27.- TÚ Y YO
Yo, era marido ejemplar,
tú, una mujer bien casada,
y el astuto Azazel
nos tendió velada trampa.
Tú, que mucho me querías,
yo, que a ti, mucho te amaba,
y el ladino Lucifer,
logró lo que deseaba.
Yo, muero por las esquinas,
tú, vives desconsolada,
y el diabólico Satán
ríe a grandes carcajadas.
Tú, te escondes de las gentes,
yo, huyo de sus palabras,
y el malévolo demonio
se burla de nuestro drama.
Yo, velo todas las noches,
aú, duermes sobresaltada,
y el maligno Satanás
a piernas sueltas, descansa.
Tú, lloras tus amarguras,
yo, me bebo mi desgracia,
y el retorcido Asmodeo
roe nuestras esperanzas.
En las tientas del destino,
los demonios siempre ganan,
y los endiosados hombres
pierden todas sus batallas.
Huyamos de estos rebaños,
busquemos otras manadas,
donde los amores vivan
mil venturosas mañanas,
sin mirar que fui marido
y tú, mujer desposada.
El Viso del Alcor, 27 de Mayo de 2022
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