

sábado, 16 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
                            El calor o la calor, como ustedes quieran considerarlo a estas alturas, sigue siendo casi inaguantable, invitándonos a permanecer enclaustrados en las casas y a acudir al frigorífico, con más frecuencia de lo habitual, para refrescarnos de vez en cuando o por lo menos, intentarlo. Creo que este calor le va ganando también la batalla, poco a poco, sin prisas, ya que él no la tiene por lo que estamos viendo, pacientemente, a los aires acondicionados, y volvemos a preguntarnos: Y esto, hasta cuándo...

77 .- ¿QUÉ QUEDARÁ DE MÍ?

        Cuando, al fin la Parca rompa
hilos de títere humano,
¿Qué quedará de mi ser
en este valle de paso?

        Recuerdos, solo recuerdos,
un pobre postrer legado,
consuelos indefinidos,
entre los míos, guardados.

        Cuando el reloj de mi vida,
tic-tac senil y agotado,
descanse, lleno de dudas,
repose en el camposanto´
¿Qué quedará de mi ser
por estos predios humanos?

        
         Palabras inexistentes,
por el aire cabalgando,
vestidas de fina niebla,
roídas por el pasado.

         Cuando se agoten mis días,
luces, preciados regalos,
que un caprichoso destino,
ruin, cruel, injusto y tacaño,
grabó con letras efímeras,
puso sobre nuestras manos,
¿Qué quedará de mi ser
en estos áridos campos?

        Semillas hueras, vacías,
frutos, ramajes de viejo árbol,
estériles pedregales,
caminos abandonados,
mil difuminadas huellas
de irreconocibles pasos.

        Cuando me duerma en la noche
del infinito letargo,
¿Qué quedará de mi ser
entre los seres amados?

        Estampas descoloridas,
bocetos desdibujados,
esfuerzos por recordar,
olvidos hechos a mano.
mil iteradas secuencias
robadas a algún pasado,
y un vacío negro, muy hondo,
difícil de ser llenado. 

                                            El Viso del Alcor, 16 de Julio de 2022  

viernes, 15 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
                            ¡Qué CALOR! Antes nos asustaban, bombardeándonos en la tele, con las estadísticas de la pandemia, ahora con las subidas de los precios y con los colores negruscos y rojos de fuego, de los mapas de las temperaturas. Así, hasta cuándo...

76.- AQUEL MADERO OLVIDADO

        Madero de tronco santo,
tallado por rudas manos,
fuiste tú, sin tú saberlo,
cetro divino y humano,
estandarte doloroso,
de un joven crucificado.

        Madero de vieja savia,
naciste predestinado,
para soportar silente,
el mayor de los agravios,
las agonías, la muerte.
de un joven crucificado.

        Madero de negro luto,
mástil de desheredados,
fuiste tú, sin tú quererlo,
estaca en roto Calvario,
sostén macabro y sombrío,
de un joven crucificado.

        Madero de amargo sueño,
cruz de asombros y espantos,
cambiaste, sin darte cuenta,
los corazones humanos,
que a la sombra se cobijan
de un joven crucificado.

        Hoy.
        Madero te has consumido
en el fuego de lo fatuo,
tu madera se hizo olvido,
serrín de tiempo pasado.
¿Por dónde camina ahora
el joven crucificado?

                                        El Viso del Alcor, 15 de Julio de 2022





jueves, 14 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


                            La fortuna nos acompañó en cuanto al vuelo de Santiago a Sevilla, ya que Ryanair a pesar de seguir en huelga, incluyó este entre sus servicios mínimos. La molestia de darnos un buen madrugón y el tener que desplazarnos desde A Coruña hasta Santiago, valió la pena. Pero lo que nos decían acerca de las calores de Sevilla, también se hizo realidad. ¡Qué cambio tan brutal en un par de horas!

75.- LA VIDA, ESA GRAN CORREDORA

        Los vientos andan deprisa,
los ríos nunca descansan
las olas de espuma y sal
sobre el ancho mar, cabalgan,
el fuego fiero y tozudo,
con prisas, todo lo abrasa
y a todos ellos, hermanos,
en correr, la vida, les gana.

        Una vida, a mí me dieron,
con ríos de aguas claras,,
con mares, brisas y vientos,
con olas de espuma blanca,
con mil encendidos fuegos,
con lluvias coloreadas,
con unas gotas de tiempo,
que en un instante se pasan.

