291 .- NUNCA FUE TARDE ( Soneto )
Las
palabras, silentes o sonoras,
notas
de sentimentales pentagramas,
brotan
alborozadas sobre ramas,
triunfantes,
en predestinadas horas
Los
llantos y las risas urden tramas,
cuando
la grata esperanza, a deshoras,
hila
sobre la piel, dulces doloras,
alegres
cantos, encendidas llamas.
Y
los humanos, gatos escaldados,
oídos sordos a truenos ajenos,
buscan, en los santorales, aliados.
oídos sordos a truenos ajenos,
buscan, en los santorales, aliados.
Fertilizan,
tardíos, los terrenos,
eriales y páramos olvidados,
para hacer del dolor, goces serenos.
eriales y páramos olvidados,
para hacer del dolor, goces serenos.
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