258 .- EL BENJAMÍN DEL FABRICANTE DE MARIPOSAS
CAPÍTULO TERCERO
Por todas estas razones
su fortuna fue aumentando,
para gozo de sus hijos
y pesar del buen anciano,
al que ninguno de ellos
quiere seguir su trabajo,
pero que siempre están prestos
para el dinero gastarlo;
pena que al bueno de Alí
cada día lo está matando.
Conforme devenía en viejo
se le fueron alejando,
uno tras de otro, huyendo
de su casa, bien cargados,
convertidos en ladrones,
rateros de barrios bajos,
dejándolo en la miseria
y en el más cruel desamparo.
Tan sólo los de Candela,
espejismo fabricaron,
aguantando en el hogar
mientras hubo algo e los platos,
y seguían a su servicio
algunos muy fieles criados,
comienod la sopa boba,
no haciendo ningún trabajo,
pues lo que en infancia aprenden
pronto todo lo ovlvidaron,
habiéndose convertidos
en prototipos de vagos.
Tan sólo es una excepción
y por todos despreciados,
el pequeño BEN ALÍ,
que aún teniendo pocos años,
de su más que anciano padre
jamás se hubo separado,
compartiendo con el viejo
los más crueles desengaños,
la pobreza y la soledad,
manjares bastante amargos.
Santa Cristina, 23 de Agosto de 2024
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