        Son los vientos de mi vida
las pasiones que me matan,
los ríos son los caudales
que remolcan mis palabras,
el mar es la inmensidad
que yo le atribuyo a mi alma,
las lluvias son las cortinas
donde ocultar mis desganas
y el fuego, mi descanso es,
ceniza en breve batalla.

        ¿Por qué la vida es tan corta?
¿Por qué tan pronto se apaga?
Son preguntas sin respuestas,
son humos, nieblas, escarchas,
que difuminan la vida
y que nos hielan el alma.

                                        El Viso del Alcor, 14 de Julio de 2022

miércoles, 13 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


                              Mañana, si Ryanair no cancela como ayer sus vuelos de Santiago a Sevilla, volveremos a sumergirnos en las calores de Sevilla, dejando atrás estas temperaturas bien gratas de Galicia. Así es la vida. Ojalá que en unos días, podamos seguir asomando a nuestro blog nuestros poemas, desde las no menos gratificantes aguas y temperaturas de Costa Ballena, ya por tierras gaditanas.

74 .- MUSAS, ¿PARA QUÉ?

        Mis musas se han escondido
en oscuros recovecos,
yo las busco, yo las llamo,
y sólo escucho los ecos
de mis voces, que se escapan
por las rendijas del viento.

        Mis musas se avergonzaban
de los infantiles versos
que yo, en sus largas ausencias,
trazaba, atado a los miedos
que por mi mente jugaban, 
como si fueran sus dueños.

        Mis musas me abandonaron,
me dejaron, sin quererlo,
y desde entonces camino
perdido, roto, desecho,
sin encontrar las palabras,
alma de poema nuevo.

        Mis musas céleres huyen,
cuando a escribir, yo me siento,
no soportan, no comprenden,
el monótono tecleo,
frente a ruin ordenador,
para componer los versos.

        Mis musas me despreciaron,
muertas de envidia y de celos,
al descubrir que tenía
algunos amantes nuevos,
para inspirar mis poemas,
para incardinar mis versos.
El trabajo y la constancia
son, desde ahora, mis dueños.

                                        Santa Cristina, Perillo, Oleiros, A Coruña, 13 de Julio de 2022

martes, 12 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
73.- ¡QUÉ SÉ YO!

        ¡Qué sé yo de la pobreza!
Yo, criatura afortunada,
para atreverme a cantar,
con rebuscadas palabras,
poema, al margen escrito,
de la pobreza, cantada.
¡Qué sé yo de las pobrezas
que en estas tierras, cabalgan!

        ¡Qué sé yo de la miseria!
Qué sé yo de las gargantas
que claman a nuestro mundo,
hecho con huecas palabras,
un trozo de nuestras sobras, 
unas sobrantes migajas.
¡Qué sé yo de las miserias
que en este mundo, descansan!

        ¡Qué sé yo de nuevas guerras!
Todas ellas, alejadas,
si escondo, como avestruz,
mi conciencia entre las alas,
y dejo que muchos otros
se sigan rompiendo el alma.
¡Qué sé yo de nuevas guerras
que empiezan y nunca acaban!

        ¡Qué sé yo de enfermedades!
Que quiebran cuerpos y almas,
si unos simples resfriados,
nos hacen perder la calma,
mientras los cuerpos se pudren 
y las pobres fosas, faltan.
¡Qué sé yo de enfermedades
que por otros barrios, andan!

        ¡Qué sé yo del chabolismo!
Que lo vemos de pasada,
que miramos de reojo,
poniendo estúpida cara,
sin querernos enterar
de esta aterradora lacra.
¡Qué sé yo del chabolismo,
dueño yo, de hermosa casa!

        ¡Qué sé yo de bellos versos!
Que cuentas cosas extrañas,
compuestos de pobres rimas,
con mil palabras prestadas,
y dejándome arrastrar
por una belleza rancia.
!Qué sé yo de bellos versos,
que no sirven para nada!

