177 .- EL MEJOR VENDEDOR DEL MUNDO DUMNDIAL
CAPÍTULO NOVENO
Molestos por el detalle
que tuvo el osado chino,
de comprar sus voluntades
con sus esencias de vino,
pero que no rechazaron
a pesar del mal estilo,
reciben al siguiente,
caras de pocos amigos,
para evitar que no caiga
en el mismo desatino,
lo que desorienta al viejo,
que ningún mal a nadie hizo.
Cuando hácenle la pregunta
ya se queda más tranquilo,
olvidando las caritas
de tan nobles lechuguinos,
pues en lugar de animarlos
trataron de disminuirlo;
mas el viejo de Granada,
que es un ser requetelisto,
la afrenta que está sufriendo
no le importa ni un pepino,
se la pasa por el forro
de sus ya, testiculillos;
yendo seguro a lo suyo,
persuadiendo a los cretinos
que forman el jurado,
con su verbo bien sencillo.
Lo más difícil para mí,
de las cosas que he venido,
fue una caja de herramientas
para cazar "gamusinos",
artesanales y finos
y a un precio tan barato
que te quitaba hasta el hipo.
con anzuelos bien distintos,
con redes de mil colores
de diferentes cuadritos,
con cien clases de reclamos
para atraer al bichito,
con muchos botes de plástico
para allí introducirlos,
con multitud de carnadas
que despiertan su apetito,
linternas de gran potencia
para de noche seguirlos,
y un fenomenal manual,
que por Félix fuera escrito,
con letras claras y grandes
y la mar de dibujitos.



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