1 98 .- CALOR
El calor o la calor,
¡Qué más da!
Me tiene descolocado,
aburrido, desmadrado,
sin saber donde ponerme,
ni donde encontrar respiro,
ni donde gozar frescura,
¡Quién fuera un buen frigorífico!
Para, por dentro, sentir
riadas de grato frío,
y dejar de padecer,
de penar y de sufrir,
calores de alta gama,
sudores de grande rango,
ladrones de mi cordura,
de mi luenga sensatez,
ausentes damiselas,
en estos disparatados versos,
no escritos, sudados,
de palabras proscritas,
sobradas de humedades
y de rocío humano.
El calor o la calor,
¡Qué más da!
El disparate es sonado,
el poema, ni bordado,
las calores pegan fuerte,
los sudores de este estío,
buscan gloria, calentura,
¡Quién fuera fresco botijo!
Para contento sudar,
con aromas de aguardiente,
con sublime balanceo,
frescores de agüita fresca.
El calor o la calor,
¡Qué más da!
Para un alocado poema,
sobran calores extremos,
sudores de recio abolengo,
basta con lanzar al aire,
palabras, palabras,
¡Qué más da!
Me tiene descolocado,
aburrido, desmadrado,
sin saber donde ponerme,
ni donde encontrar respiro,
ni donde gozar frescura,
¡Quién fuera un buen frigorífico!
Para, por dentro, sentir
riadas de grato frío,
y dejar de padecer,
de penar y de sufrir,
calores de alta gama,
sudores de grande rango,
ladrones de mi cordura,
de mi luenga sensatez,
ausentes damiselas,
en estos disparatados versos,
no escritos, sudados,
de palabras proscritas,
sobradas de humedades
y de rocío humano.
¡Qué más da!
El disparate es sonado,
el poema, ni bordado,
las calores pegan fuerte,
los sudores de este estío,
buscan gloria, calentura,
¡Quién fuera fresco botijo!
Para contento sudar,
con aromas de aguardiente,
con sublime balanceo,
frescores de agüita fresca.
¡Qué más da!
Para un alocado poema,
sobran calores extremos,
sudores de recio abolengo,
basta con lanzar al aire,
palabras, palabras,
palabras manchadas
con sudores de libertad.
con sudores de libertad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario