jueves, 30 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
61.- OLOR A HOSPITAL

        Todo en mí, huele a hospital,
mis ropas, todo mi cuerpo,
mis temores, mis palabras
y mis rotos pensamientos,
y por más que yo me lave
e intente poner remedio,
no encuentro salida alguna y...,
a hospital, yo sigo oliendo.

        Un aroma indefinido,
de mil olores compuesto,
alimenta pituitarias,
nos impregna con su aliento.

        Los pasillos y ascensores,
el bar, los aparcamientos,
salas de espera y servicios,
habitaciones de enfermos,
los quirófanos y la UCI,
y cualquier rincón del Centro,
emanan perfume ingrato,
esparcen olor siniestro,
anegando, poco a poco
todos los poros del cuerpo.

        El tiempo, la luz, el aire,
los muchos largos silencios,
la impotencia, el conformismo,
el dolor y el sufrimiento,
las lágrimas y los llantos,
las quejas y los lamentos,
todos huelen a lo mismo,
huelen a humanos enfermos.

        Sólo llevo unas semanas
tus estancias, recorriendo,
los instantes se agigantan,
las horas huelen a muerte,
los días lentos caminan
sobre corceles de miedos,
y me parecen las noches,
las noches, largos infiernos.

        No me gustan tus olores,
seguirte oliendo, no quiero.

        Mi querer está perdido,
aunque grite mi talento,
mientras los cuerpos enfermen,
mientras nos queden enfermos,
cuidados en los hospitales
entre aromas de silencios.

                                            Santa Cristina, A Coruña, 30 de Junio de 2022

miércoles, 29 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


60.- UNA MADEJA DE VERSOS

        Sentado ante ti me encuentro, 
tratando de devanar
una madeja de versos, 
hilados frente a la mar.

        En la rueca hilo, que hilo,
y no quiero descansar,
temo que un necio olvido,
me la pueda arrebatar
y se esfumen, como niebla,,
mis versos, frágil cristal.

        Con hilos de fantasía,
los versos, quiero engarzar,
en un sereno poema
de espumas y blanca sal,
con aromas marineros
y sueños de navegar.

        Como gaviotas adultas,
quiero echarlos a volar,
con alas de impresas páginas,
acabadas de estrenar,
de un inacabado libro,
compendio de mi verdad.

        La madeja de mis versos,
apreciado manantial
va vertiendo sus vocablos
sobre el salino orillar,
componiendo con mesura,
poema, alegre cantar,
que sueña ser bautizado
con las aguas de la mar.

        La madeja de mis versos
fue menguando al caminar,
al dejar sobre la arena
versos para declamar.
Mientras el nuevo poema,
va creciendo más y más,
rebuscando, entre las aguas,
bendita felicidad.

        Al final de su camino,
huera la madeja está,
y al dejar su último verso
como epílogo final,
lluvia de furtivas lágrimas
derrama sobre la mar,
escribiendo su epitafio,
sobre un rosado coral,
cumpliendo bello destino
dictado en el más allá.

                                        Santa Cristina A Coruña, 29 de Junio de 2022

martes, 28 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
59.- P O E S Í A

        Podrá enmudecer la vida, 
podrán callar las palabras,
podrán morir los poetas,
podrán robarnos las almas,
y tú, amiga poesía,
seguirás viva y lozana.

        Mientras haya amanecer
y el sol, en claras mañanas,
rayos de dorado fuego
nos regale, con el alba,
tú, querida poesía,
seguirás viva y  lozana.

        Mientras hayan primaveras
y en jardín, una flor nazca,
y el aire, en su vientre, lleve
aromas de vivas plantas,
tú, querida poesía,
seguirás viva y lozana.

        Mientras las albas cigüeñas,
relojes de temporadas,
sigan tercas, anidando 
en las viejas espadañas,
tú, querida poesía,
seguirás viva y lozana.

        Mientras mente y corazón
prosigan con sus batallas,
y en ellos, por siempre, brillen
rayos claros de esperanza,
tú, querida poesía,
seguirás viva y lozana.

        Mientras quede algo de amor
en la vieja especie humana,
y los labios busquen prestos,
los labios de sus amadas,
tú, querida poesía,
seguirás viva y lozana.

