lunes, 22 de octubre de 2018

A rescate de Calabuig 2


Sábado, 18 de agosto de 2018.
A 278 días…

¡VERDERÓN O PALANGANA!

     La mayoría de los amigos íntimos, sin dar motivos aparentes para ello, me llaman “palangana” con todas las connotaciones deportivas y humanas que conlleva dicha etiqueta.

     La verdad es que, el fútbol, aún gustándome, no figura entre mis prioridades, en  cuanto a valores humanos de consideración y prestigio. Por ello, ni me molesta, ni me enorgullece cierta nominación blanquilla. Lo mismo que si me consideraran verderón, con las mismas connotaciones de su adversario deportivo, Mi insignificancia personal hace que mi nombramiento en una u otra dirección, no influya en los resultados, ni en los rendimientos deportivos y económicos de ambos equipos sevillanos.

     Ambas opciones, el beticismo y el sevillismo, me parecen dignas de ser elegidas y  respetadas, siempre que no se conviertan en extremismos salvajes, dañinos para los club, para el fútbol o para cualquier otro deporte.

     Ser bético o sevillista es para los seguidores forofos, bendición divina, regalo de los dioses, premio inmerecido, deuda gloriosa a pagar durante toda una vida. No caben en estas historias del beticismo o del sevillismo el desertar, el  abandonar o el huir.

       Y ¿Cuál es el premio a tan alta y significativa entrega?
Podríamos señalar algún que otro: el cantar a coro y a capella el himno de tus colores; el celebrar los éxitos y los triunfos del equipo, el sentirse arropado en los momentos difíciles, en las sufridas derrotas.

     Amigos de y para siempre, seguid encuadrándome donde os plazca, que yo seguiré guardándome mi derecho a elegir libremente, eso sí, alejado del nefasto forofismo o del caduco fanatismo de los ultras.


     ¿Verderón o palangana? Misterio a desentrañar en una próxima entrega. Ja, ja, ja, ja.

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