viernes, 31 de enero de 2014

Cartel antiguo

Témpera sobre papel.

Versos íntimos

                            GAVIOTAS DE MI NIÑEZ
    
     Las blancas gaviotas,
de plumas salinas,
grabadas quedaron,
con mágica tinta,
en ojos despiertos,
de nuevas retinas,
abiertos al mar,
al mar de Melilla.

     Mis blancas gaviotas,
dueñas de las brisas,
en la Rusadir,
cristiana y fenicia,
con vuelos rasantes
baldean la orilla,
de la bella mar,
su mejor amiga,
junto al cargadero
de áurea pirita,
dorado tesoro
de una vieja mina.

     Las veo volar
de forma sencilla,
garbosas, serenas,
algo presumidas,
dibujando sombras
en la arena fina,
la cálida alfombra
de la mar divina.

     Mis ojos guardaron,
entrañables vistas,
estampas de ayer,
nuevas, redivivas,
que vuelan serenas,
cual gaviota amiga,
buscando el abrazo
de mi mar, Melilla. 


lunes, 27 de enero de 2014

Retratos

Diego y Ale, os echamos de menos.
Lápiz sobre papel.

Breve reflexión marginal

DAR DE SÍ
     Es inimaginable, lo que da de sí, una semana en un centro hospitalario; incalculables son los conocimientos que se adquieren; impensables las oportunidades de comunicación vecinal; incontables los momentos de meditación y aburrimiento; Inenarrable los mosqueos y las gratitudes; Increíble los silencios y los desamarres de las lenguas fáciles; incalculable los olores, las pintas, los modelitos, los catálogos de humanos usuarios, visitantes y trabajadores.
     Para este modesto escribano, las permanencias prolongadas en los citados centros, por motivos que no necesitan explicación (Males familiares o propios, ¡Gracias a Dios, no muy frecuentes!) siempre me producen sentimientos variados que, por un lado, aumentan mi capacidad de observación y, por otro, me arrastran a una pasajera depresión y a la necesidad de narrar lo vivido, como terapia sanadora.
     Cronológicamente, al aviso de ingreso en el centro hospitalario, siguen los trámites de asignación de habitación, la acomodación en la misma y el primer encuentro con el enfermo y familiares acompañantes, acomodados con anterioridad, con los que habrá que compartir  inciertos días y largas noches de permanencia y vigilia en el nunca grato habitáculo.
     Con cierta lentitud van abriéndose, de forma no premeditada, las puertas de la comunicación entre los ocupantes, en ocasiones, más de la cuenta o más de lo recomendado y deseado. A la trivialidad de los primeros intercambios, sigue la información sobre los males a compartir, a los que suceden, las informaciones familiares de parentesco.  El tiempo, sobrado y lento caminante, en estos lugares, siempre que no estemos inmersos en situaciones de gravedad extrema, nos incita al desahogo verbal,  a explayarnos en los temas cotidianos, en los familiares (pasado y presente), en lo íntimo. Creándose, con el continuado intercambio informativo, una corriente de afectividad entre casi todos los ocupantes de la pequeña habitación. El compartir todo, horarios en la alimentación y el descanso, visitas médicas, atenciones de auxiliares y enfermeras, baños, pasillos, etc., va acrecentando en los “huéspedes” la incipiente amistad.
     Al final de la estancia, con los cambiantes tiempos y el imparable progreso, se producen los habituales intercambios de correos electrónicos que, según el calado de la naciente amistad, en un futuro, serán utilizados o no, para el mantenimiento o abandono del circunstancial contacto.

     Termino reafirmando lo que “dan de sí” las estancias en los hospitales, aunque mejor hubiera sido no tener que reflexionar marginalmente sobre ello.

jueves, 16 de enero de 2014

De galgos

¡QUÉ SÉ YO o YO QUÉ SÉ! (Quinto)

   ¡Qué sé yo, pobre ilustrado,
de galgos y de galgueros,
de sus carreras y hazañas,
de sus proezas y premios!

