37 .- LOS PERROS DEL TÍO FACUNDO ( I )
bajan muy corriendo,
la perrita blanca
y el chuchito negro,
van que las pelan,
vuelan como el viento,
ráfagas perrunas
corren que dan miedo,
los dos muy juntitos,
los dos, muy contentos.
Algo anda buscando,
algo de alto precio,
que quieren lograr,
sin perder más tiempo.
Al doblar la esquina
del viejo convento,
sufren un percance,
que pudo ser serio.
En su correr loco,
al tirado al suelo,
al tío Facundo
y a sus grandes cestos,
uno con naranjas,
el otro, con huevos.
Las naranjas ruedan
sobre el ocre albero,
como pelotitas
de un gracioso juego,
los huevos se han roto,
ni uno quedó entero.
Todo por la culpa
de aquellos dos perros,
la perrita blanca
y el chuchito negro,
que corren, que corren,
como fuerte viento,
y al tío Facundo
han tirado al suelo.
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