lunes, 11 de octubre de 2021

VENTANA ABIERTA A LOS AMIGOS DE LOS "TEBEOS"

Entrega nº21

DON PÍO

José  Peñarroya Peñarroya

        Este dibujante historietista nació en Barcelona en el 1910 y falleció el 1 de mayo de 1975, perteneció a la “Escuela Bruguera” y fue el creador, entre otros muchos, de D.Pío y de Gordito Relleno, que nos encantaban en nuestra niñez. Fue también  portadista “oficial” de muchas publicaciones de la casa hasta bien entrados los años 60. Debido a ello, junto a Cifré, Conti, Escobar y Giner (dibujante realista) son considerados como los cinco grandes de esta editorial.

         Durante la guerra civil fue combatiente en el ejército republicano y en la posguerra abandonó su trabajo de contable de los Estudios de Dibujos Animados Chamartín, donde participó en varios cortometrajes, para dedicarse al mundo de las historietas de humor.

         En 1947, ya en la Editorial Bruguera, creo la serie de D. Pío, así como la de Calixto. Un año más tarde creaba otro de sus grandes éxitos, la de Gordito Relleno, y la de Don Berrinche, colaborando con sus trabajos en las revistas de Pulgarcito y El DDT. En esta época dibujaba con Cifré y Escobar en un estudio alquilado y a los tres les encantaba el recoger rebellones y gastarse bromas mutuamente.

         Don Pío encarna las miserias y los desencantos de la clase media urbana de la posguerra española y todas sus historias, por ello, suelen terminar cruelmente frustrándose sus esperanzas de mejorar. Es de corta estatura, calvo y con bigotito, Viste correctamente y es característico en él su bombín. Su apariencia recuerda en algo Charlot, pero en delgado y sin pelo. Trabaja en una oficina, pero su sueldo es siempre insuficiente para Doña Benita, su esposa. Apocado y dominado por ella, que está obsesionada por medrar socialmente. Nunca, el bendito, consigue lo que se propone.


     En 1959 se asocia con estos y con Conti y Giner para crear una empresa autogestionada, D.R.E., editora de la revista Tío Vivo.

     Peñarroya creará en ese tiempo a La Familia Pi, y cuando su editora fracasa, todos optan por volver a Bruguera. En esta segunda etapa crea Floripondia Piripí (1958), Pepe el Hincha (1962), fruto de su gran pasión por el fútbol; Pitagorín, protagonizado por un niño superdotado, en el año 1966, y a Rudesindo el bucanero, un tipo de cuerpo entero, en ese mismo año.

El estilo gráfico de Peñarroya evolucionó con los años hacia un mayor estatismo, abandonando las líneas curvas y los símbolos cinéticos.

Joan March, el dibujante del que colgamos a sus personajes Calixto y Damián, lo elogiaba igual que a Escobar, el creador del famoso Carpanta, diciendo que eran fantásticos y al comparar a Peñarroya con Ibáñez, decía que éste despertaba la carcajada, porque era muy directo y tenía un humor muy explosivo; sin embargo, Peñarroya  es más sutil, nadie llega a la carcajada con él, pero resulta más poético; siendo capaz con un gesto o un movimiento, encerrar en sí más emoción, y termina señalando que los orientales entenderían mejor su humor, ya que en este país somos un poco más bestias.

Otros personajes creados por Peñarroya, no citados anteriormente, fueron: El mundo se ríe, que era una serie colectiva; Atleto, el Deportista, Loquilandia, serie que dibujó con Cifré y Escobar; Neronín, Boliche  y Chapinele, Perucho y Chees, y Draculino.

        

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