Recuperándonos en este lunes de resaca, intentamos, no exentos de ciertas dificultades, el volver a lo cotidiano, a las rutinas de nuestras vidas, a lo que se podía entender como la normalidad de cada cual, tratando de que esta también alcance a nuestras apariciones en este blog nuestro de cada día.
Sabido es por parte de nuestros lectores de que un grupo por el que hemos sentido siempre una gran admiración es el conformado por los pequeños, a los que llamamos habitualmente "nuestra gente menuda", aunque estos, con el paso de los días y en su mayoría, en su crecimiento, han roto barreras muchos de ellos y de gente menuda, nada; así que mejor no hablar.
De entre ellos, hoy traemos un dibujo, y que no lo hacemos por el tema de altura, que también la tiene, de un joven, ya casado, y con una prole numerosa, al que no nos cuesta decir que apreciamos bastante, como a todos los suyos, por su trato y manera de ser. Su nombre es Matías y es el benjamín de Antonio y Mercedes.
Cuando tenía pocos años y por su gran afición a la pelota desde bien chico, que también lo fue, como todo el mundo, nuestro siempre más que admirado Clim, lo reflejó de esta manera:
En los escalafones inferiores del que fue su equipo de siempre, el UPViso, además de por su buen saber jugar y nobleza natural, destacó por su altura, cuestión esta que nos vuelve a traicionar, ya que no es nuestra intención hablar de ello, sino de otra cosa. No nos negarán ustedes que el dibujo tiene su encanto, que es lo mismo que señalar que Matías, de pequeño al igual que de mayor, para los que le conocemos, siempre contó y sigue contando con él.
Pero volviendo al principio, a lo de estar casado y tener varias criaturitas, eje de nuestra reflexión, es que estas son un auténtico calco de su "papi", de tal manera es su parecido, que este dibujo podría servir como retrato de cualquiera de ellos con un poco de imaginación. Todos son como Matías en distintos tamaños, no exageramos. Vamos, que el molde es de una calidad más que extraordinaria, perfecta. Bromas aparte, querido Matías, sólo un deseo para concluir, que ojalá se parezcan en todo, no sólo en el físico, a tí, al que no hace falta decir que te tenemos un gran aprecio.
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