sábado, 17 de julio de 2010

Retrato



No es bueno que nuestro amigo Antonio esté solo, démosle una compañera.

Lápiz de color sobre papel
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viernes, 16 de julio de 2010

Versos para los que no duermen

INSOMNIOS

Los que padecéis insomnios,
los que escucháis, sin esfuerzos,
los ladridos de la noche,
a los gallos mañaneros,
el roncar de los motores,
los sones del basurero,
los paseos del noctámbulo,
los que matan el silencio,
el piar del pajarillo,
los tic-tac de un reloj viejo,
los turbulentos ronquidos
de los señores del sueño,
el canto de la polilla,
el croar de un rano nuevo,
los pasos del aquel viandante
que haya en la noche, consuelo,
el glorioso jadear
de los vecinos del sexo,
los ecos de las botellonas,
las maldiciones y rezos
de los hombres y mujeres
que moran cielos y avernos,
las risas de la lujuria,
los ayes de los enfermos,
los maullidos de los gatos,
los silbos del viejo viento,
sois seres afortunados,
por escuchar todo aquello
que, en la oscura madrugada,
sabe a arcano, a misterio,
a catálogo envidiado
por los hijos de Morfeo.

Amen, que sois también ricos,
al descubrir el silencio,
al sorberlo, al palparlo,
al amarlo, al poseerlo.

¿Bendito sea el insomnio,
musa de insómnicos versos!

Retrato



Desde "La Ballena", Antonio, FELICIDADES por tu ingreso en el Club de los sexagenarios.

Lápiz de color sobre papel.
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martes, 6 de julio de 2010

Córdoba


Plumilla tinta china sepia sobre papel.
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En vísperas

SIETE DE JULIO, SAN FERMÍN

Desde la distancia, opino,
desde la barrera, veo,
la desatada locura
vivida por todo un pueblo.
Pueblo amante de la vida,
pueblo con sangre de pueblo,
pueblo que, todos los julios,
proclama a los cuatro vientos,
la no comprendida esencia
de su más grande festejo
y escribe mil nuevas páginas
de valor, locura y miedo.

En este siete de julio,
miércoles sanferminero,
de atrevimiento, vestido,
con estos versos, me atrevo,
queriendo yo descubrir,
con serios razonamientos,
con talante comprensivo,
con el debido respeto,
donde reside la magia
de sus famosos encierros.

La muerte, cada mañana,
después de oír leve trueno,
busca encontrar en la calle
vida de jóvenes cuerpos,
quebradas, en un instante,
por unos terribles cuernos,
astas hiniestas de toros,
espigas de puro acero,
que quieren morir matando
antes de llegar al ruedo.

San Fermín, cada mañana,
después de oír fuerte trueno,
se viste con viejas ropas
de médico o curandero,
sin olvidar los laureles
de santo muy milagrero.
Recorre vías y calles,
arterias de los encierros,
realizando cien quites
a mozos que van corriendo
y que, en un macabro instante,
instante de los lamentos,
ven muy cercana la muerte,
que los toros llevan dentro.

Una riada mañanera,
río de jóvenes cuerpos,
de aguerridos pamplonicas
y entusiastas forasteros,
venidos de todo el mundo
para correr los encierros,
le pide al Santo, fortuna,
con unos sencillos rezos.
Rezos que se multiplican,
después de oír breve trueno,
en las bocas, en las mentes,
en los más hondos adentros,
de esposas, madres, familia,
que viven terrible infierno.

Quisiera que algún navarro,
erudito en los encierros,
pudiera a mí, revelarme
la esencia de estos festejos
que, en algunos de nosotros,
despiertan, sin miramientos,
rechazos, incomprensiones,
variopintos sentimientos,
expresiones negativas,
descargadas sobre un pueblo.
Y mientras ella no llegue,
seguiré en mis derroteros
de lamentar la existencia
de estos peligrosos juegos,
que al despertar la mañana,
después de sonoro trueno,
cartas de vida y de muerte
se juegan en el festejo.

lunes, 5 de julio de 2010

Marinos



Plumillas tinta china azul sobre papel.
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Romancero de la Ballena

