15 .- ¡BUENAS NOCHES, NIÑO! ( II )
¡Buenas noches, NIÑO!
A mí, me gustaría muchas veces ser niño como tú.
¿Sabes por qué?
Porque se me ha olvidado jugar, porque cuando hablo fuerte es para reñir, porque a veces me río de otra forma, porque vuestros cuentos, aquellos que yo os leía cuando eráis todavía más pequeños, ya no me gustan porque me molestan vuestros saltos y gritos, porque cierro mis ojos y ya no sé soñar, porque ya no quiero ser campeón de nada, ni ser más alto, ni tener más años...
¿Por qué no nos ayudáis a ser in poco niño? Aunque sólo sea un poquito.
Yo sería por ejemplo, l niño más grande, el gigante Goliat, el duende de la botella de Aladino, Kin-Kon, el terrible Hombre de las Nieves, el Oso que mató a un rey malo, Tachenko, el patilargo de los circos, Gulliver en el país de Liliput, Frankestein, Santa Claus o el nisño más pequeño en el Mundo al revés.
¿Me dejáis jugar con vosotros, niños?
Y cuando nuestras madres, cansadas de trabajar durante todo el día, nos cante una nana, aunque ses de la cebolla y nos piquen los ojos hasta parecer que lloramos por su culpa, yo dejaré de ser hombre mayor y me dormiré para siempre, soñando que soy un niño como vosotros.
¡Buenas noches, NIÑO!
Vamos a dormir todos. Cantanos, mamá. Me gusta tu dulce voz. Apaga la luz, por favor, no vayan a entrar mosquitos por la ventana. No me importan, madre, que entren monstruos porque son nuestros amigos. Tenemos sueño, mucho sueño. Hoy hemos jugado también mucho. Yo gané en la piscina a espaldas y me comí tres bocadillos. Mira que saltamontes tan pequeño que es capaz de saltar hasta la luna. Claro..., Sí...; ¡Qué risa!..., ¿Qué sueño, madre!...
¡Buenas noches, NIÑO!
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