                                        Santa Cristina, Perillo, A Coruña, 12 de Julio de 2022 

lunes, 11 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
PEQUEÑO CUENTO EN VERSO

72.- EL NIÑO QUE PERDIÓ SU RISA

        A la sombra de un naranjo,
cuajadito de azahar,
un niño de pocos años
gime y llora sin parar.
Las lágrimas que derrama,
gotas de limpio cristal,
se deslizan una a una,
por sus mejillas de cal,
buscando la roja tierra,
de los dos, su pedestal.
        Nunca el naranjo tuvo
gotero tan natural,
que a sus ocultas raíces,
él, fuera presto, a regar.
        El naranjo sintió pena
de aquel puro manantial,
y le preguntó al chiquillo,
la causa de su pesar.
        Este, lo miró extrañado
y sin dejar de llorar,
entre profundos jipíos
se dispuso a contestar.
Hace días que he notado
que mi alma, anda muy mal,
se me ha perdido la risa,
no sé por donde andará,
y una pena amarga y fiera,
grande como el ancho mar,
a mí me tiene apresado,
no me deja respirar,
y me invita día y noche,
sólo, a gemir y llorar.
        Algo muy malo ha de ser,
algo terrible y fatal,
para un humano, perder
las risas, con sus ja, ja, ja,
pensaba el verde naranjo,
mirando al triste chaval.
        Quiso el florido naranjo,
la pena del niño calmar
y tomó de entre sus ramas
un puñado de azahar
y tejió con prisa y maña
una corona real,
que puso sobre las manos
de aquel doliente zagal.
        Tomó gimiendo el obsequio,
con extrema seriedad,
ni una pequeña sonrisa
en sus labios granará,
su risa las tiene todas, 
no se sabe en qué lugar.
        El chico siguió llorando,
mirando el blanco azahar,
cuando a lo lejos se escucha
un sonoro ja, ja, ja,
proviene de una pequeña
que por el camino va,
rota de tanto reír,
a punto de reventar,
por una maldita risa
que ella acaba de encontrar,
junto a la fuente de piedra
que está un poco más allá.
        El niño ha reconocido
aquel claro ja, ja, ja.
Son de su risa, perdida
cuando su sed fue a calmar,
en las aguas de la fuente
que junto a la ermita está.
        El niño mira a la niña,
que ríe sin descansar,
la sujeta por un brazo,
suave, como de cristal,
y, antes de decir palabra,
nota un algo muy especial,
que anega su joven alma
de grata felicidad.
Una sublime sonrisa,
aromada de azahar,
inunda su joven rostro,
y sus ojos verde mar,
al ver la linda carita
de aquella niña de sal
que le devolvió su risa,
su risa de enamorar.

        Pasaron algunos años,
ya, casi una eternidad.
Junto a la fuente de piedra,
en la ermita que allí está,
una pareja de jóvenes
hoy se van a desposar,
los dos ríen contentos,
con sus risas, cada cual.

                                        Santa Cristina, Perillo, Oleiros, A Coruña, 11 de Julio de 2022
        

domingo, 10 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
71.- CABALGANDO SOBRE EL TIEMPO

        A la grupa de ancho tiempo
cabalgamos desbocados,
agarrados a sus riendas,
intentando dominarlo.
Las manos se vuelven cera,
la mente, se torna barro
y los sentidos padecen
el vértigo de los años.

        El tiempo, tierna criatura,
humo para los humanos,
pronto se volatiza,
como las nieblas de mayo,
robándonos, en segundos,
todo aquello que guardamos,
dejándonos triste y pobre,
vacías las nuestras manos.

        Aquí, no valen lamentos,
suspiros, quejas y llantos,
sólo cabe el conformismo
y saber con quien jugamos,
si queremos continuar,
en la tierra, caminando.
Y que nadie busque excusas
para ahora, sublevarnos,
que el tiempo, desde hace tiempo,
nos está siempre avisando,
de nuestra parca existencia,
de su eterno mecenazgo,
de su volátil presencia
y de nuestros breves pasos
en una incompleta vida
que él, nos la viene esquilmando.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 10 de Julio de 2022

sábado, 9 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
70.- AL AIRE MANDÉ MIS VERSOS

        Al aire mandé mis versos
a buscar oídos nuevos,
al aire yo los mandé,
porque se estaban muriendo
de pena, por no encontrar
ojos que quieran leerlos.

        Al aire yo los mandé,
y en el aire se perdieron,
ahora, su pena es mía,
y con ella, purgo y muero,
por no saber dónde están,
aquellos, mis pobres versos.

        Muchos horas yo pasé
preguntándole a los vientos,
si, en algunos de sus viajes,
mis perdidos versos, vieron.
Siempre las mismas respuestas,
siempre iguales argumentos:
los vientos no están aquí
para encontrar viejos versos,
que para ello, los humanos,
gozan de bastante tiempo.

        Malayas sean las horas
en que mandé yo mis versos
a los aires, a buscar
ojos y oídos despiertos.

