SÁBADO, DÍA 25 DE JULIO
LO BUENO Y LO MALO
Lo bueno de la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, casi todo.
Una Ceremonia muy bien organizada; como se dice por aquí, cuidando hasta la última puntada; con numerosas sorpresas y cosas diferentes a las anteriores, entre las que destacaría la magnífica interpretación de los orígenes del Mediterráneo;
así como la que se hizo acerca del triunfo del bien sobre el mal; la esperada encendida de la llama del pebetero por medio de un acertado arquero, Antonio Rebollo; un equipo español númeroso, ya que estábamos en casa, llevando como abanderado al Principe de Asturias, Felipe;
el llenazo, ya que no cabía ni un alfiler; de una manera particular, por mi parte, la presencia de las sevillanas, lo que viene demostrar su universalidad o el recuerdo importante del otro acontecimiento del año, la EXPO´92, sin salir de sus fronteras, y entre los bailaores y palmeros de la genial Cristina Hoyos, un visueño, el joven Segundito; el magnífico comportamiento de la gente, que demostró querer a los Reyes; aunque hubo parte del público que le silbó cuando Inauguró la Olimpiada en castellano.
Lo negativo, por lo menos para mí, fueron las intevenciones de Maragall y de Samaranch - ante de todo en catalán - y por otra parte, el exceso de lírica, que pudo cansar al personal y sobre todo, a los atletas y demás participantes que intervinieron en el desfile.
En lineas general fue una Inauguración de la que nos sentimos orgullosos los españoles, no sólo los catalanes.


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