viernes, 25 de septiembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 

Entrega 2. Escrito 7

NUEVO DICCIONARIO DEL REAL CORONAVIRUS

      Habrá que tomar a broma o a chanza, por aquí a puro cachondeo, los nuevos vocablos nacidos y crecidos en los tiempos del “coronavirus” o “covid-19”, al margen del trabajo de los sesudos académicos de la RAE, ocupados en cosas lingüísticas más serias e importantes.

      Sin orden, ni concierto, ajeno a cualquier tipo de clasificación, a bote pronto, conforme a como aparecieron en mi camino de caminante usuario del español o castellano (que, para mí, ¡monta tanto, cómo, tanto monta!)

      Para este modesto escribano, cortito en conocimientos pandémicos, “CORONAVIRUS” y “COVID-19”, merecen el honor de aparecer en este “yo qué sé”, como primerizos vocablos, palabras que nos han metido en el cuerpo y en el alma grandes miedos y deseos de no haberlos conocido nunca.

     Vayan a continuación las definiciones “muy sui generi” de éste que suscribe y escribe, sin pretensiones de sabio lingüista, ni de limpiar, fijar y dar esplendor a los nuevos vocablos.

     CORONAVIRUS. Virus coronado, monarca mal intencionado y dañino, procedente del Wuhan chino (sin demostrar su origen y procedencia) experto en confinar, contagiar y matar humanos.

     COVID-19. Significado no explicado del todo, compuesto, como se aprecia, de 5 letras, un guion y 2 números. Podría ser un epítome de “coronavirusdel2019”.

     NUEVA NORMALIDAD. Todos, menos algunos políticos incluidos los presidentes de gobiernos, conocemos y convivimos con la Sra. Normalidad que no deja de ser lo que, por naturaleza, forma o tamaño, ocurre o es como siempre. Por lo que la normalidad no podrá ser ni nueva, ni vieja. Don Pedro, aplíquese el cuento y olvide lo de la NUEVA NORMALIDAD y no sea tan reiterativo, repetitivo y pesado, repitiendo en una de sus animadas ruedas de prensa, más de 50 veces lo de la NUEVA NORMALIDAD.

     DESESCALADA. Según me dicen es una “escalada descendente”, cosa más bien rara y algo extraña ya que escalar o trepar es siempre hacia arriba y de nada sirve, ni convence, aunque le pongamos delante el prefijo “des”.   

     CONFITAMIENTO. Palabra prima hermana de la actual y muy usada CONFINAMIENTO. El cambio de una “ene” por una “te”, dispara el distanciamiento entre ambas palabras. Confinamiento es encierro, normalmente causante de adelgazamiento; Confitamiento es hartura de fabricar y engullir toda clase de confituras y dulces, causante siempre de engorde.

     IFEMA. Invento salvador. Lugar readaptado con éxito para atender a los contagiados del “coronavirus” y, de paso, a los sintecho. Lugar para no olvidar, donde los sanitarios, ángeles y mártires, se dejaron la piel y más, su vida. Ejemplo mágico de rapidez constructiva y mutación de un local de ferias a un gran hospital.

    MASCARILLAS. Máscaras pequeñas de las que todavía no se saben sin son útiles o necesarias, según los ocasionales “científicos” entendidos en la materia. Construidas, artesanal o industrialmente, con cualquier tejido. De usar y tirar, lavables, y de todos los colores. Casi todas ellas terminan por dañar las orejas de los usuarios.

     TEST. Prueba poco vista. Oportuno, necesario e imprescindible material sanitario que dio a los chinos la oportunidad de tomar el pelo a los “sesudos” compradores hispanos del gobierno.

     ERTE. Hermano menor del ERE, inventado por el poder absoluto, para seguir “favoreciendo” a los empresarios de este país nuestro (Al revés para que nos entendamos). Pregunta siniestra: ¿Cuándo los trabajadores apuntados al ERTE volverán al “curro”?

     De aquí a que se nos acabe el estado de alarma, hay tiempo para ampliar este diccionario de usos y abusos, de cuentos y cuentistas, de parlantes y parlanchines y de ponernos serios, con lo que se nos viene encima. ¡Qué nos pille confesados!



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