        Sólo me queda esperar
parábola de otro tiempo,
en la que, como hijos pródigos,
vuelvan rudos a mi encuentro
y que, para siempre olviden, 
si alguien quiere, o no leerlos,
que con estar siempre juntos,
basta, para estar contentos,
yo, con mis versos queridos,
vosotros, con vuestro dueño,
el aire, para un respiro
y para viajar, los vientos. 

                                        Santa Cristina, A Coruña, 9 de Julio de 2022

viernes, 8 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
                            Nuestro poema de hoy fue publicado en el año 2004 en memoria del insigne poeta onubense, Juan Ramón Jiménez, y de su universal mascota, el burrito Platero, tan querido por  la gente menuda que ha tenido la fortuna de conocerlo.


69.- PLATERO

        No serías tú, Platero,
burrito de grande fama,
si la magia de un poeta,
no te hubiera dado un alma.
Alma de blando algodón,
como las nubes del alba,
como los sueños de un niño,
como copos de nevadas.

        No serías tú, Platero,
millonario en alabanzas,
si la pluma de un poeta
no inventara tu mirada.
Mirada de cristal negro
y, de azabache, impregnada,
de ojos que muestran dureza
de escarabajos de plata.

        No serías tú, Platero,
cascabel y risa llana,
si la gracia de un poeta,
retozar, no te dejara.
Retozar en dulde prado,
acariciar suaves plantas,
y en ligero trotecillo,
responder a las llamadas.

        No serías tú, Platero, 
amante de las frutas ámbar,
si la mano de un poeta
no hubiera querido dártela.
Frutas que saben a miel,
higos de higueras moradas,
ricas uvas moscateles
y mandarinas naranjas.

        No serías tú, Platero,
acero y luna de plata,
si la fragua de un poeta
tu cuerpo y alma, no forjara.
Cuerpo tierno, como niño,
como niña. mimosa alma,
para que los campesinos
te dirijan sus miradas.

        No serías, tú, Platero,
más que una ignota nada,
si el alma de un gran poeta,
no te hubiera dado un alma.
Alma de blanco algodón,
como las nubes del alba,
como los sueños de un niño,
como copos de nevadas.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 8 de Julio de 2022


jueves, 7 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

                             Ayer nos impresionó el ver como una de las jóvenes leyendas de nuestro fútbol, el guardameta Unzue, encendía la mecha del famoso chupinazo pamplonica, y recordaba con sus palabras a todos los que como él, están luchando contra el ELA, sin perder las esperanzas de vida.
                              Hace dieciocho años nuestra reflexión sobre esta internacional fiesta en torno a su San Fermín, es la que hoy traemos aquí.

68.- SIETE DE JULIO, SAN FERMÍN

        Desde la distancia, opino,
desde la barrera, veo,
la desatada locura
vivida por todo un pueblo.
Pueblo amante de la vida,
pueblo con sangre de pueblo,
pueblo, que todos los julios,
proclama a los cuatro vientos,
la no comprendida esencia
de su más grande festejo
y escribe mil nuevas páginas
de valor, locura y miedo.
        En este siete de julio,
miércoles sanferminero,
de atrevimiento, vestido,
con estos versos, me atrevo,
queriendo yo descubrir,
con serios razonamientos,
con talante comprensivo,
con el debido respeto,
dónde reside la magia
de sus famosos encierros.
        La muerte, cada mañana,
después de oír leve trueno,
busca encontrar en la calle
vida de jóvenes cuerpos,
quebradas, en un instante,
por unos terribles cuernos,
astas hiniestas de toros,
espigas de puro acero,
que quieren morir matando
antes de llegar al ruedo.
        San Fermín, cada mañana,
después de oír fuerte trueno,
se viste con viejas ropas
de médico o curandero,
sin olvidar los laureles
de santo muy milagrero.
Recorre vías y calles,
arterias de los encierros,
realizando cien quites
a mozos que van corriendo
y que, en un macabro instante,
instante de los lamentos, 
ven muy cercana la muerte,
que los toros llevan dentro.
        Una riada mañanera,
río de jóvenes cuerpos,
de aguerridos pamplonicas
y entusiastas forasteros,
venidos de todo el mundo
para correr los encierros,
le pide al Santo, fortuna,
con unos sencillos rezos.
Rezos que se multiplican,
después de oír breve trueno,
en las bocas, en las mentes,
en los mas hondos adentros,
de esposas, madres, familia,
que viven terrible infierno.
        Quisiera que algún navarro,
erudito en los encierros,
pudiera a mí, revelarme
la esencia de estos festejos
que, en algunos de nosotros,
despiertan, sin miramientos,
rechazos, incomprensiones,
variopintos sentimientos,
expresiones negativas,
descargadas sobre el pueblo.
Y mientras ella no llegue,
seguiré en mis derroteros
de lamentar la existencia
de estos peligrosos juegos,
que al despertar la mañana,
después de sonoro trueno,
cartas de vida y de muerte
se juegan en el festejo.

