viernes, 16 de agosto de 2024

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
VIERNES, DÍA 2 DE OCTUBRE

NOS QUEDAMOS EN CASA DE JOSÉ ÁNGEL, NUESTRO SOBRINO, Y QUE FUE COMO NUESTRO HERMANO PEQUEÑO POR VIVIR CON NOSOTROS DESDE LOS DOS AÑOS, AL FALLECER SU MADRE

                    Salimos a eso de las cinoc y algo y llegamos con tiempo más que suficiente a nuestro destino. En el aeropuerto de Melilla nos esperaba nuestro hermano Ángel y después llegó José Ángel. Buen detalle, pues nada más llegar este, nos dejó su ranchera.
                    Llegamos primero a casa de Ángel, que parecía un hotel, pues para eso se casaba su hija, la más pequeña, Lola. María, su hija mayor, vino desde Valencia con otro acompañante, que ya no era su marido, rrecomendándonos que no dijéramos nada de él, ya que su nuevo compañero ignoraba esto.
                    ¡Culebrón impresionante! y no pierde su aire.
                    Despues nos instalamos en casa de José Ángel, que vaya hogar se está construyendo, últimamente le decoraron y amueblaron el salón - ellos sabrán lo que les costó -, ya que no le falta ni el piano de cola, que Ángela su mujer tiene intención de aprender a tocarlo. Comida fabulosa, ¡Qué bien viven! Y qué suerte con Malika, la muchacha marroquí que se ocupa de todo.
                    Dejamos la visita a nuestro hermano mayor, Domingo, para el día siguiente.
                    Cuqui, que así la llamamos como a nuestra hermana, y Josito, los hijos de José Ángel son dos lindas criaturas que igual que siempre que los visitamos son algo tímidos, luego terminan por ser incansable, bregando más con ellos el padre que la madre. José Ángel, responsable de Agromán en Melilla , ,
y copropietario de su empresa no le falta trabajo, no para, pero también lo gana bien, y lo mejor de todo es que parece que lo disfruta.
                    Le llevamos las láminas que nos pidió y una carpeta para Marimel, su hermana, nuestra otra hermanita pequeña´que desde los tres añitos vivió con nosotros-
                    ¡Ah, se me olvidaba lo principal! Nuestra bendita madre estuvo con nosotros en la comida en casa de José Ángel, cosa que fue demasiado para ella y para nosotros.




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