        Mientras sepamos reír
y llorar con fuertes ganas,,
sentir, cantar, padecer
y vivir con toda el alma,
tú, querida poesía,
seguirás viva y lozana.

        Y si en una fatal instante,
la poesía faltara,
la vida nada sería
el mundo, profunda nada,
y todo se quebraría,
en una muerte anunciada.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 28 de Junio de 2022


lunes, 27 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
58.- OLVIDOS

        Espiga de recio trigo
segada días atrás
sin saber, sin conocer
en qué pan, tú vivirás.

        Hermosa rosa que un ramo
con otras, tú formarás,
ignorando, pobre mía,
que pronto te has de secar.

        Ola de la mar bravía,
capitana de alta mar,
que nunca ha de conocer,
en qué orilla morirás.

        Seca hoja de árbol vivo,
que un viento te arrancará,
sin descubrir, al caer,
la estela que seguirás.

        Vela de trémula luz,
luminaria de cristal,
triste desconocedora,
de que pronto, has de expirar.

        Así somos los humanos
que, en la vida, al caminar,
olvidamos distraídos, 
la costumbre de pensar, 
de dónde vienen los hombres,
qué sendas hay que tomar,
a dónde, los nuestros pasos,
al final, nos llevarán.

                                        Santa Cristina, A Coruña,  27 de Junio de 2022










domingo, 26 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


57.- ISBILIA  (Sonando su música a Lorca)

        Poema dedicado a Isbilia, trío formado por Yolanda Aragón, Serafín y Miguel Arriaza, que con su hermoso regalo lorquiano y su arte, elevaron nuestra autoestima de ser hombre.

        En el atrio del Convento,
bajo su hermosa espadaña,
la noche se volvió música,
con aires de dama amada.
La noche del veinticinco, 
dueña de su madrugada,
en pentagrama sonoro,
Lorca se vistió de gala,
para escuchar desde el cielo,
bellos sones de guitarras,
transparencias de un violín,
hermanos en la elegancia.
        La música despertó,
con notas de rica plata,
al Romancero Gitano,
sin usar ni una palabra,
sólo con la fusión tímbrica
de un violín y dos guitarras.
Diez populares canciones,
gotas de herencia lorquiana,
se esparcieron en la noche,
como suave polvo de agua,
instalándose, gozosas,
en el hondo de las almas.

        En el atrio del Convento,
bajo su hermosa espadaña,
como granos de una espiga
todas, reunidas estaban:
Anda jaleo, Tres hojas,
Los reyes de la baraja,
Los mozos de Monleón,
unas viejas sevillanas,
El Café de Chinitas y,
de Sevilla, una alba Nana,
Las morillas de Jaén,
puñales, baile y guitarra,
El Romance de Don Boyso
y, de broche, La Tarara.
        Todas, aves de altos vuelos,
volaron hacia una nada,
hacia un lugar invisible,
donde lo hermoso, se guarda.
        Isbilia, culpable fue
de aquella noche sagrada,
un milagro de arte joven,
bajo una vieja espadaña.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 26 de Junio de 2022


sábado, 25 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


56.- COPLILLAS

        ¡Ay de aquel que estando ciego,
todo lo quiere tocar,
y grita, en su negra noche:
cuándo mis ojos verán!
        ¡Ay del que llega sediento
a una fuente de agua fresca,
y al ver sus límpidas aguas,
siente penas de beberlas!
        ¡Ay del recio agricultor
de alma y de cuerpo quebrados,
que mira al cielo y pregunta:
Para quién es mi trabajo!
        ¡Ay del pobre enamorado
que por la luna, anda siempre,
y que al pensar en su amor,
suspiros le van y vienen!
        ¡Ay del hombre sin fortuna
que busca amigos y esposa,
y sólo halla en su camino,
volátiles mariposas!
        ¡Ay de las aguas tranquilas
y de aquellas brisas suaves, 
que en sus adentros esconden
ventiscas y tempestades!
        ¡Ay de los ricos podridos,
almaceneros de plata,
que nacen, viven y mueren
en su reino de hojalata!
        Ay del pobre gorrioncillo
que en su vuelo se lamentan:
todos se hartan de trigo
y la culpa es para el menda!
        ¡Ay de aquel que estando hambriento
halla un rico naranjal
y al morder la fresca fruta,
su amargor, le hace llorar!
        ¡Ay de nuestro amor primero,
perdido en vago pasado,
dormido en cuna de niebla,
con velos de humo, tapado!
        ¡Ay de los ay derramados
en estas breves coplillas,
natos a cuarenta grados,
en mi tierra, que es Sevilla! 

