EL DE HOY ES UNO DE TANTOS RINCONES DEL BARRIO DE SANTA CRUZ QUE SIEMPRE NOS ENCANTÓ; BARRIO, QUE ES UNA DELICIA VISITARLO SIN PRISAS, CALLEJEAR POR SUS ESTRECHAS CALLES, CASI TODAS, ES COMO VERSE INMERSO EN UN MUNDO CARGADO DE HISTORIAS ANÓNIMAS QUE A UNO, AFICIONADO A CONTAR, LE DESPIERTA LA DESAZÓN DE NO HABERLAS CONOCIDO PARA DARLES NUEVA EXISTENCIA.
Este recoleto rincón, recogido en una de las primeras plumillas realizadas por nosotros, siempre nos encandiló, hasta tal punto que hemos preferido desde casi su nacimiento a que permaneciera en nuestro hogar, donde son muy pocas las que lucen en nuestras paredes, pues se pueden contar con los dedos de nuestras manos.
Ha sido, sin lugar a dudas, una pequeña obra que nos ayudó a enamorarnos de esta técnica, del dibujo con plumas pequeñísimas y tratando de reflejar el realismo de las urbes y siempre buscando lugares con alma, con la gracia de sus luces y sombras, destacando la piedra como elemento principal y además, como ocurre en este caso, usando la tinta china negra, no tan agradable como el sepia, color que abunda en la mayoría de nuestras criaturas.
Muchas han sido las que realizamos de este singular barrio sevillano del centro de Sevilla, que iremos en sucesivas apariciones dando sitio en este nuestro ventanal. Deseando que al grato recuerdo por nuestra parte se una el haber compartido con todos nuestros seguidores la modesta manera de casi eternizarlos.
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