   ¡Qué se yo, pobre ignorante,
de este grandioso revuelo,
que en estos días circula,
por la orilla de mi pueblo,
por mor de unas carreras,
por culpita de unos perros
y de unas sufridas liebres,
que corren como los vientos!

   Sólo sé que habrá mañanas,
que  habrá que hacer  un recuento
del coste y los beneficios
que nos deparó el evento,
Campeonato de España
de galgos y de galgueros,
Copa de su Majestad,
en una vega de ensueño,
hoy, recinto deportivo,
marinera, en otro tiempo.

   Y estas son las ocurrencias
de éste, mi querido pueblo
que, no teniendo “narices”,
se gasta un mundo en pañuelos,
aunque, bendita es la hora,
gratificante el momento,
en que la tele y la prensa ,
hablen bien de nuestro pueblo.
Lápiz sobre papel.

lunes, 13 de enero de 2014

Bocetos antiguos


 Lápiz sobre papel. Piedad y maternidades.


Versos de 2014

¡YO QUÉ SÉ o QUÉ SÉ YO! (Cuarto)

Qué sé yo de balompié
y de grandes futboleros,
de “derbis”, a vida o muerte,
de culés y colchoneros,
de merengues y leones
y otros gallos peloteros,
animados por gargantas,
que balan como corderos,
anónimos mantenedores,
de una sinrazón de pueblo,
donde cláusulas y fichas
de estos héroes modernos,
repugnan al más pintado,
producen gran desconsuelo,
aunque de pobres bolsillos
nazcan tamaños dineros,
aunque vivamos en crisis
de moco de pavo y huevo.

Yo qué sé de dónde sale
la fuerza de este recreo,
de este correr a destajo,
detrás  de un balón de cuero.
para marcar muchos goles
a los pobres cancerberos
y dejar al enemigo,
mohíno y sin resuello.

Qué sé yo de dónde nace
la devoción a este juego,
sus coros de simples cantos, 
sus hordas de forofos ciegos,
la defensa de un escudo,
de unos colores señeros.
Sólo sé que para muchos
y, entre ellos, este “versero”,
el balompié siempre fue
el opio de grandes predios,
que sirve para acallar
muchas miserias del pueblos.

sábado, 11 de enero de 2014

Retrato

Completada la "trilogía" con Laura.
Lápiz de color sobre papel.
(1er. retrato de 2014)

Versos del 2014

¡YO QUÉ SÉ o QUÉ SÉ YO!  (Tercio)

Yo qué sé de los “EURIBOS”
y de las “PRIMAS DE RIESGO”
de los  meneos bursátiles,
del “IVA” y otros impuestos
de la escalada alcista del
“IBI” del Ayuntamiento,
de la subida de todo,
de las bajadas de sueldos,
de los cantos de sirenas
del magnate del dinero.

Sólo sé que soy más pobre,
que no sé ni lo que tengo,
si es que aún me queda algo,
amén de los agujeros,
por donde, ahora, se escapan
mis ahorros y mis sueños,
que me estoy amojamando,
que están mis bolsillos secos,
que soy limón exprimido,
paria de moderno tiempo,
harto de palabras nuevas
y de siglas del averno.

viernes, 10 de enero de 2014

Cartel


Boceto de cartel a rotulador sobre papel.
Cartel modificado y publicado a témpera sobre papel.

Versos de 2014

¡YO QUÉ SÉ o QUÉ SÉ YO!  (Segundo)

Qué sé yo de imputaciones,
de leyes y zarandajas,
pregúntenle a la Cristina,
hasta ayer, infanta maja,
y hoy, a pesar de los reales,
por la plebe, maltratada,
por culpita de un tunante
sobrado de cuento y cara.