                                        Santa Cristina, A Coruña, 25 de Junio de 2022

viernes, 24 de junio de 2022

EN TORNO AL FUEGO EN LAS PLAYAS DE SANTA CRISTINA

 
VISPERAS DE SAN JUAN QUE ME TRANSPORTAN A LA INFANCIA

                        Todo es igual y todo es distinto. Todo gira en los alrededores del hipnótico y mágico fuego,
 que nos atrapa con sus formas, calores, humos y colores, ascendiendo serpenteando hacia las alturas en su permanente búsqueda, convertido en diminutas luminarias, la de sus cielos.
                        Aquí, bajo un techo grisáceo, de revoltosas y casi permanentes nubes, que amenazan lluvias, pero que en esta ocasión no juegan el protagonismo de hacerse presentes, nos encontramos en estas vísperas "sanjuaneras" con sus fiestas de las pequeñas candelas, en la plata de entrada a la Ría del Burgo por un lado y a la de Santa Cristina, que mira descaradamente a la zona portuaria de A Coruña, como la conocemos en nuestra vejez.
                        Todo es igual, porque se trata en definitiva de dar culto al FUEGO. La marea esta baja y los espacios, para el humano, se agrandan. Pero, al mismo tiempo, todo es distinto a las vivencias de nuestra niñez. Aquí, son hogueritas, pequeñas piras de tablas que conforman pirámides, que pacientemente esperan ser quemadas; aunque no falten ejemplos, como el que vimos junto al Hotel Rías Bajas, donde una familia descargaba, como ocurría antaño, trastos viejos, seguramente fruto de reformas caseras; pues no faltaban albas puertas, marcos de ventanas, restos de muebles de cocina y toda clase de cachivaches.
                        Allá, en nuestra Melilla, nada de hogueritas, sino candelas de verdad, que se montaban en todos los barrios; entrando, por aquello del amor propio juvenil, en competencias de que el fuego de las llamas de la nuestra, fuera mayor que el de las demás, tomando como referencia la  altura de los pisos de su entorno. Y era al fenecer de estas cuando la gente acudía a la playa para mojarse los pies, que se convertía en creencia de de merecer mejores suertes.
                        Aquí, la muchedumbre, formada por grupos, monta sus chiringuitos en los paseos, en los espacios verdes del lugar o en la misma arena, siendo de los más variopintos; abundando las reuniones familiares, de vecinos, de amigos y compañeros, de jóvenes que su habitual botellona la celebran en este día en sus playas. Y en donde un factor muy generalizado, respondía al asado de carnes, no exclusivamente de sardinas, de todo tipo en pequeñas y variadas barbacoas; llamando nuestra atención el contemplar en torno a estos grupos, multitud de bolsas, que seguramente sirven para transportar sus viandas y copiosas bebidas. No falta tampoco aquí el disfrute de la gente menuda, que van a su bola, sin perderse lógicamente de la vigilancia de sus progenitores; ni por parte de la juventud, la música y la peculiar y personal forma de su vestimenta, y un número importante de curiosos como nosotros.
                        Y cuando llegamos a casa, lógicamente nuestra ropa huele a humo. La noche se nos viene encima rápidamente, sin darnos cuenta, aunque la caminata es larga. Algunas de las hogueritas mueren lentamente, dejando las huellas de sus rescoldos; otras, más tardías, permanecían erguidas, porque no les llegó su hora, aunque su final será el mismo. De pronto, el cielo se llenó de luces y brutales ruidos, los fuegos, fabricados por expertos hombres, se hicieron fuertes; su  eco se repetía insolentemente en la lejanía y los trazos de sus luminarias dibujaban en los cielos guirnaldas multicolores, que despertaban, a pesar de nuestros muchos años, la misma admiración de cuando éramos pequeños; pensando que todo es igual y todo era distinto.


