domingo, 18 de agosto de 2024

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
SÁBADO, DÍA 3 DE OCTUBRE

LA BODA

                    Iba la novia, Lola, la hija menor de nuestro hermano Ángel, guapísima y es que siempre lo fue, con esa mirada tan dulce que cautiva a todo el mundo, y acompañada en todo momento del novio, que también lo es y con esa carita de niño bueno que siempre le caracterizó.
                    Ángel, su padre, el buenazo y el manita de la familia, disfrutando de lo lindo y Lola, su mujer, en su digno papel, pero demasiada afectada.
                    Nuestra madre, cómo iba a sentirse, contentísima, pues nos tenía a todos con ella, que no es poco, elegante y siempre erguida, a sus 91 años.
                    Domingo, nuestro hermano mayor, y Otilia, su mujer, como siempre y destacar que la gente menuda lo pasó fenomenal, bomba, como dicen ellos.
                    El Orfeón Padre Victoria nos deleitó con sus voces en la Iglesia, en una ceremonia bastante sencilla, como quisieron los contrayentes.
                    LaTuna estuvo con nosotros en el Hotel Ánfora, donde se celebró y nadie tuvo la culpa de que con tantos manjares el solomillo saliera duro, pues se lo cobraron igual.
                    Y al mediodía nos pusimos tibios en casa de Marimel, nuestra sobrina o hermana menor, y Alejandro.
                    ¡Qué buenos días pasamos en nuestra siempre añorada Melilla y con el enorme aliciente de formar parte de una  familia de gente buena! 

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