20.- MI GALLO SERAPIO
Mi gallo Serapio,
de cresta granate,
sentó su cabeza,
ya no tiene amantes,
sólo una pollita,
gallina de Flandes,
lo tiene rendido,
sumiso y galante.
En su gallinero,
nidito elegante,
ya no es el primero,
allí, en levantarse,
ni canta bravío,
allá, al despertarse.
Al gallo Serapio,
ya no hay quien lo aguante,
se pasa los días
recitando frases,
versos y poemas
de famosos vates,
que a su gallinita,
con amor, con arte
y gran sentimiento,
quiere recitarle.
Ha cambiado mucho,
el viejo tunante,
ya no se parece
al que fuese antes,
mudo sus andares,
su porte, sus cantes,
cambió sus maneras,
sus lindos ropajes.
muy sencillo viste,
ropitas de fraile,
no hay quien lo conozca,
ni su propia madre.
¡El gallo Serapio,
es puntito y aparte!
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