miércoles, 25 de mayo de 2022

ESTAMPAS DE PRIMERA COMUNIÓN

                             Siguen las Primeras Comuniones en nuestro Viso, después de dos años llevadas a cabo con ciertas dificultades por esa maldita pandemia que parece no querer irse de nuestro mundo, hasta que nos acostumbremos a ella y los tratamientos sean más adecuados y no venga con tanta virulencia. Ya son muchas las que se han celebrado en nuestra localidad, llenando de gozo, ¡menudo gozo!, a sus protagonistas al recibir por primera vez al Señor, seguro que todos los niños iban preciosos, con una carita especial aquel dia que nunca olvidarán, y la mar de lindas ellas, con sus trajes de sueños, de películas de Disney... Pero todo no debe quedarse en esta bella apariencia de la lindeza, de la felicidad propia y de la de sus familiares y amigos, de los convites, de los interminables y por qué no, merecidos regalos. Detrás de todo lo anterior, y antes, existe un compromiso, un acuerdo de amistad con aquel otro niño, Jesús, que nos regaló vida de la buena con su muerte y que además fue tan generoso, como lo de quedarse con nosotros en la Sagrada Eucarístia, la que recibisteis en día tan señalado para todos vosotros; repitiendo esa Primera Comunión cuando queráis, sin necesidad ya de tanto jaleo, con la sencillez de cada día vuestro y con el sentimiento de que lo queréis como amigo preferido.

                            Dentro de unos días le tocará el turno a un ser muy querido de nosotros. Un niño como todos, con cosas de niños, pero que tiene un halo especial. Es tímido aparentemente y al mismo tiempo extrovertido; es cariñosísimo con todo el que conoce  y tiene en su rededor. Clemen, que así le llamamos casi todos, ya sabe divertirse sin demasiado ruido, con el suficiente, como para bailar solo, a su aire, sin necesitar a nadie; marcando, eso sí, su terreno, como en compañía de sus primos, que a juguetones no le ganan; algo loquillo en momentos, sin llegar a molestar a nadie. A Clemen siempre le encantó el juego de la pelota y parece que desde hace poco tiempo eligió ser cancerbero o portero de los suyos, de los que se divierten  con él, tratando de emular desde su niñez a su desconocido Zamora, o para tener como modelo a su Bono, el de su Sevilla, porque el niño nos salió "palangana", igual que su padre, y en el punto contrario de su tío Diego, el de Marbella.  

                           


                            ¡A qué tiene cara de bueno, de ángel!, y es que en su familia hay montones de estos. Que, además, no es cara para ponerla así porque así, sino porque es la suya. No es ángel, pero lo tiene a este reflejado en su alma.
                            A los pequeños se les pregunta en ocasiones a quién o quiénes les gustaría parecerse cuando sean mayores, y seguro que las respuesta serían sorprendentes; pues a mí, acerca de quién me hubiera gustado ser de pequeño, si me lo preguntaran, diría, aunque no te lo creas, a tí, CLEMEN.
                            Me gustaría, querido Clemen, que leyeras esta reflexión sobre ti y que no olvidaras principalmente, ni nunca, el final del primer párrafo, no que te lo aprendas de memoria, sino que después de leerlo entiendas el verdadero sentido de mis palabras, y si necesitas mi ayuda, ya sabes donde me tienes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario