255 .- EL INVENTO DE LAS MAREAS
CAPÍTULO DÉCIMO Y CONCLUSIÓN
Cuando parece que el mar,
como henchido de vergüenza,
después de tanta osadía
al fijar nuevas riberas,
huye con iguales ritmos
y de orillar se aleja
y un temor aún más grande
a la gente le genera.
¿Habrá sido exagerada
para, los diose la ofensa
por alterar sin congreso
norSelene, que lo inventa,
por Nereo y su mujer
y por la ninfa más bella,
la reina más caprichosa
y, al mismo tiempo, más terca
que moraba aquellos mares
de las historias más viejas,
cuando se contaban cuentos
al calor de las hogueras.
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