233 .- FANTASMAS DE GUANTES BLANCO
CAPÍTULO TERCERO
Para salir de este infierno,
el día de final de año,
un viejo va por el pueblo
con gritos a cal y canto.
Clamando como un poseso,
a fantasmas va culpando
de los males que vinieron,
fantasmas de guantes blancos.
Allí armose gran revuelo
y por el viejo alentados,
formando grande cortejo,
fantasmas andan buscando.
por senderos solitarios,
por cauces de arroyos secos
y por bosques de mal fario.
Soportando tristes vientos
y los sonidos más raros,
gemidos de árboles muertos
y olores que daban asco.
Guiados mal por aquel viejo
enormes tumbos van dando,
haciendo sonar cencerros,
que unen a rezos de antaño.
Como faltó al juramento
y teme él, ser castigado
por desvelar el secreto,
ahora invoca a los diablos.
De repente tiembla el suelo,
niebla espesa va avanzando
y tan sólo en un momento
nada se ve en unos palmos.
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