                                         Santa Cristina, A Coruña, 24 de Junio de 2022    

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
55.- CANCIÓN DE VERANO

        Era una noche de Junio,
negra, callada y serena,
encima de los alcores
celaban miles de estrellas
y, en una esquina del cielo,
brillaba la luna llena,
iluminando los campos,
donde el girasol, sestea.
        Al filo de media noche,
la blanca luna alcoreña
se paseaba curiosa,
sobre tejas y azoteas,
perdiéndose en los rincones,
recorriendo las callejas.
        En brazos de grata noche,
cuando los duendes pasean,
la luna escuchaba el canto
de las aguas de la Muela,
sollozando intermitente
al correr por las acequias.
        Después se oyó el cantar
de una alondra prisionera.
Un viento, de suaves rachas,
quebró sus notas primeras.
Y una bella cancioncilla,
voló con sones de seda,
bajo los verdes ramajes,
sobre las crecidas hierbas,
despertando en nuestras almas,
deseos de estar con ella.
        Era un jubiloso canto
saturado de belleza,
de juventud y amor,
regalo de una pareja,
para las aguas tranquilas
de la fuente de la Muela,
para la luna, los vientos
y la alondra prisionera.
        "En el parque hay una fuente,
siempre con sus aguas frescas,
aquel que, sus aguas bebe,
de amor, su corazón llena."
Cantaban un par de voces
en el parque de la Muela.
        Pasados unos instantes,
se apagaron, como velas,
las voces enamoradas
que cantaban en la Muela.
Callaron las suaves voces,
la alondra murió de pena,
la luna, llena de celos,
huyó por las azoteas,
y el viento mudó sus aires
por una brisa serena.
        Todo se volvió silencio,
la nostalgia hizo presencia,
sólo en la Muela se oía
el rumor del agua fresca,
sollozando intermitente,
al correr por las acequias.
                                        Santa Cristina, A Coruña, 24 de Junio de 2022

jueves, 23 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
54.- LAS NOCHES DE SAN JUAN

        ¡Es la noche de San Juan!
Enciende ya, tu candela,
y busca en tu corazón
mil sollozos de maderas,
alegres chisporroteos,
lenguas de llamas inquietas
que, en acrobático salto
y con silentes piruetas,
al olvido, se marcharon,
donde pacientes, esperan.
        Los recuerdos de la infancia,
perdidos en la mar, vuelan,
iluminados, caminan,
por las chispas de una hoguera,
que se escaparon al cielo,
en las noches sanjuaneras.
        En las noches de San Juan,
de la Rusadir eterna,
los infantes del ayer,
hicimos bien las tareas,
de acopiar los trastos viejos,
de apilar la seca leña,
de reunir todo aquello
que al fuego, se consumiera,
para levantar pirámide
de una efímera existencia,
que encendiera nuevos sueños,
que, en la noche, presta, ardiera,
para que el niño San Juan,
se calentara con ella.
        En las noches de San Juan,
de la Melilla agarena,
hindú, judía y cristiana,
el viento busca su hoguera
para levantar sus llamas,
bien cerca de las estrellas.
Corre el viento por el aire,
besa tejas y azoteas,
busca aromas de fuego,
que vienen por sus callejas.
        Las hogueras de San Juan,
que en Melilla se celebran,
nada saben de política,
ni saben de crueles guerras,
ni de absurdas prohibiciones,
ni del color que gobierna.
Saben que, del pueblo son,
natas en lejanas fechas,
que no existe autoridad
que pueda acabar con ellas,
porque llevan en sus hondos
fuego de llamas eternas.
        En las noches de San Juan,
Melilla viste de fiesta,
fiesta del fuego y del agua,
de testigo, las estrellas,
y, en una esquina del cielo,
la luna de plata, sueña
con bajar al Barrio Obrero,
para encender nuestra hoguera.
        La playa de San Lorenzo,
con sus aguas siempre frescas,
quiere ser concelebrante
con las cálidas candelas,
poniéndole a la jornada
dos caras de una moneda:
una, de ardorosos fuegos,
otra, de agua, en mar serena.
Cuando los fuegos se apagan,
y brasa, se hace la leña,
los melillenses emigran
a buscar húmeda arena,
y remojarse los pies
a orillas de la mar bella,
donde las tranquilas aguas
con las arenas se espejan.
        No sé lo que hiciste, tiempo,
con las noches sanjuaneras,
si la perdiste por siempre
o cambiaste tus maneras,
si en el olvido, murieron,
condenadas por ser viejas.
        No sé lo que hiciste, hombre,
con tus cálidas candelas.
        Si, en la noche de San Juan,
piras de grandes luciérnagas
iluminaban Melilla,
encendiendo sus callejas,
¿Por qué apagar tradiciones?
¿Por qué pagar la hogueras
que, en las noches de San juan,
entre alegrías y penas,
guardaban sus ilusiones
los niños de la posguerra?

