9.- ¡AGÜITAS, VENID!
Agüitas del cielo,
venid, por favor,
venid de prisita,
venid a mi Alcor,
que mi Vega se muere
de sed, de calor,
y el trigo no nace.
¡Ay, qué gran dolor!
Agüitas benditas,
venid por piedad,
venid de prisita,
venid a regar
las tierras del Viso,
que secas están,
y sólo se escucha:
¡Ay, qué gran pesar!
Agüitas, agüitas,
venid de una vez,
venid de prisita,
lloved y lloved
sobre el seco campo,
calmad su gran sed,
llenad los arroyos,
los pozos, también,
que muchos ojitos
os vean correr,
y cuando vengáis,
agüitas de bien,
pensad en los hombres
que quieren beber,
que esperan pacientes
el veros llover.
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