Perdido está, en mi memoria,
el enigma de un recuerdo,
cuando por primera vez,
me descubrí en un espejo.
asombrado me miré,
asustado, algo perplejo,
extrañado, desconfiado,
sin comprender que era aquello,
aquel clon desconocido,
imitador de mis gestos,
que repetía, monótono,
mis íntimos movimientos.
Era un igual, otro yo,
un repetido muñeco,
arcano sin desvelar,
tras el plateado pliego
que, todo mi alrededor,
lo guardaba en sus adentros.
Era una proscrita estancia,
algo que me daba miedo,
una pared transparente
una ventana a lo nuevo.
Era asomo inexistente,
un incomprendido juego,
y para mí, pobre crío,
el mayor de los misterios.
Hablemos de teatro: Vudú (3318) Blixen
Hace 3 semanas
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