Síguiendo con el paso de Clemente por la Escuela Superior de Bellas Artes, nadie puede negar, teniendo en cuenta sobre todo que no era una chaval y su interés era grande; vamos, que no iba a ella para perder el tiempo, y menos él, que aquellos años le sirvieron para adquirir conocimientos relacionados con el arte en general y que su aprendizaje fue bastante positivo. Esta experiencia le permitió practicar con otras técnicas y recibir las enseñanzas de los respectivos profesores, trabajando, además de con el carboncillo, base de muchas obras posteriores, con la acuarela, el pastel, el temple, los acrílicos, el óleo, etc.
Hasta que llega un momento en que por tener resuelta su situación económica y personal y atender mejor su profesión vocacional, a su familia o también, por la rutina de lo cotidiano, abandona la Escuela, no alcanzando esta titulación, conformándose con lo aprendido, que no es poco. Y aquí y ahora. colgamos algunos de sus trabajos.
Bodegón (acuarela)
Pastel
Mural (Temple)
Trabajo de transparencia
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