sábado, 24 de octubre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 Entrega 5. Escrito 10

¡TODOS LOS MÍOS, A LA GUERRA!

      Ordeno y mando: ¡TODOS LOS MÍOS, A LA GUERRA!

     Con voz potente de caudillo elegido, Pedro Sánchez gritó a sus huestes la anterior orden y añadió, algo preocupadillo, ¡Qué no falte nadie y qué no olviden aplaudirme como merezco, bajo pena de sanción!

      Esto ocurrió ayer en el Parlamento de España. No me lo invento, recurran a la hemeroteca televisiva y comprobarán la veracidad de lo expuesto. Y las huestes de Pedro, el grande, cumplieron a rajatabla y más, la orden del gran jefe, como auténticos borregos bien amaestrados. Todos cumplieron, palmearon y balaron al unísono, cual sumiso rebaño, hasta los grandes subjefes (ministros hoy, mañana Dios dirá) algunos con la babita caída y la talega llena.

      Los anales históricos, pasado el tiempo, recogerán el poderío del grande Pedro, su majestuosa autoridad, su porte y hechura al desplazarse sobre la tierra que pisan sus humildes vasallos, complacidos con el buen hacer de éste.

      Hasta aquí la broma, la guasa sevillana, la bendita ironía o el más recalcitrante sarcasmo. Ahora a lo serio, a lo cabal, a lo que nos hace llorar y a la pura llana verdad.

     ¿Cómo hemos podido llegar a tal estado de autoritarismo ramplón? ¿Qué hemos hecho mal para merecer y padecer el castigo de tener que soportar a esta legión de vividores? ¿De dónde vienen estos “cazurros”, estos mantas, esta casta de salvadores? ¿Quiénes les abrieron las puertas del poder? Y ¿Hasta cuándo se quedarán entre nosotros, degradando nuestras vidas, sometiéndonos, robándonos parcelas de sagrada libertad? ¿Qué podemos o tenemos que hacer para librarnos de ellos? Sólo nos queda un camino ¡VOTAR A LOS MEJORES! Entendiendo por MEJORES, aquellos que entiendan la política como un servicio a lo demás y no como un medio de vida o de poder. Entendiendo por MEJORES aquellos que tratan de sacar de la pobreza a los más desfavorecidos. Entendiendo por MEJORES aquellos que no ponen límites a su entrega dedicación y lucha por los marginados, los perseguidos, los rechazados, los hambrientos, los necesitados y los pobres de  todo.  No pierdo la esperanza en un futuro prometedor, aunque para alcanzarlo, tengamos que pasar un largo calvario para acabar con la lacra del paro, con la pandemia actual, con la fragilidad de las cuentas estatales, con la regeneración de las instituciones, con la corrupción, y con un largo etcétera de males de este país nuestro, ESPAÑA.



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