227 .- EL APRENDIZ DE DIABLO
CAPÍTULO SEGUNDO
Ella guarda la distancia,
él se hunde en la zozobra,
ella se mantiene esquiva,
a él, su deprecio le ahoga.
Va sin rumbo por las calles,
su misión ya no le importa,
sólo piensa en la muchacha,
que su vida le destroza.
Está dispuesto a dejar
esas maldades de otrora,
capaz de volverse bueno
si es deseo de la señora.
Crece su pelo y su barba,
su aspecto se deteriora,
se torna maleducado,
viste de harapos ahora.
sus palabras se entrecortan,
pierde toda su arrogancia
y ya nada le conforta.
No le alegra ser un ángel,
ni rebelde, que es la moda,,
no quiere ser un aprendiz
de diablo de poca monta,
Tampoco desea ser hombre
de desamor y deshonra,
sólo tiene un objetivo:
cautivar a aquella moza.
Cuando más grande es su deseo,
menos caso, ella le otorga,
no necesita un infierno,
vive en él en todas horas.
No duerme ya por las noches,
en su porte se le nota,
en sus rostro y en sus ojos
la locura se le asoma.
Empieza a pensar en Dios,
en un Dios que no perdona,
reniega de Lucifer,
al que el diablillo traiciona.
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