POESÍAS LOCAS

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locura vigésimo octava

LA INVASIÓN DE LOS SUDOKUS (2)

        Los Sudokus andan sueltos,

clónicos y transformados,

los hay como en botica,

en muy diferentes frascos,

repletos de numeritos,

para los que son novatos;

con un poquito de guasa,

para muchos iniciados;

complicados y complejos,

para los despabilados;

difíciles, peliagudos,

para los más ilustrados;

casi imposible de hacer,

para los más grandes sabios.

        La invasión de los Sudokus,

es un hecho consumado,

cabalgan por todo sitio,

están por todos lo lados,

en las playas, en las sierras,

debajo de los tejados,

en los pueblos, en las urbes,

en el ocio, en el trabajo, 

en callejuelas mundanas 

y en los lugares sagrados.

Del mundo se han hecho dueño

y el pobre, ni lo ha notado.

        Una nueva enfermedad,

nominada el "sudokazo",

a millones de terrícolas,

a lo tonto, ha contagiado,

te seduce, no te suelta

y te vuelve turulato.

El Sudoku, en su locura,

a ninguno ha respetado,

por donde quiera que fuera,

todo lo ha contaminado

de unos escogidos números

y de pequeños cuadrados.

Y si nadie lo remedia,

desde el cielo para abajo,

todos los hombres seremos

adictos al Sudokazo,

hasta que un japonesito,

pequeño, genial y sabio,

invente otro jueguecito,

del Sudoku, primo hermano,

para volvernos más loco

de lo que ahora, ya estamos.