Muy importante para la gente menuda, es sin lugar a dudas, la llegada de los Reyes Magos a sus hogares, en las vísperas de la Epifanía, que nos recordará la adoración de Melchor, Gaspar y Baltasar
al Niño Jesús, en Belén, ofreciéndole oro, incienso y mirra. Para ellos, los niños del mundo, los obsequios que recibirán son bien diferentes; pero no por ello, dejarán de tener un encanto especial para cada cual.
Como podéis comprobar en este Navidal nuestro no faltaba nadie importante; por supuesto, el Niño en lugar preferente, en los brazos de su bendita Madre y un San José que no olvidaba su bastón, los Magos de Oriente, el buey y la mula; así como pastores, ofreciendo lo que tenían más a mano, sin perderlo de vista y hasta un curioso perrito que lo observa. Buena gente toda, ¿verdad?
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