300 .- CARTA DE UN ROMERO A SANTA MARÍA DEL ALCOR
CARTA SEGUNDA
“Que los sabios me protejan,
que me perdonen los
cuerdos,
que me iluminen las
musas,
por ser visueño y
romero"
Madre de todos los Cielos,
quiero robarte,
poeta,
todos tus mejores
versos,
para componer poema,
que a ti, Virgen de mis sueños,
te sepa a preciado rezo,
a plegaria celestial,
a respetuoso requiebro.
Quiero escribirte una carta,
Alcora, Reina del Cielo,
para que El Viso se entere
de lo mucho que te quiero,
para que todo este Alcor
se sienta, como yo, romero,
romero de una Romera,
Romera de los visueños.
Quiero escribirte una carta,
Virgen de los alcoreños,
con las lágrimas que guardo
en un frasquito muy viejo,
con la pluma de un palomo,
al que cuento mis secretos,
arcanos de enamorado,
suspiros de fiel romero,
que dan sentido a mi vida
y elevan mis sentimientos
a cotas de gran altura,
desde la tierra a los cielos.
Quiero escribirte una carta,
Patrona de los visueños,
antes de ser coronada
Reina de El Viso, mi pueblo,
para que sepan mis gentes
y los muchos forasteros,
que ya fuiste coronada,
al principio de los tiempos,
cuando fuiste distinguida
como la Madre del Verbo,
Niño que llevas en brazos,
en estos gratos momentos,
y que, por todos nosotros,
murió en un viejo madero.
Gloria a ti, Santa María,
mi carta, fue sólo sueño,
mi alma y yo sólo aprendimos
a ser humildes romeros,
a acompañarte, mi Reina,
a la ermita de tus sueños,
para rezarte bajito,
para donarte mil besos,
para gritarte llorando,
¡Alcora, cuánto te quiero!
para componer poema,
que a ti, Virgen de mis sueños,
te sepa a preciado rezo,
a plegaria celestial,
a respetuoso requiebro.
Alcora, Reina del Cielo,
para que El Viso se entere
de lo mucho que te quiero,
para que todo este Alcor
se sienta, como yo, romero,
romero de una Romera,
Romera de los visueños.
Virgen de los alcoreños,
con las lágrimas que guardo
en un frasquito muy viejo,
con la pluma de un palomo,
al que cuento mis secretos,
arcanos de enamorado,
suspiros de fiel romero,
que dan sentido a mi vida
y elevan mis sentimientos
a cotas de gran altura,
desde la tierra a los cielos.
Patrona de los visueños,
antes de ser coronada
Reina de El Viso, mi pueblo,
para que sepan mis gentes
y los muchos forasteros,
que ya fuiste coronada,
al principio de los tiempos,
cuando fuiste distinguida
como la Madre del Verbo,
Niño que llevas en brazos,
en estos gratos momentos,
y que, por todos nosotros,
murió en un viejo madero.
mi carta, fue sólo sueño,
mi alma y yo sólo aprendimos
a ser humildes romeros,
a acompañarte, mi Reina,
a la ermita de tus sueños,
para rezarte bajito,
para donarte mil besos,
para gritarte llorando,
¡Alcora, cuánto te quiero!
El Viso del Alcor, 13 de Septiembre de 2024
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