175 .- EL MEJOR VENDEDOR DEL MUNDO MUNDIAL
CAPÍTULO SÉPTIMO
Pero con inconveniente
aquel libro había nacido,
por mor de un simple color,
pues con el rojo no se hizo,
quedándose en la imprenta
por los siglos de los siglos.
Cuando yo los descubrí
y conocí su contenido,
me propuse vender todos
y emprendí duro camino.
Era tan grande el fracaso,
pues no vendí ningún libro,
que con el paso del tiempo
me encontré más que perdido,
hasta que una tarde díme
con las cosas del destino,
las pastas de un ejemplar
fueron manchada de vino,
con un fuerte color tinto
y en aquella misma fiesta
aquel libro fue vendido.
Al regresar a mi casa,
nueva tarea me devino,
pues docenas de ejemplares
fueron manchadas con tinto,
libros que al siguiente día
fácilmente fueron vendidos,
y del fracaso al éxito
pasé con grande delirio..
Por las noches yo "envinaba"
las pastas de muchos libros´,
pata poder atender
los incontables pedidos.
Tal cantidad yo vendí
que terminé todo el vino,
viéndome en necesidad
de fabricarlo yo mismo,
de tener que comprar uvas,
de millones de racimos.



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