Sábado, 19 de enero de 2019.
A 123 días…
ALLÁ DONDE
LOS VERSOS, VERSOS HACEN.
Allá, en
el límite de lo finito,
donde el
verso, verso sueña,
donde los
sueños dejan de soñar,
para
asomarse a la nada,
para
sentir el vahído ciego
de sus
contados días,
allá nos
encontraremos,
ebrios de
inútiles palabras ,
perdida la
esquiva felicidad,
en el
falaz laberinto del amor,
sin alma
que bendecir,
ni sombras
que me maldigan,
al
gravitar, sobre los mudos silencios,
hechos de
plumbeos latidos,
de enfrentadas
sístoles y diástoles,
allá, en
el límite de lo finito,
allá nos
encontraremos,
solos, con
los versos que versos hacen.
Por mucho que
me esfuerce en liberar a los míos versos, en pagar rescate por su libertad, en
ejercitarme torpemente en la redención de los mismos, en conseguir la
emancipación, el libre albedrío de estos, sigo alejado de su “hechura”
engañosa, sigo enganchado a la métrica y a la rima, a la hora de dibujar
poemas. ¿Qué maldición o maldiciones gravitan sobre mis hombros seniles que me
llevan a renunciar a la libertad de los míos versos?
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