martes, 14 de febrero de 2012

Versos al silencio

SILENCIO

El silencio está aburrido,
ante tanto desparpajo,
ante la vana palabra
del tedioso mamarracho,
ante el molesto decir
del parlanchín endiosado,
inventores de un lenguaje
barriobajero y barato.

El silencio está dolido,
ante tanto ruido insano,
ante el retumbe y los truenos,
de unos nuevos aparatos,
instalados en los coches,
para crear sobresaltos,
despreciando a los oyentes
que transitan por su lado.

El silencio busca amigos,
que hablen en tono bajo,
que utilicen el sonido,
como algo apacible y grato,
y que, alguna vez, lo escuchen,
para pasar un buen rato,
para saber de su esencia,
para descubrir su encanto.

El silencio encuentra paz,
en los picos elevados,
en los vacíos desiertos,
en los sitios despoblados,
por eso huye del hombre,
del hormigón, del asfalto,
de los ruidosos motores,
del vivir alborotado.

El silencio es don divino,
el silencio es bien sagrado,
el silencio es pura dádiva,
el silencio en un regalo,
aprendamos a quererlo,
aprendamos a gozarlo,
aprendamos a mecerlo,
en nuestras calladas manos.

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