                                            Santa Cristina, A Coruña, 23 de Junio de 2022

miércoles, 22 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
53.- AL VIAJAR

       Al viajar rompo los moldes
de mi vivir cotidiano,
estreno gotas de vida,
tenidas en viejos frascos
de un traslúcido cristal
que, entre algodones, yo guardo,
para ser resucitadas
en un mañana lejano.

        Al viajar experimento,
con gran regocijo y agrado,
éxtasis contemplativo,
deleite de enamorado,
al plasmar en mis retinas,
con pinceladas de mago,
las absorbidas vivencias,
los lugares visitados.

        Al viajar busco mil fuentes,
donde calmar mis quebrantos,
donde beber las riquezas,
donde sorber los encantos,
donde libar nuevos néctares,
donde saciar, al contado,
la sed de un pobre viajero,
en sereno alcor, anclado.

        Al viajar esculpo sueños, 
dibujo lugares sacros,
grabo, con finos buriles,
estampas, cromos dorados,
imágenes imborrables
que, con alegría, guardo
en las estancias del alma,
en arcones artesanos.

        Al viajar siempre me visto
de presente y de pasado,
y pronto, busco futuro,
donde poder yo, plasmarlo,
sobre las frágiles hojas
de un papel inmaculado,
fieles y mudos testigos
de un querer muy deseado.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 22 de Junio de 2022

martes, 21 de junio de 2022

REFLEXIONES SOBRE UN 19 DE JUNIO ANDALUZ


CUANDO LAS ENCUESTAS, TODAS, SE FUERON AL GARETE, Y DEL SORPRESÓN NO SE LIBRÓ NINGUNO DE LOS CONTEDIENTES.

                        Nada, que aquel famoso slogan de que España era diferente, después de lo ocurrido el pasado domingo, se lo tendremos que aplicar a Andalucía. Efectivamente, ninguno de los pitonisos del ruedo político, acertó con sus números; sus bolas de cristal se enturbiaron, la intuición no existió, los deseos de no pocos no se cumplieron como ellos deseaban, los estudiosos suspendieron en sus exámenes y tendrán que volver en septiembre a las aulas del vaticinio, ni los más viejos del lugar, esos que saben más por su vejez que por sus diabluras, dieron en el clavo.
                        Quizás la mayor sorpresa se la llevó el que trabajó, con su gente, codo con codo con su Presidente para mejorar su tierra y que se encontró que todas las mieles se las llevó este y él se dio de bruces con la puerta abierta de par en par para arrojarlo al vacío, al país de nunca jamás. Tu comportamiento final, con llanto incluido, te honra, Sr. Marín.
                         Inmaculada y Teresa, o Teresa e Inmaculada, después de divorciarse políticamente en su anterior andadura, abanderando restos de reinos de taifas de la Andalucía actual, descienden en su estima popular, llevándose un buen batacazo también y lanzado excusas que nada tienen que ver con el sentido común.
                          Vox, soñando con su nueva cara, recién estrenada por estas tierras nuestras, en poder tocar el cielo del poder, sube tan sólo un ligero par de escaños y se quedará con un palmo de narices, del mismo, ocupando la mitad del concierto.
                          El caballero de los socialistas, a pesar de llevar el nombre de Espadas, no tuvo tiempo ni respuesta popular para poder desenvainarla y acabar con la debacle que se le venía encima y hasta nos llegaron voces desde Madrid diciendo que el éxito de los otros se debió a la Pandemia y a la ayuda que el Gobierno Central le concedió a Andalucía. Habrá mayor estupidez, señora ministra de turno, que esta.
                          Y para finalizar con esta ceremonia del despropósito, o mejor del desconcierto, para nosotros, el que terminó más sorprendido de todos fue el Presidente, sí, el Presidente de antes y que seguirá siéndolo, el Sr. Moreno; pues, seguro que ni él mismo, aunque tuviera la moral del Alcoyano, tendría la esperanza de duplicar con creces, como ha ocurrido, los escaños conseguidos en las anteriores elecciones.
                          Cómo seguimos añorando, a estas alturas, un partido andalucista de verdad, nada de rebujinas ni de arrivistas y un sólo deseo de que ojalá todo este batiburrillo sea en bien de nuestra siempre amada Andalucía 
                        

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)

 
52.- VERANO

        Mira tú, que ya el verano
a lo alcores llegó,
viene cargado de sueños,
guardados en gran arcón.

