miércoles, 1 de febrero de 2012

Nuevo romance en dos entregas

ROMANCE DE UN DISPARATADO DIÁLOGO CON MI MEMORIA

En un descanso de todo,
a la orilla del silencio,
sin tener nada que hacer,
busqué un entretenimiento,
dialogar con palabras
de mi arcaico pensamiento,
con mi ladina Memoria,
guardiana de mis recuerdos.

Al principio, sus palabras,
rozaban el puro silencio,
mas, en el correr del diálogo,
como fuego, iban creciendo,
hasta que, en su punto álgido,
retumbaron como truenos,
aturdiendo mis sentidos,
avivando luengos miedos,
despertándome a la vida,
rescatándome del sueño.
Las mías, poco curtidas,
en estos diálogos hueros,
comenzaron temblorosas
y con pródigos recelos,
hasta cogerle el tranquillo
a aquel quimérico juego.

Y he aquí lo que charlamos,
después de saludo tierno,
puerta para comenzar
con el peliagudo encuentro:

- “A vos, querida señora,
con el debido respeto,
la saludo complacido,
y yo le demando, sediento,
el saber por donde andan,
mis andanzas, mis desvelos,
la vida ya consumida,
en los estadios del tiempo,
estampas de mi pasado,
de las que nada recuerdo.”

Mi Memoria me miró,
con ojos de claro desprecio,
por atrevido ignorante,
por desmemoriado viejo,
y con un escueto susurro,
tan flaco como su aliento,
me contestó displicente,
con una voz de helado hielo.

- “¿Cómo quieres que yo sepa,
dónde vagan tus recuerdos,
si tú, que siendo su padre,
su fabricante , su dueño,
no sabes dónde lo pusiste,
cuando de tu vida huyeron?
No me vengas con monsergas,
ni torpes requerimientos,
¿Por qué tú, no lo guardaste,
en las hojas de un cuaderno,
en las páginas de un diario
o en cualquier moderno invento?
Y ahora, con seguridad,
tendrías fuente o venero,
para fácil recordar
lo que a ti, te quita el sueño.”

(Continuará)

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