miércoles, 17 de octubre de 2018

Al rescate de Calabuig 2



Sábado, 28 de julio de 2018.
A 300 (número redondo) días del GRAN ACONTECIMIENTO.
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EN LA PASADA NOCHE DE LA LUNA DE SANGRE.



    Bonito y llamativo título para una novela por escribir.   Lástima que titular algo es tarea fácil y es un muy difícil  trabajo, llenar satisfactoriamente de contenido un bonito titular. De todas las maneras, el hecho real de los juegos del Sol  con la Luna y la Tierra, bien merecen unas páginas escritas en este indefinible cuaderno de vivencias, de inseguro caminar hacia un esperado feliz día del próximo año.

     La Luna, con la coquetería propia de una gran dama y  con el beneplácito y la colaboración de sus dos amantes, la Tierra y el Sol, se vistió de color de sangre, para  darles celos a ambos y, a la par, mostrarnos a los humanos su particular belleza. O quizás, con su sangriento ropaje, nos quería mostrar las  heridas producidas por nosotros en los muchos inútiles viajes realizados a su seno. O tal vez, con su ensangrentado aspecto, quería transmitirnos su vergüenza por lo mal que nos estamos comportando con la Tierra. O posiblemente nos quería decir, con su efímero e incruento baño de sangre que, somos nada en un inmenso universo.

     El sol, estrella dominante y amante de Selenes, se dejó sorprender por el planeta Tierra, colocándose provocador entre él y la Luna, propiciando su sangría, supuesto mal de enamorada criatura. ¡Pobre Luna y pobre Sol! Y pobre de todos nosotros enredados, por un simple eclipse lunar por muy ensangrentado que éste sea, en las redes de la magia, de la fantasía, del oportunismo literario y del salir al campo abierto para captar las imágenes  de la efímera mutación de la Luna.

     ¿Qué clase de historia, historieta o  cuento podríamos sacar del pasado e infrecuente eclipse lunar? ¿Qué  sentido podríamos darle al obligado prólogo? ¿Dónde, junto al Sol, la Luna y la Tierra,  podríamos encontrar un número prudente de protagonistas? ¿Quién nos regalaría un tema o argumento importante y creíble? ¿Son personas reales los mecenas, los productores, los que hacen posible la publicación de los escritos? ¡Cuántas preguntas innecesarias y sin respuestas válidas, nos hacemos de vez en cuando!

     Sólo los vampiros, los carniceros de pro y los auténticos cirujanos de antes, aman la sangre y son capaces de vestir a la Luna de color de sangre, ensangrentarla de arriba a abajo y de norte a sur, aunque sólo sea por un ratito.


     Y como colofón a este “no sé qué”, què sé yo de sangre o de  THE END.


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