        Mira tú, que este verano,
sobrado está de calor,
cuida tu rosada piel
de los rayitos de sol,
que no quiero que tu cara, 
espejo de tu corazón,
se ennegrezca toda ella
de oscuro y negro tizón.

        Mira tú, alcoreña mía,
que es llegada la ocasión,
de aliarte, sin tapujos,
con la brisa y el frescor
que, en la noches veraniegas,
se pierden por este calor.

        Verano de los alcores,
fuente de mi inspiración,
deja que la noche busque
encuentro de grato amor,
mientras los calores duermen,
arrullados por el sol,
con nanas de frescas voces,
con cantos de albo frescor.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 21 de Junio de 2022 

lunes, 20 de junio de 2022

EN MEMORIA DE UN AMIGO DE LA INFANCIA Y JUVENTUD

 
¡OJALÁ QUE YA ESTÉS EN EL CIELO DE LA BUENA GENTE!

                            Mira que nos lo venías diciendo esto últimos días, pero nosotros no te creíamos, ni tampoco lo queríamos. Te has marchado sin hacer ruido, como los santos. Ya sabemos que no le tenías miedo a la muerte y has gozado de tu vida hasta el último momento, estrujándole todo su zumo, el tuyo, el que te has bebido y saboreado a lo largo de ella.
                            ¡Qué de recuerdos compartidos en la niñez y en la infancia, en el Barrio Obrero de nuestra querida Melilla! En las traseras de la calle Teniente Coronel Seguí, sin asfaltar, y tu casa, en su entrada, elevada sobre su nivel, como cosa especial, y con la cercanía de la tienda de La Callera, sólo atendida por mujeres, y como un anticipo de los super de ahora, porque allí encontrabas de todo, desde las sardinas en arenque, hasta los botones e hilos más variados, o la brillantina para el pelo, o el tinte para el calzado; donde vivía nuestro genial pelotero conocido en el mundo mundial como Pepillo, y su hermano Pacoli, que se lo llevó el maldito Covid, con los que te podrás encontrar ahora, porque también formaban parte de la nómina de la buena gente. Y que eran García como tú, nuestro querido José.
                             ¡Cuántos recuerdos de los tuyos, especialmente de tu hermano Fernando y de la Imprenta-Papelería de tu padre por allá lejos de la calle General Mola.
                             Más recuerdos de tu andadura política, formando parte de los cinco magníficos que peleaban porque se escuchará y fuera atendido el lamento de Andalucía; porque fuiste de los políticos
que derramaban romanticismo y honradez, de los de la manita abierta.
                              Hasta que un día descubres que lo tuyo era la pluma. ¡Cuánto disfrutaba con tus escritos! Una pluma sabia, mordaz a veces, pero sin acritud. Fuiste capaz de convertir la prosa en poesía y ya sabemos que tenías muchos seguidores, que ahora nos quedamos huérfanos de de tus criaturas. En Facebook se te echará de menos, José García Pérez, y en los que te admiramos y tuvimos la fortuna de conocerte, siempre permanecerás vivo.







 

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005

 
51.- ¿PARA QUÉ, DEJARSE LA PIEL?

        Luchando por una idea,
algunos, la piel se dejan.
        Mientras el ladino diablo
vestido con piel de oveja,
va quebrando los caminos,
va aguijarrando las sendas,
va, con sibilino andar,
destruyendo ideas bellas.

        Luchando por la verdad,
algunos, la piel se dejan..
        Mientras, los astutos hombres,
arropados con vilezas,
van royendo las verdades,
van limando las certezas,
van, con engañosas mañas,
mutando la verdad buena.

        Por la libertad, luchando,
algunos, la piel se dejan.
        Mientras, feroces tiranos,
rodeados de grandeza,
van robando libertad,
van quitando independencia,
van, con rangos salvadores,
dejándola muda y presa.

