LUNES, DÍA 7 DE SEPTIEMBRE
LAS VERDADES DUELEN Y EL AFÁN DE LLEVAR RAZÓN
Tengo que reconocer qu soy algo dejado para las cosas nuestras y aunque realizándolas, tengo el defecto de dejarlas par última hora. Las cosas van saliendo adelante porque hay capacidad para ello y porque en definitiva, se hacen; pero la verdad sea dicho que en ocasiones me duermo.
Cuando todo esto te lo echan en cara, te duele, y en lugar de reconocerlo y que los demás hagan lo propio también, comienza una batallita más. Te defiendes atacando, cuestión muy propia entre nosotros y caes en el mismo error, produciendo dolor en los demás.
Y entonces aflora otra de nuestras miserias, la del "Si yo lo sabía" o "No te lo dije", como pretendiendo quedar por encima del otro o de la otra, que para el caso somos iguales. Es algo así, como si se produjera un cierto regusto por el triunfo de lo dicha anteriormente y que no fue atendido en su momento; lo que parece que se está produciendo un cierta alegría por la deficiencia del otro.
Al final, tengo que reconocer qu no hay alegría por ninguna de las partes y que como ocurre en todas las batallas, aunque estas sean incruenta y en la mayoría de los casos de escasa importancia, siempre los contendientes pierden algo, nadie gana, y aflora, como he señalado en más de una ocasión, aparece algo de dolor.
Solución a la cuestión, un refundimiento o por lo menos intentarlo, y esto lo digo por mi parte, pensar uno menos en sí y algo más en los demás.
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