jueves, 21 de noviembre de 2024

¡BUENAS NOCHES!

                     El Campito de Don Manuel, el médico de El Viso que en el siglo pasado atendía a toda su población y a todas horas, porque era el único galeno para atender sus necesidades; situado en la carretera de Tocina, cerca de la casa de los "Piralicos" y que había sido anteriormente propiedad de un personaje muy nombrado en nuestro pueblo y conocido como "El Liberal", donde se almacenaban las primeras bombonas de butano que llegaron al pueblo para sustituir a las antiguas cocinas de carbón; padre de personas muy queridas por nosotros y al que también conocimos, supuso para nosotros, una vez remozado y hasta con modesta piscina, un refugio en los calurosos estío de estas tierras.
                     Varias familias de Don Manuel de los Santos conformábamos aquella troupe que durante unos cuantos veranos ocupamos aquellas reducidas tierras que aliviaban nuestro calor a la sombra de una enorme morera y en compañía de un refrescante pozo, de los de antaño, con la pequeña piscina, que era la delicia de nuestros pequeños hijos, donde aprendieron a nadar en corta edad, con las atenciones de su mantenedor, conocido como "El Pezcue", y de su perra, la "Chachi", que se lo pasaba bomba con tanta chiquillería, y de la que hablaremos algún día de ella.
                      Los larguísimos días de esta estación los pasamos en el Campito, para en la anochecida, más bien tarde que pronto, regresábamos a nuestras respectivas casas para buscar el merecido descanso, porque allí no parábamos entre muchos quehaceres no obligados, que suelen ser los más gratos.
                      De ahí que en nuestra reflexión de hoy, que nació en este lugar en el año 84, lo hicimos en torno a los niños y que por ser algo más larga que otras salutaciones nuestras la publicaremos en dos partes.

14  .-  ¡BUENAS NOCHES, NIÑO!   ( I )

                    ¡Buenas noches, NIÑO!
                    ¿Sabes una cosa? Que me gustaría que no aprendieras en tu niñez a ser hombre. Me explico, o mejor, te explico, que mi deseo va para ahora, cuando eres aún un niño, solamente seas eso, niño, pues ya tendrás el momento y tiempo de ser lo otro.
                    No juegues o te preocupes en demasía por ser mayor, que ya llegará esto en su tiempo, no nos imites, porque somos distintos, muy distintos y en la mayoría de los casos es hasta peligroso que os sirvamos de modelos.
                    Juega a ser lo que eres, niño, imita a otros niños, y si no sabes serlo, aún estás a tiempo. No quieras algo distinto antes de tiempo, del tiempo tuyo, niño.

                    ¿Sabes otra cosa? Que me gusta mucho la casa que habéis construido con sillas, toallas y bañadores puestos a secar. Esa es la niñez, la que con su imaginación es capaz de crear su morada, con cartones de cajas destrozadas y abandonadas, con ramas secas de los árboles cercanos con plásticos a veces algo sucios, con un montón de imaginación que es el material más abundante y más fácil de encontrar por vosotros...
                    Me gusta, niño que sueñes despierto a ser campeón, a batir marcas al hacer cortos en la piscina, de saber escupir cada vez más lejos cuando estés aburrido, de acercarte más con las pesadas bolas de colores en el juego de la petanca a la más pequeña, de jugar con los demás niños con el viejo balón de reglamento ya descosido de tantas patadas o de intentar hacer volar la cometa casera, hecha por vosotros con recortes de materiales abandonados...
                    Me gusta que juguéis a hacer teatro, que construyáis personajes con trastos inservibles o trapos de colores, que os disfracéis, que la toalla azul que dejaste tirada en el suelo se convierta en la capa de Superman y la roja, que cuelga en la tela metálica que rodea la piscina sirva de turbante como el de Alí Babá o de Aladino, que llaméis a los perros por sus nombres, que el césped sea vuestra alfombra mágica para dar volteretas, que cantéis y que no olvidéis que vuestra mejor arma es la sonrisa, que se hace más grande cuando vuestra risa es sincera y se convierte en mágica carcajada, que nos burléis de nada ni de nadie.

                    ¡Buenas noche, NIÑO!
                    Y ojalá que tu sueño sea sereno. 


                                                 El Viso del Alcor, 21 de Noviembre de 2024

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