jueves, 18 de julio de 2024

POEMAS PARA ENTRETENER A LOS MÁS PEQUEÑOS


238  .-   LUCAS

CAPÍTULO CUARTO

        Cuando su padre cumplió años
en el ya pasado invierno
quiso hacerle un buen regalo, 
que quedara en su recuerdo,
corta y con gran sentimiento,
que portaba en su final
un mayúsculo TE QUIERO,
pero su esfuerzo mayor
lo realizó en el momento
que en ella pegó con fixo
billete de cincuenta euros,
para ello escribió misiva,
como un obsequio importante
salido de ínfimo sueldo,
que sus padres enmarcaron
como algo de valor bueno,
para en su hogar colocarlo
en el lugar más selecto.

        Otra mañana de agosto
en compartido arenero,
con sombrillas bien plantadas
a unos escasos metros,
su padre me relataba
de su hijo otros sucesos,
mientras este contentaba
a otros chicos más pequeños
levantándoles un castillo
que servía para sus juegos.
Uno llamó mi atención
y por ello lo reflejo.
Contaba el padre entre risas
que en visita que un día hicieron
a unos tíos que tenían
en un alcoreño pueblo,
al llegar al domicilio
una sorpresa tuvieron,
la de tener que encerrar
a su perro, algo travieso,
en el cuarto de la entrada,
porque tenía muy mal genio,
sobre todo con los niños,
y peor si eran pequeños,
con el fin de demostrarles
que estaban en su terreno,
porque era forma de ser
o por cuestiones de celos.

                                                        Costa Ballena, 18 de Julio de 2024

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