Entrega nº 3
Escapada a Melilla,
invitados a la boda de Kuqui y Santi
(En memoria de nuestro “hermano”
TEO)
Bien se reflejaba en nuestros rostros la alegría del momento en que después de hacer el viaje desde El Viso del Alcor hasta la capital de la Costa del Sol, la internacional Málaga, en varios vehículos que dejamos en el parking del aeropuerto, y después de una larga espera, nos vimos en el pasillo que llevaba a la pista donde se encontraba el avión de Iberia que nos llevaría a nuestro destino y en el fondo del “selfi” podíamos ver a nuestro Teo.
Y ya en suelo africano, después de un rápido vuelo sin incidente alguno nos encontramos en nuestra patria chica, la que nos vio nacer a los repetidos y la que a veces añoramos por mor de la distancia, los familiares y por la multitud de recuerdos.
En estos viajes tan
cortos en el tiempo y tratándose de nuestros sobrinos, los que fueron como nuestros
hermanos menores, José Ángel y Marimel,
todo está programado y además bien. Dejando los equipajes en el Hotel,
descansando un poco y con una ducha refrescante nos preparamos para nuestra
primera salida, en hora ya casi nocturna, andando y por el Paseo Marítimo
dedicado a hombre ilustre de Melilla, Mir Berlanga, y buscando el restaurante
Wasabi, donde nos tienen preparada una informal cena, buena idea es aceptar una
instantánea para el recuerdo.
En la mañana del siguiente día será la ceremonia religiosa de
Kuqui y Santi, en la Iglesia Castrense, que se encuentra a un centenar de
metros del Hotel Rusadir, donde nos alojamos, por lo que no son necesarias las
prisas. Como Santi es un excelente surfista sus compañeros de esta actividad
deportiva con sus tablas preparan una arcada a la entrada de la misma, que
reemplazan las espadas típicas de otras ceremonias de militares. Y de nuevo son
muchas las fotos que se lanzan en la misma puerta del templo, pudiendo ver a
nuestro Teo en algunas de ellas y con los suyos más cercanos.
La celebración se lleva a cabo en el restaurante “El Quinto Pino”, no por aquello de estar lejos, que lo está, pues la finca se encuentra en la misma raya del término con Marruecos, a la sombra del Gurugú y en casi las mismas puertas del aeropuerto, sino porque así lo quiso su dueño. Y era propio, por su originalidad el dejar la foto del lugar para el rincón en donde los recién casados en otra demostraban a todos su amor y siendo como testigo de ello, su pequeñin LUCAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario