sábado, 6 de julio de 2024

VERSOS LANZADOS AL AIRE

248  .-  EL MAÑANA

        Siempre pretendí alcanzar
el mañana de los sueños,
nunca supe asimilar
sus cercanías, sus lejos.
        Quise atrapar el mañana
con los lazos del deseo,
tarde comprendí el error
y hoy, sin el hoy me encuentro.
        Me afané con ser el amo
del mañana venidero,
cuando lo tuve en mis manos
se me escurrió entre los dedos.
        Terminé por comprender
que el mañana verdadero
es de efímera existencia,
inalcanzable y etéreo,
fugaz y desconocido,
engañoso y traicionero,
con brevedad de suspiro,
a la par joven y viejo,
amo de las esperanzas,
de los deseos, su dueño,
refugio de soñadores,
cárcel de los anhelos,
acaparador de todo,
fantasioso pregonero.
        Siempre presto a reclamar
atención al mundo entero,
sabedor de su poder,
de su porvenir incierto
de sus ocultos encantos,
de sus seguros duelos.
        Aprendida la lección,
con el debido respeto,
yo me atrevo a recordarles
aquel humilde consejo:
Démosle siempre al mañana
claro reconocimiento,
sin pasarnos en medida,
que en este efímero juego
del pasado, del presente,
del mañana venidero,
lo que cuenta más que nada
es sacarle jugo al tiempo,
al instante que vivimos,
al ahora, al buen momento.
        Que lo que ha de venir,
queriendo y sin quererlo,
nos llegará de improviso,
como algún regalo incierto,
de aquel que inventó el destino
para desconsuelo nuestro.



                                                       Costa Balena, 6 de Julio de 2024                                                                             

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