martes, 21 de junio de 2022

REFLEXIONES SOBRE UN 19 DE JUNIO ANDALUZ


CUANDO LAS ENCUESTAS, TODAS, SE FUERON AL GARETE, Y DEL SORPRESÓN NO SE LIBRÓ NINGUNO DE LOS CONTEDIENTES.

                        Nada, que aquel famoso slogan de que España era diferente, después de lo ocurrido el pasado domingo, se lo tendremos que aplicar a Andalucía. Efectivamente, ninguno de los pitonisos del ruedo político, acertó con sus números; sus bolas de cristal se enturbiaron, la intuición no existió, los deseos de no pocos no se cumplieron como ellos deseaban, los estudiosos suspendieron en sus exámenes y tendrán que volver en septiembre a las aulas del vaticinio, ni los más viejos del lugar, esos que saben más por su vejez que por sus diabluras, dieron en el clavo.
                        Quizás la mayor sorpresa se la llevó el que trabajó, con su gente, codo con codo con su Presidente para mejorar su tierra y que se encontró que todas las mieles se las llevó este y él se dio de bruces con la puerta abierta de par en par para arrojarlo al vacío, al país de nunca jamás. Tu comportamiento final, con llanto incluido, te honra, Sr. Marín.
                         Inmaculada y Teresa, o Teresa e Inmaculada, después de divorciarse políticamente en su anterior andadura, abanderando restos de reinos de taifas de la Andalucía actual, descienden en su estima popular, llevándose un buen batacazo también y lanzado excusas que nada tienen que ver con el sentido común.
                          Vox, soñando con su nueva cara, recién estrenada por estas tierras nuestras, en poder tocar el cielo del poder, sube tan sólo un ligero par de escaños y se quedará con un palmo de narices, del mismo, ocupando la mitad del concierto.
                          El caballero de los socialistas, a pesar de llevar el nombre de Espadas, no tuvo tiempo ni respuesta popular para poder desenvainarla y acabar con la debacle que se le venía encima y hasta nos llegaron voces desde Madrid diciendo que el éxito de los otros se debió a la Pandemia y a la ayuda que el Gobierno Central le concedió a Andalucía. Habrá mayor estupidez, señora ministra de turno, que esta.
                          Y para finalizar con esta ceremonia del despropósito, o mejor del desconcierto, para nosotros, el que terminó más sorprendido de todos fue el Presidente, sí, el Presidente de antes y que seguirá siéndolo, el Sr. Moreno; pues, seguro que ni él mismo, aunque tuviera la moral del Alcoyano, tendría la esperanza de duplicar con creces, como ha ocurrido, los escaños conseguidos en las anteriores elecciones.
                          Cómo seguimos añorando, a estas alturas, un partido andalucista de verdad, nada de rebujinas ni de arrivistas y un sólo deseo de que ojalá todo este batiburrillo sea en bien de nuestra siempre amada Andalucía 
                        

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