                                            Santa Cristina, A Coruña, 7 de Julio de 2022

miércoles, 6 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


67.- ¡JUNTOS!

        Con aquello que yo quiero,
con aquello que tú tienes,
juntitos levantaremos
soñadas cuatro paredes,
nidal de nuestros amores,
que ya caminando vienen.

        Con aquello que yo tengo,
con aquello que tú quieres,
juntitos los dos, criaremos
polluelos y áureas mieses,
bendiciones esperadas,
que ya caminando vienen.

        Con aquello que yo pienso,
con aquello que tú sientes,
juntos hemos de soñar
futuro lleno de preces,
retoños que hacen abuelos,
que ya caminando vienen.

        Con aquello que yo siento,
con aquello que tú piensas,
juntos haremos caminos
hasta encontrar parca muerte,
ley, castigo y disgusto,
que ya caminando vienen.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 6 de Julio de 2022

      

martes, 5 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)



                            Tan poca cosa y cuántos quebraderos de cabezas nos da en los momentos en que no contamos con la nuestra...

66.-¡ALMOHADA!

        Tengo una amiga querida,
pieza clave de mi cama,
la golpeo, la acaricio,
nunca se queja de nada.

        Es cómplice de mis sueños,
es consultora afamada,
sobre ella se fraguaron
muchas de mis esperanzas,
volaron mis pensamientos
en silentes madrugadas.

     Cuando se acerca la noche
y el descanso, me reclama,
yo la tomo entre mis manos,
la abrazo con firmes ganas,
y, sobre ella, yo coloco
mi cabeza adormilada,
que busca los locos sueños
que la noche me regala.

        Y cuando el malvado insomnio,
el sueño,  a mi, me arrebata,
libro, sin yo desearlo,
con ella, incruenta batalla,
hasta que el mutuo cansancio
nos dona algunas migajas,
de ese sueño que buscamos,
alivio de cuerpo y alma.

        No sé quién te dio la vida,
ni quién te puso, almohada,
pero, sin saber, creó
utensilio, cosa santa,
para reposar cabezas,
al dormir en grata cama.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 5 de Julio de 2022   


lunes, 4 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 -2005)

 
                            Mientras que mi repetido ya se encuentra disfrutando de su bien amada Costa Ballena, yo, desde el quince del pasado junio, sigo gozando de estas tierras gallegas de Santa Cristina, que se encuentra en el otro orillar de de la Ria del Burgo, que se enfrenta a la ciudad en la que nadie es forastero,
A Coruña.
                            Desde aquí, sigo con mi reto de publicar un poema de nuestra pequeña y atrevida aventura literaria, coincidiendo con el día en que nacieron.

65.- AUSENCIA

        Cuando, sin quererlo, alguien
vaga hacia el más allá
y, rotas las esperanzas,
no logramos detenerlo,
se horadan nuestras entrañas
con unos profundos huecos,
que nos cuestan restañar
en el transcurrir del tiempo.

        Las heridas se agudizan
con los amargos silencios,
con las presentes ausencias,
con los guardados silencios.
Y no quedan en los aires,
que envuelven nuestros deseos,
ni una pizca de esperanza,
ni un minúsculo consuelo.
 
        ¡Qué duras son las ausencias
de los que mucho queremos!

        ¡Qué tristes, las esperanzas
que duermen sueños eternos!

        ¡Qué grandes, las cicatrices
que recorren nuestro cuerpo!

        ¡Qué noches de oscuridades
devoramos en el tiempo!

        Nunca bálsamo encontré
para aliviar mis tormentos,
ni una eficaz panacea
que acallara mis lamentos,
sólo yo pude guardar
un firme convencimiento,
que, más tarde o más temprano,
cogemos igual sendero,
y que nadie, por muy grande,
se queda por estos predios.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 4 de Julio de 2022

domingo, 3 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
                            Primer y atrevido soneto que apareció en nuestro libro, publicado hace la friolera cifra de dieciocho años.

