278 .- LUCES Y SOMBRAS ( II )
En contadas ocasiones,
las luces de lunas llenas,
elevan sus luminarias
a altas cimas de grandezas.
Entonces, las mustias sombras,
con prontitud se acomplejan,
empequeñecen sus cuerpos,
la vida resulta bella.
Pero, en cambiando las tornas,
las sombras toman las riendas,
los hombres sufren locuras
y sus almas se envenenan.
Mientras las castradas luces,
ofuscadas en sus tristezas,
apagan sus ilusiones,
la vida muere o enferma.
El inventor de este mundo,
de los hombres, de su Tierra,
quizás, para entretenernos,
para probar nuestras fuerzas
o por amar libertad,
nos dejó sobre la mesa
un sumo libre albedrío,
blancas luces, sombras negras
en frágiles envoltorios
de pobres hombres, envueltas.
Y para encender el mundo
y borrar oscuras huellas,
aquellos afortunados,
que entre grandes luces crezcan,
ayuden a sacar a otros
de los pozos de tinieblas
y de las pérfidas sombras
que por aquí merodean.
las luces de lunas llenas,
elevan sus luminarias
a altas cimas de grandezas.
Entonces, las mustias sombras,
con prontitud se acomplejan,
empequeñecen sus cuerpos,
la vida resulta bella.
Pero, en cambiando las tornas,
las sombras toman las riendas,
los hombres sufren locuras
y sus almas se envenenan.
Mientras las castradas luces,
ofuscadas en sus tristezas,
apagan sus ilusiones,
la vida muere o enferma.
El inventor de este mundo,
de los hombres, de su Tierra,
quizás, para entretenernos,
para probar nuestras fuerzas
o por amar libertad,
nos dejó sobre la mesa
un sumo libre albedrío,
blancas luces, sombras negras
en frágiles envoltorios
de pobres hombres, envueltas.
Y para encender el mundo
y borrar oscuras huellas,
aquellos afortunados,
que entre grandes luces crezcan,
ayuden a sacar a otros
de los pozos de tinieblas
y de las pérfidas sombras
que por aquí merodean.
Santa Cristina, 22 de Agosto de 2024
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