martes, 9 de abril de 2024

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
JUEVES, DÍA 18 DE JUNIO

PUNTO Y FINAL

                    Cuando la actividad es intensa, porque uno no sólo se queda en la profesión, sino que derrama en otras historias más o menos complejas, pasamos volando. No es el tiempo el que pasa, sino nosotros; aunque habitualmente digamos o culpemos al primero. Otro punto y final apenas sin darnos cuenta del contacto de nuevo con los escolares, porque el final del curso llegó. 
                    Mi incorporación a la tarea educativa, después de los cuatro años de alcaldía, no me ha supuesto gran problema; es más, el balance de este nuevo año escolar ha sido para mí muy llevadero y grato.
                    Ahora comienza, desgraciadamente por la triste realidad que se tiene del hecho educativo, la lata para los padres, y muy especialmente para las madres, que tienen que "aguantar" a sus hijos casi todo el tiempo en casa, o de tener la preocupación permanente por estar demasiado tiempo en la calle o demasiado tiempo delante del televisor.
                    Lo que nadie nos quita sobre las espaladas es próximamente el cumplimiento del décimo trienio de ejercicio de la docencia, que viene a ser como el título de la famosa canción, "Casi toda una vida". Por supuesto, esto no quiere decir que es hora de abandonar; pues quizás por la relación permanente con los jóvenes , uno no nota tanto sobre sus espaldas el paso de los años. Lo que tampoco quiere decir que no sea necesario este parón anual, llegadas estas fechas, que te permite incorporarte a la actividad allá por el mes de septiembre con otro talante.
                    Por todo esto, más que hablar de "punto y final", sería mejor considerar el hecho de la vacación como "pausa y puntos suspensivos..."

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