64.- VERSOS MÍOS

        Allá, donde la luz avanza herida,
dibujando sombra desarraigada,
los míos versos, buscan algarada,
sedición, revuelta en tediosa vida.

        Allá, donde la voz transita callada,
esculpiendo silente atardecida,
los versos míos, voz desconocida,
mueren, inservibles, en su morada.

        Luces y voces de mis desvaríos,
aguas de sedientas y secas fuentes,
buscad cauces de vida, en nutridos ríos.

        Luces y voces, almas inclementes,
espectros rotos de raptados bríos,
soñad renacer en nuevos presentes.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 3 de Julio de 2022

sábado, 2 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


                        A pesar de encontrarnos en un lugar tan encantador como es Galicia, nunca uno se ve en momentos exento de horas de aburrimiento, por lo que el poema travieso y algo loco de hace ya bastantes años, no está olvidado de presentarse con una cierta actualidad.

63.- EN HORAS DE TEDIO

        Soy como la rana que croa
en el estanque de los silencios,
monótona y petulante,
reina de la aburrida indiferencia,
tediosa concertista.
        Y no sé cómo convertirme en otra cosa,
y no sé dónde comprar un milagro
que me libere de este, el mío aburrimiento,
de mi empalagoso hacer
de grotesca criatura
que anda perdido en la cruel reiteración.
        En el agua verdosa de verde verdina,
dibujo mis pobres poemas,
con mohos de ingenuidades
y pátinas de atrevimientos.
        Al aire pestilente de la incultura cotidiana,
lanzo mis ausentes rimas,
vestidas de candores e idealismos,
y manchadas de sumas osadías.
        A los mares de aguas marginadas
mando a navegar mis palabras,
ornadas con inventadas llanezas
y locas temeridades.
        Y mis tiempos se pierden,
y gasto mis concedidas horas,
y consumo mis millonarios instantes
y, en ello, le pregunto a mi yo:
¿Hacia dónde camino, sumiso y conformista?
y callo, como aturdido palurdo,
y miro, sin ver,
y pienso, sin pensar,
y un mastodóntico cansancio,
cae, como loza pesada, sobre mi yo,
empequeñeciendo mi existir.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 2 de Julio de 2022

viernes, 1 de julio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


62.- LA LUNA POR LA TABLÁ

        Ya va subiendo la luna
de la Vega a la Tablá,
luce como una chiquilla,
arreglada y bien plantá.
        Mírala como presume,
encima del olivar,
con su carita tan blanca
como la flor de azahar.
        En la alberca de la Muela
riela llevando el compás,
con el canto de las aguas
que por las acequias van.
        Venus, galán de la noche,
luminaria de cristal,
le quiere tirar los tejos
a la luna resalá.
        Un ruiseñor del Alcor,
despierto en la madrugá,
ensaya precioso canto
para la luna de sal.
        Y en la otra esquina del pueblo,
muy cerca de la Luná,
dos ojos miran la luna,
no se cansan de mirar
su cutis de porcelana,
su cara de nívea cal,
prendados están de su alma,
como el cielo, de la mar.
        Ya va bajando la luna,
con cansino caminar,
buscando un sereno lecho,
donde poder descansar.
        Venus, desde su atalaya
dolido, la ve marchar, 
no se resigna, no quiere
esperar un día más,
para ver a la lunita
sobre el olivar, pasar.
        El ruiseñor del Alcor,
inventa nuevo cantar,
tiene, las horas del día,
para poder ensayar
la canción, que a su lunita,
él le quiere dedicar.
        Los ojos enamorados
que moran en la Luná,
lágrimas de honda tristeza
derraman sobre el naranjal,
cuando a la luna lunera
ya no la pueden mirar.
        La luna ya se marchó,
dejando su mal atrás,
un Venus desesperado,
cansado de tanto esperar,
un ruiseñor que ha olvidado
las notas de su cantar
y unos ojos traicionados,
ciegos, en la eternidad.

        Mañana, al volver la noche,
no sé, luna, si vendrás,
piensa que un viejo planeta,
un ruiseñor muy legal
y un par de brillantes ojos,
esperan verte, llegar,
y después, ver como subes,
como subes la Tablá.

        No seas malaje, niña,
que poco te ha de costar.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 1 de Julio de 2022