        Luchando contra las drogas,
algunos, la piel se dejan.
        Mientras, gente sin escrúpulos,
al lado de la opulencia,
van carcomiendo la vida,
van anulando cabezas,
van, con sus férreas arte,
extendiendo las miserias.

        Luchando contra la hambruna,
algunos, la piel se dejan.
        Mientras, gente interesada,
de grandes barrigas, llenas,
van derrochando alimentos,
van destruyendo cosechas,
van, con estudiadas formas,
generando más pobreza.

        Luchando contra la guerra,
algunos la piel se dejan.
        Mientras, los magos del miedo,
en sus gratas madrigueras,
van masacandro los pueblos,
van llenando sus carteras,
van, con sublimes mensajes,
justificando las guerras.

        Luchando por la igualdad.
algunos, la piel se dejan.
        Mientras, los dueños de todo,
amos del cielo y la tierra,
van creciendo en su poder,
van repartiendo pobreza, 
van, entre mundos extremos,
abriendo profundas brechas.

        Luchando por muchas cosas,
algunos, la piel se dejan.
¿Servirán sus sacrificios
para sanear la tierra,
para desterrar maldades,
para quemar diferencias,
para gritar libertad,
allí, donde el hombre quiera?,
o, por todo lo contrario,
con aires de honda tristeza,
no han de servir de nada,
la piel que algunos se dejan,
luchando con utopías
por los hombres de esta tierra.

                                           Santa Cristina, A Coruña,  20 de Junio de 2022

domingo, 19 de junio de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


50.- A LA ORILLA DEL SILENCIO

        A la orilla del silencio
me puse yo a meditar,
sobre las luces y sombras
que encierra toda verdad.
        Mi verdad es verdadera,
la tuya, tiene su aval,
y también es bendecida,
la verdad de los demás.
Si la verdad es sólo una,
y aquí, enfrentadas están,
¿Cuál de estas, nuestras verdades,
es verdadera verdad?

        A la orilla del silencio
me puse yo a meditar,
sobre el dolor y los goces
que guarda la libertad.
        Mi libertad es sagrada,
la tuya, ha de ser igual,
y  sagradas han de ser
las que gozan los demás.
Si la libertad es única,
y aquí, reñidas están,
¿Cuál de nuestras libertades,
debemos todos guardar?

        A la orilla del silencio
me puse yo a meditar
sobre el sabor y la hambruna
que arrastra consigo el pan.
        Mi pan es justo alimento,
para ti, ha de ser igual,
y alimento irrenunciable
para todos los demás.
Si el pan es fuente de vida,
y de él, hay quien falto está,
¿Quiénes son los fabricantes
de las hambrunas del pan?

        A las orillas del silencio
me puse yo a meditar,
sobre el escrito derecho,
a disfrutar de un hogar.
        Mi hogar es bendita casa,
el tuyo, no queda atrás,
y por sentido común
lo han de tener los demás.
Si el hogar es un derecho,
que nadie debe obviar,
¿Por qué miles de personas,
al raso, viviendo están?

        A la orilla del silencio
me puse yo a meditar,
sobre las telas y harapos
que cubren cuerpo mortal.
        Mi vestir está resuelto,
al tuyo, le ocurre igual,
y así tendría que ser
para todos los demás.
Si los vestidos son telas,
fáciles de fabricar,
¿Por qué millones de humanos,
aquí, desnudos están?

        A la orilla del silencio,
me puse yo a meditar,
sobre los cinco pilares,
que el hombre ha de levantar,
con los que vivir la vida,
en su cierto caminar.
Abren puertas al camino,
la verdad, la libertad,
y para andar por la vida,
que nadie olvide pan,
una casa, un vestido y...,
sobra todo lo demás.

        El día que el ciego hombre
viva en solidaridad,
e ice los cinco pilares
que, en versos, quedan atrás,
sonarán mil claros cantos
de clara felicidad,
y un eco de clara dicha
la tierra recorrerá,
como salmo interpretado
por toda la humanidad.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 19 de Junio de 2022

sábado, 18 de junio de 2022

NUESTRAS REFLEXIONES DE ANTAÑO

                            Justamente, hace doce años, que en nuestro blog publicamos esta reflexión y con una cierta nostalgia la asomamos de nuevo. ¡Cómo pasa el tiempo! Ya no hay tristezas, lo hecho, hecho está, las sombras y luces nuestras reposan en el arcón de los olvidos, pero las preguntas siguen en el aire y sin respuestas...


