253 .- EL INVENTO DE LAS MAREAS
CAPÍTULO OCTAVO
Poco a poco va ajustando
los límites de su fuerza,
el horario de las fases,
que es cuestión asaz seria.
para que todos disfruten
y no surjan las protestas.
Selene está muy feliz
con todas las primeras pruebas
y el permiso de Nereo
con mucha inquietud espera,
para poner en activo
su fábrica de mareas,
por los tiempos de los tiempos
mientras Luna y Tierra hubiera.
Recibido beneplácito
la actividad se comienza,
poquito a poco las aguas
van cubriendo las arenas,
con oleaje bien suave
a grises rocas se acercan,
rodeándolas con espumas
y bellos encajes dejan.
Desde lugar escondico,
Dóride feliz contempla
como crece su dominio
sin que nadie lo detenga
y asomada en su Luna
la diosa Selena piensa,
plena de felicidad
que todo valió la pena,
aunque tene algunas dudas
cuando el agua retroceda,
teme que la sirenita
este vaiven no comprenda.
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