EXPERIMENTO SONORO

Cierro los ojos y, al tiempo,
abro puerta a los sonidos
que, en caótica manada,
buscan despiertos oídos.
Un maremagno de voces,
al lado de tenues ruidos,
forman loca partitura
de una canción sin sentido,
que induce al grato sopor,
a sueño sereno, rico.
El ronroneo del mar,
monótono y aburrido,
se suma, ronco se pliega,
a los infantiles gritos
de una mesnada de infantes,
émulos de locos grillos
que, en el orillar, pregonan
su más preclaro dominio,
sobre la arena, las olas,
la espuma y el aire marino.
Unas osadas gaviotas,
de la mar, puro capricho,
se unen a la algarabía
con sus agudos graznidos.
Unos palistas teclean,
en incruento partido,
un toc-toc de reloj ronco,
entre sonidos perdidos.
Unos bañistas se ríen,
una madre riñe a un niño,
De una sonora garganta
brotan miles y un ronquidos.
Como en la mar no hay esquinas,
allí, todos se han reunido,
los notables, los grandotes,
los pequeños, los sencillos,
los que suenan a canción
y los que imitan ladridos.
Todos ellos amasados
en un mágico lebrillo,
fabricado por la mar
con viejo barro salino,
para invitar al bañista
a escuchar, semidormido,
la barahúnda playera,
alegre batiburrillo,
reclamo de caracola,
canto de fácil olvido,
que el poeta recogió
en estos versos marinos,
en La Ballena roteña,
mi soñado paraíso.

viernes, 2 de julio de 2010

Caricaturas (Homenaje)






Hoy les toca a los juveniles del Unión Polideportivo Viso (Temporada 83-84)

Punta fina negra sobre papel.
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Versos para recitar a los más pequeños

EL VENDEDOR DE ESTRELLAS

¿Quién me compra, esta mañana,
una docena de estrellas,
acabadas de encender,
relucientes y muy bellas?
Ayer noche, las pesqué,
con una gran escalera,
con una cañita de oro,
sedal de muy fuerte seda,
anzuelo de plata fina
y de cebo, unas monedas,
moneditas muy brillantes
que me regaló mi abuela.

No pierda oportunidad,
son estrellas de primera,
y, si alguna se le funde,
yo le entregaré una nueva,
encendida y reluciente,
hermana de todas ellas.
Sirven para muchas cosas,
todas ellas, cosas buenas,
sirven para imaginar,
para alumbrar en las fiestas,
para iluminar las noches,
para imitar las candelas,
para jugar con la Luna
a la rueda, rueda, rueda,
y para que los amantes,
amores eternos tengan
y, en sus ojitos brillantes,
brillen estrellitas nuevas.

¿Quién me compra, esta mañana,
mañanita clara y fresca,
un racimo de estrellitas,
una docena de estrellas,
que nunca se apagarán
mientras las cuides, las quieras,
mientras la saques de noche
a pasear, en la Tierra?

jueves, 1 de julio de 2010

Modesto homenaje (Caricaturas)

Los equipos de fútbol del Unión Polideportivo Viso, en sus categorías de senior y juveniles, realizaron una extraordinaria campaña en la temporada 83-84. Cumplidas las bodas de plata de tal efeméride deportiva, publicaremos, como modesto homenaje, las caricaturas de los artifices de ella, con el agridulce sabor del éxito y de la ausencia de algunos jóvenes deportistas dibujados. ¡Vaya por estos últimos, los García, los Nero, los Placi, los Oliva...!






Punta fina negra sobre papel.
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Romancero de los Alcores

LA LUNA POR LA TABLÁ

Ya va subiendo la luna
de la Vega a la Tablá,
luce como una chiquilla
arreglada y bien plantá.
Mírala como presume,
encima del olivar,
con su carita tan blanca
como la flor de azahar.

En la alberca de la Muela
riela llevando el compás,
con el canto de las aguas
que por las acequias van.
Venus, galán de la noche,
luminaria de cristal,
le quiere tirar los tejos
a la luna resalá
y un ruiseñor del Alcor,
despierto en la madrugá,
ensaya precioso canto
para la luna de sal.
Y en la esquinita del pueblo,
muy cerca de la Luná,
dos ojos miran la luna,
no se cansan de mirar
su cutis de porcelana,
su cara de nívea cal,
prendados están de su alma,
como el cielo, de la mar.

Ya va bajando la luna,
con cansino caminar,
buscando un sereno lecho,
donde poder descansar.
Venus, desde su atalaya,
dolido, la ve marchar,
no se resigna, no quiere
esperar un día más,
para ver a su lunita,
sobre el olivar, pasar,
y el ruiseñor del Alcor,
inventa nuevo cantar,
tiene, las horas del día,
para poder ensayar
la canción que, a su lunita,
él le quiere dedicar.

Los ojos enamorados
que moran en la Luná,
lágrimas de honda tristeza
derraman sobre el naranjal,
cuando a la luna lunera
ya no la pueden mirar.
La luna ya se marchó,
dejando su mal atrás,
un Venus desesperado,
cansado de tanto esperar,
un ruiseñor que ha olvidado
las notas de su cantar
y unos ojos traicionados,
ciegos, en la eternidad.
Mañana, al volver la noche,
no sé, luna, si vendrás,
piensa que un viejo planeta,
un ruiseñor muy legal
y un par de brillantes ojos,
esperan verte llegar,
y después, ver como subes,
como subes la Tablá.

¡No seas malaje, niña,
que poco te ha de costar!