RÉQUIEM POR UNA MANO ABIERTA


     Ni El Viso se lo merece ni, los de la manita abierta o los del olivo joven, se lo merecen. Un réquiem es algo muy serio, es algo triste y no deseado, es algo fúnebre y luctuoso. Un réquiem es el sombrío canto a la muerte, a la terrenal desaparición, a la partida definitiva hacia la insoportable nada.

     Y ¿Qué hicimos para merecer tan grande castigo? o ¿Qué no hicimos para recibir tan grande correctivo? Preguntas que vagan insolentes por los alcores visueños esperando acertadas respuestas de todos y de nadie.

     Y llegado el triste e insolente momento de la desaparición  de los sueños utópicos, de las quimeras regeneradoras, de los ilusionantes grandes ideales, no nos quedan lágrimas, nos sobran fatalismos e incomprensiones.

     Y en las cercanas páginas de la historia de El Viso, tuvimos, por más de una década, Alcaldes de la mano abierta, del añorado andalucismo. Alcaldes que salieron como llegaron, limpios de manos, de bolsillos y de almas, y que regresaron a su hacer cotidiano sin traumas, sin alardes, sin añoranzas y sin olvidos.

     Y hoy, entristecidos, acongojados por la indiferencia de los muchos visueños que, en otros tiempos, nos acompañaron, sólo nos queda el reconocimiento de nuestro fracaso, el respeto a una democracia por reinventar, el apego solemne e irrenunciable a nuestra tierra, Andalucía y, sobre todo, el deseo de que la siembra de Blas Infante fructifique para bien de El Viso, Andalucía, España y la Humanidad.

     Y después de la desaparición del “Andalucismo visueño”, no sería mala idea inventar un “Visueñismo” solidario y realista, sin ñoñerías, alejado de los fatídicos populismos salvadores y enemigo de la corrupción.


365 Y UNA POESÍAS (2004 - 2005)


49.- VIDA Y MUERTE

        La vida y la muerte son,
en una misma moneda,
la cara, bendita dádiva,
la cruz, temida condena.
        La vida pasa volando,
con alas de frágil cera,
que el tiempo va derritiendo,
dejando, sólo, sus huellas.
        La muerte, paciente dama,
con nostalgia, nos espera,
no tiene pausa, ni prisa,
sólo quiere que la crean.
        La vida escribe las páginas
de un libro de inciertas cuentas,
con tintas de mil colores,
con pluma de ave viajera.
        La muerte dibuja cuadros
de llantos y penas gruesas
con la ayuda de un color,
el negro, de negras penas.

        El hombre desde que nace
aprende dos grandes juegos,
uno, lo aprende jugando,
el otro, lo juega con miedo:
uno, está lleno de vida,
el otro, de mudos silencios.
En el juego de la vida
el tiempo pasa corriendo;
en el juego de la muerte,
por siempre, se agota el tiempo.
Todos los humanos juegan
partidas de estos dos juegos,
al principio, ganan todos,
al final todos perdemos.

        La vida es casa de paso,
llena de puertas abiertas,
y a pesar de sus corrientes,
te agrada morar en ella.
        La muerte es viejo castillo,
lleno de burdas leyendas,
fantasmas de un más allá,
que nadie quiere leerlas.
        La vida es pájaro esquivo
que en libre albedrío, vuela,,
cuando quiere, mueve alas,
cuando no, se posa en tierra.
        La muerte es un negro cuervo,
que siempre está a nuestra vera,
si puede, te rompe el alma,
cuando menos te lo esperas.

        El hombre desde que nace,
viaja en dos grandes veleros,
uno, lo lleva a la mar,
el otro, al último puerto,
uno, se apaña con nada,
el otro, no tiene arreglo.
En el barco de la vida,
todos somos marineros,
en el barco de la muerte,
nadie quiere ser primero.
Todos somos navegantes
de estos dos grandes veleros,
al principio, gozan todos,
al final, nadie contento.

                                        Santa Cristina, A Coruña, 18 de Junio de 2022