Yo qué sé de realeza,
de blanqueos y almas cándidas,
de chorizos y chorizas
y de llevarse tajadas
de los públicos erarios,
en esta dormida España,
repleta de santurrones,
de gente que vive en  Babia,
metiendo y metiendo mano
en masas y ajenas arcas.

¡Qué sé yo de la Cristina,
la princesita imputada!

miércoles, 8 de enero de 2014

Pastel

Joven clásico.
Pastel sobre papel.
Trabajo antiguo de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla.

Versos de 2014

   Cerradas  a cal y canto, sin vueltas  atrás, ventanas, lumbreras, lucernas, puertas, claraboyas, rendijas, etc. de un 2013, envejecido, agotado y acabado del todo, nos disponemos, con manifiesta osadía, clara ironía y mínimas pretensiones literarias,  a buscar nuevos derroteros en el apasionante juego de la versificación y de la prosa. Y nada mejor para lanzarnos  al vacío del 2014, que comenzar con  ¡UN YO QUÉ SÉ! o ¡UN QUÉ SE YO!


¡YO QUÉ SÉ o QUÉ SÉ YO!  (Primo)

Y el cuento de no acabar,
por aquí, de la “buena pipa”,
tiene fecha, tiene facha,
tiene guasa y preguntitas,
mas ¡QUÉ SÉ YO! Españolito
de entendederas cortitas,
de los líos de un tal Mas
y de sus magras cositas,
de andar, busca que te busca,
callejones sin salidas,
con lo fácil que resulta,
dejar a la gente tranquila,
que sea lo que ella quiera,
al margen de la política.

Y el cuento puede acabar
con  sangre y muy “mala pipa”,
así que, señor Mas o Memo,
prepara tus maletitas,
y deja de dar por saco,
con soflamas separatista,
búscate un “puñao pringaos”
y funda tu patria chica,
pero lejos, bien lejito,
de esta mi tierra bendita.

miércoles, 1 de enero de 2014

Versos de despedida y encuentro

                        ¡BUEN VIAJE, HASTA NUNCA Y... ENCUENTRO!

     El Año Viejo se fue
como hoja que lleva el viento,
llevándose en su mochila
estampas y cromos viejos,
saboreados con prisas
entre disfrutes y miedos,
dejándonos los aromas,
perdidos en loco tiempo,
de brevedades vividas,
de enmadejados recuerdos.

     Vestido con ricas galas
y con achaques de viejo,
sorbió sus últimas horas,
se tragó su último aliento
y, entre sones de campanas,
con andares bien ligeros,
lanzó profundo suspiro
y nos dio un adiós eterno,
con fecha de caducidad
anunciada hace algún tiempo.

     Cicatero fuiste, amigo,
mientras fuiste compañero
y, al momento de marcharte,
de iniciar póstumo vuelo,
poco nos dejaste escrito
en tu postrer testamento,
pleno de crecidas dudas,
de incontrolados deseos,
de desconocidos pasos
y de caminos inciertos.

     ¡Buen viaje, hermano querido!
y... ¡Hasta nunca, majadero!
me robaste, en un descuido,
un álbum lleno de sueños
en los que, feliz, guardaba
mis más cercanos anhelos
y las páginas escritas
al pairo de un año entero.
...
       Os mirasteis a la cara
en un segundo certero,
él, agachó su cabeza,
tú, iniciaste el vuelo,
él, con marcadas arrugas,
tú, estrenando nuevo cuerpo,
él, suspiro; tú, esperanza,
y los dos, hijos del tiempo.

    El Año viejo, con pena,
entregó ya su relevo
y cabizbajo camina
hacia un más allá eterno,
para perderse, por siempre,
en un libro blanco y negro,
ilustrado torpemente
con memorias y recuerdos.

     El Año Nuevo, gozoso,
celebra su nacimiento,
envalentonado cuenta
sus esperanzas, sus sueños
y, como chiquillo, juega
con los días venideros,
ajeno a los avatares
que el destino, traicionero,
grabó en su flamante piel,
sin él, llegar a saberlo.